Los consulados mexicanos en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, atraviesan una situación crítica derivada de la falta de recursos económicos, un problema que se ha agudizado por las políticas de austeridad implementadas por el gobierno federal. Estas representaciones diplomáticas, encargadas de brindar servicios esenciales a millones de mexicanos en el exterior, como la emisión de pasaportes, actas de nacimiento y asistencia en casos de emergencia, están viendo mermada su capacidad operativa debido a recortes presupuestales y retrasos en la entrega de fondos, lo que ha generado incertidumbre y descontento entre los trabajadores y la comunidad migrante.
En las últimas semanas, reportes desde diversas sedes consulares han puesto en evidencia las dificultades financieras. Por ejemplo, en el Consulado de México en Sacramento, California, los empleados locales cerraron las puertas de la sede como medida de protesta por el impago de sus salarios correspondientes a marzo. Este caso no es aislado: se estima que más de mil trabajadores en los 53 consulados mexicanos en el mundo enfrentan una situación similar, junto con la falta de presupuesto para gastos operativos básicos, como rentas, mantenimiento y servicios públicos. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha sido señalada como responsable de no liberar los recursos necesarios, lo que ha llevado a algunos consulados a operar en condiciones mínimas o incluso a suspender actividades.
La política de austeridad, impulsada desde el inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador en 2018, busca reducir el gasto público y combatir la corrupción. Sin embargo, especialistas advierten que los recortes indiscriminados han debilitado áreas clave como la atención consular, crucial para proteger los derechos de los mexicanos en el extranjero, especialmente en un contexto de crecientes tensiones migratorias. “La austeridad no puede traducirse en abandonar a quienes dependen de estos servicios. Los consulados son la primera línea de defensa para nuestros connacionales”, señaló Jorge Schiavon, experto en política exterior de la Universidad Iberoamericana.
El impacto no se limita a los trabajadores. Los mexicanos que acuden a los consulados enfrentan demoras en trámites esenciales, lo que afecta su vida cotidiana, desde la renovación de documentos hasta la obtención de apoyo legal en casos de deportación o abuso laboral. En redes sociales, usuarios han expresado su frustración por la falta de citas disponibles y la reducción de horarios de atención, problemas que se agravan en ciudades con alta población migrante como Los Ángeles, Chicago y Nueva York.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) no ha emitido una postura clara sobre cómo resolverá esta crisis, aunque fuentes internas sugieren que se están buscando soluciones temporales mientras se negocian mayores partidas presupuestales con Hacienda. Sin embargo, la falta de una estrategia a largo plazo pone en riesgo la imagen de México como un país comprometido con su diáspora. Mientras tanto, la comunidad mexicana en el exterior espera respuestas concretas para que los consulados recuperen su capacidad de operación y cumplan con su mandato de asistencia y protección.
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