México está viviendo un cambio significativo en su mercado automotriz. Los autos eléctricos e híbridos están ganando terreno a paso firme, marcando una tendencia que refleja un creciente interés por la movilidad sostenible y las tecnologías limpias.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) analizados por TResearch, durante el primer cuatrimestre de 2025 se vendieron en el país 43,525 vehículos híbridos y eléctricos. Esta cifra representa un avance notable frente a años anteriores y equivale al 9.2% del total de los 473,323 automóviles vendidos en ese periodo, el porcentaje más alto desde 2016.
Este crecimiento no es casual. En los últimos años, tanto el gobierno como diversos sectores privados han impulsado políticas y campañas orientadas a fomentar el uso de tecnologías más amigables con el medio ambiente. Además, el aumento en la oferta de modelos accesibles, junto con una mayor conciencia ambiental entre los consumidores, ha contribuido a esta transición.
La Ciudad de México lidera este movimiento. Durante el actual sexenio, se han registrado 21,066 unidades vendidas de autos eléctricos o híbridos, seguida por el Estado de México con 10,954 unidades. Otras entidades como Nuevo León, Jalisco y Guanajuato también muestran avances relevantes, consolidando una dinámica regional en torno a la electromovilidad.
En términos acumulados, hasta abril de 2025, se han comercializado 82,062 autos eléctricos en lo que va del sexenio actual, lo que sugiere que el ritmo de adopción continúa acelerándose. Durante el sexenio anterior, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se vendieron un total de 312,102 vehículos de este tipo, un claro indicio de que la transición energética en el sector transporte está tomando fuerza.
El comportamiento anual muestra un crecimiento variable pero constante. Por ejemplo, entre 2024 y 2025, las ventas subieron 27.7%, alcanzando las 43,525 unidades en apenas cuatro meses. Esta tendencia contrasta con ciertos periodos de desaceleración, como en 2020, cuando la pandemia afectó cadenas productivas y mercados globales, pero rápidamente recuperó impulso en los años siguientes.
El aumento de participación de estos vehículos dentro del mercado total también es significativo. Si en 2016 apenas representaban el 0.5%, para 2025 ya copan casi una décima parte del total de ventas automotrices. Este salto ilustra cómo el consumo está cambiando, apoyado por mejores infraestructuras de carga, incentivos fiscales y una mayor disponibilidad de financiamiento.
Aunque aún queda mucho camino por recorrer para alcanzar los niveles de penetración observados en países líderes en electromovilidad, como Noruega o Alemania, México parece haber encontrado el rumbo. La combinación de factores regulatorios, económicos y sociales está allanando el camino hacia una nueva era en la industria automotriz.
Con un horizonte prometedor, los autos eléctricos no solo representan una opción de consumo, sino también una pieza clave en la estrategia nacional de descarbonización y desarrollo sostenible.
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