En medio del escándalo por la muerte de Braulio Zaragoza, secretario general del CDE, el Partido Acción Nacional mantiene un silencio respecto a este tema y también por su corresponsabilidad por la llegada de Ángel Aguirre a la gubernatura de Guerrero, entidad en la que se acumulan conflictos y escasean soluciones.
Un partido pequeño
Acción Nacional es una fuerza política minoritaria en Guerrero. En las últimas tres elecciones a gobernador —1999, 2005 y 2011—, el PAN obtuvo entre 11 mil y 16 mil sufragios, en tanto que el candidato ganador recibió entre 419 mil y 671 mil votos. En la legislatura local, cuenta con tres diputados de representación proporcional de 46 integrantes. Al 26 de junio de 2014, el Partido tenía registrados 7 mil 144 militantes en la entidad.
Si bien el PAN se había mantenido al margen del caos que representa Guerrero en el panorama político nacional, la muerte de Braulio Zaragoza Maganda lo acercó a un nuevo escándalo, sobre todo con la información de que el móvil del asesinato fue político y ejecutado por militantes en busca de candidaturas, algunos de ellos señalados por otro crimen: el del diputado local panista Jorge Bajos Valverde en 2007.
A esto se suma un tema del cual no se ha querido responsabilizar: la llegada de Ángel Aguirre Rivero a la gubernatura en 2011, ya que en la recta final de la campaña a gobernador, el candidato panista, Marcos Parra, declinó a su favor. Poco comentado y documentado en el libro Ningún pecado cometimos, memoria de la campaña del PAN 2010-2011 a la gubernatura de Guerrero, escrito por el ex coordinador de comunicación de la campaña, Juan Manuel Millán, es la intervención de Gustavo Madero como presidente del PAN para lograr el retiro del abanderado panista.
El 24 de enero de 2011, Marcos Parra recibió una llamada de Madero con el fin de que se reunieran. “Ya en Cuernavaca, Morelos —recuerda Marcos Parra— me dice Madero que el PRD ve con preocupación la elección porque está muy pareja. Y nos pide que analicemos la posibilidad de declinar por Ángel Aguirre. Eso me cae como balde de agua fría. Me provoca una discusión con el presidente nacional”.
Parra Gómez —ex presidente municipal de Taxco y ex diputado federal—, se convirtió en candidato por invitación del anterior presidente del Partido, tema que salió en la discusión: “Le recuerdo que cuando platiqué en su momento con César Nava, habíamos acordado que no habría declinación, que fuera como fuera llegaríamos hasta el final, de lo contrario yo no le entraba, que invitarán a otro candidato. Y Nava se comprometió a que no sería así”.
“Le comento (a Madero) que la declinación no implicaría de ninguna forma la aceptación de que los potenciales votantes a favor del PAN, una vez declinando fueran a dar su voto por Ángel. Madero dice que no importa, que así fuera sólo el 1 o 2% de votos, que cuando menos pudiéramos aportar, podría ser la diferencia y eso es lo que ellos (los perredistas) querían amarrar”.
Al día siguiente —Parra no durmió esa noche según se desprende del libro—, cerca de las siete de la noche, se filtra la posibilidad de que decline a favor de Aguirre. Horas más tarde, se reúne de nueva cuenta con Madero en Acapulco para aceptar. El presidente nacional del PAN estaba acompañado por Jesús Ortega, dirigente nacional del PRD, y Jesús Zambrano; además de Juan Molinar, en ese momento secretario de Acción de Gobierno, y Adrián Rivera, delegado del PAN en la entidad.
“A nosotros nos pidieron que declináramos. La dirigencia nacional es la que mejor enterada está de cómo iban las tendencias y las posibilidades de triunfo. Tan es así que los últimos días, Manuel (Añorve) está emparejando las preferencias, los últimos días él estaba cerrando muy bien. Ellos estaban con dos puntos sobre Aguirre”.
Millán, testigo directo de los acontecimientos, cierra el capítulo con algo premonitorio, “concluí la breve entrevista con Parra y en los siguientes días, cuando la transcribía, Ángel Aguirre rendía protesta como gobernador. Durante su mensaje no hizo referencia alguna hacia Marcos Parra, no obstante que se encontraba presente. Tampoco envío un saludo —como lo establece la cortesía política— al aún delegado estatal del PAN, Adrián Rivera Pérez. Sería un mal augurio de lo que vendrá o una simple omisión, me pregunté”.
“También, al cierre de la edición de la presente memoria de campaña, se dio a conocer el intento del Instituto Estatal Electoral de Guerrero de quitar el registro local del Partido Acción Nacional, por no alcanzar el 2.5 por ciento de la votación”, algo que finalmente no se presentó, como no se reconoció tampoco la responsabilidad que el PAN tuvo en la llegada de Aguirre a la gubernatura.
Migajas
Margarita Zavala inició una nueva etapa en su carrera política; se habla de una posible diputación en 2015 o la presidencia del PAN, por lo que comienza a manejar el tema de la unidad al interior del Partido, una bandera que le podría atraer muchas simpatías.
Continúan los esfuerzos del PAN en Puebla por revocar la afiliación masiva que se presentó recientemente, teniendo como principal adversario en este tema al propio Tribunal Estatal Electoral.
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