¡Qué tal, banda! Aquí estamos de nuevo en Off the Record, donde destapamos los rumores, los chismes y lo que se dice en el bajo mundo de las redes sociales, sin que nadie nos confirme si es neta o puro cuento. Hoy vamos a meternos al ojo del huracán con un tema que está dando de qué hablar: en Morena, parece que los moderados están quedando fuera del juego, y los radicales son los que traen el sartén por el mango. ¿Qué tan cierto es esto? Agárrense, que esto se pone bueno.
En X, la cosa está que arde. Hay usuarios como @SalCamarena que soltaron hace poco que el segundo sexenio del obradorismo no es una lucha entre “ultras” y moderados, sino que la corriente radical se está comiendo el mandado. Según este tuitazo, la mismísima jefa en Palacio Nacional está jalando hacia posturas más duras, y los moderados, si es que existen, están como en el limbo. La neta, no es la primera vez que se habla de esto. En las redes, muchos aseguran que Morena se ha convertido en un club donde solo los más fieles al discurso de la “Cuarta Transformación” tienen voz y voto. Si no estás al 100 con la línea dura, te dan un boleto de salida o te mandan al rincón.
Los comentarios en plataformas como Reddit también avientan leña al fuego. Hay quienes dicen que Morena, desde su fundación, ha sido un movimiento que abraza a todos, pero con una condición: sigues la corriente de AMLO o te haces a un lado. Usuarios en foros como r/asklatinamerica han señalado que el partido no es tan de izquierda como parece, sino más bien un popurrí de intereses que se alinea con lo que diga el jefe. Y ahora, con Claudia Sheinbaum en el poder, hay quienes creen que la cosa se está poniendo más rígida. Por ejemplo, se rumora que las reformas constitucionales recientes, como la del Poder Judicial, son prueba de que los radicales están marcando el ritmo, sin espacio para negociaciones o puntos medios.
En X, también hay posts que sugieren que esta exclusión no es solo interna. Algunos tuiteros dicen que Morena está cerrando filas contra cualquiera que huela a oposición, tachándolos de “neoliberales” o “fifís” para descalificarlos de una. ¿Estrategia política o intolerancia? Nadie lo confirma, pero el runrún en las redes apunta a que el partido no está muy abierto al diálogo con quienes no comulguen con su visión.
Ojo, todo esto son especulaciones y lo que se cuece en el caldo de las redes. No hay pruebas contundentes de que Morena sea un nido de radicales sin espacio para los moderados, pero los comentarios y las sospechas están ahí, flotando en el ciberespacio. ¿Será que el partido está tomando un camino sin retorno? Solo el tiempo lo dirá, pero por lo pronto, en Off the Record, seguimos con la lantina puesta.
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