Esta bomba de tiempo que ha explotado ya, pone en riesgo a los millones de usuarios que diariamente se trasladan para llegar a su casa, al trabajo o al hospital
La construcción del Sistema de Transporte Colectivo Metro data del 19 de junio de 1967, bajo la regencia de Alfonso Corona del Rosal, dando su primer viaje el 4 de septiembre de 1969. A lo largo de sus 51 años se ha convertido en el medio de movilidad más usado por los capitalinos.
Diariamente 5.5 millones de personas utilizan sus 12 líneas que, con más de 226 kilóMetros y 195 estaciones, conectan la mayor parte de la Ciudad de México. Desafortunadamente, ha sido el medio de transporte que menos atención y mantenimiento ha recibido durante los últimos 20 años.
La negligencia de las autoridades de la Ciudad de México ha ocasionado que hoy este sistema de transporte se encuentre en crisis. Ejemplo de ello fue el incendio ocurrido en la subestación de control con sede en el Centro Histórico, en el que lamentablemente falleció una persona y se suspendió el servicio en la mitad de la red. También se han dado conatos de incendio en diversas estaciones, colisiones entre trenes y descarrilamientos, poniendo en riesgo la vida y seguridad de los usuarios.
La actual administración no ha sido capaz de fortalecer la infraestructura de este transporte. Cómo olvidar la foto que se viralizó de la Jefa de Gobierno limpiando la estación del Metro San Joaquín, algunos pensarían que es un meme, pero no, es una foto real que demuestra la superficialidad del gobierno en el mantenimiento del más grande medio de transporte público. Cómo olvidar también a la misma Jefa de Gobierno con el alcalde de Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo, ambos barriendo el Metro, en una foto populista y frívola que devela de cuerpo entero a Morena y su gestión en esta capital.
Ahora no tienen cómo echarle la culpa a los gobiernos pasados o a quién podría responsabilizar Claudia Sheinbaum, ¿a Ebrard, a López Obrador? Ese discurso que tanto le gusta a la 4T no lo puede usar ahora, porque claramente es una responsabilidad que han soslayado quienes han gobernado esta ciudad por más de 20 años. No han destinado el presupuesto suficiente para la modernización y correcto funcionamiento de trenes y vías. Las imágenes de la subestación de control con tecnología de los años 70, demuestra la falta de compromiso de estas administraciones para actualizar al Metro.
Esta bomba de tiempo que ha explotado ya, pone en riesgo a los millones de usuarios que diariamente se trasladan para llegar a su casa, al trabajo o al hospital. La irresponsabilidad de esta administración y de sus antecesores, ahora en medio de una pandemia, potencializa el riesgo de contagio y muerte. Es un gran error que no se haya invertido en este transporte tan indispensable para la ciudad.
Hoy, además de la inseguridad, falta de empleos y cierre de negocios, los capitalinos sufren la negligencia histórica del gobierno por no invertir en lo importante. El cierre de las líneas del Metro acrecentará los tiempos de traslado, de espera y de conexión, en consecuencia se avizora sean mayores las cifras de contagio y decesos.
Lamentablemente, la infraestructura de la capital seguirá deteriorándose mientras el gobierno federal y local continúen en su negligencia y no se destine dinero a lo realmente importante como el Metro de la Ciudad de México.
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