Nuevamente se comprueba la nula planeación y pésima ingeniería de la SCT en el diseño y cambios de ruta del Tren a Toluca. Es indudable la necesidad de apoyar el sistema de transporte metropolitano en trenes interurbanos y suburbanos, pero lamentablemente el objetivo principal de los proyectos en esta administración son los “negocios” y no la atención a fondo de los serios problemas de movilidad en la ciudad de México.
En la pasada administración, la SCT presentó un proyecto para la operación regional de aeropuertos como una acción estratégica de fortalecimiento del servicio en el centro del país, en el cual uno de los principales objetivos era la ampliación a dos pistas del Aeropuerto de Toluca y su modernización como aeropuerto internacional.
Vinculado a este proyecto de gran visión estaba el Tren Rápido a Toluca con destino intermedio en el aeropuerto de Toluca y con un diseño moderno para acercar al usuario hasta la zona de documentación como existe en muchos aeropuertos en el mundo. La SCT contaba con estudios que demostraban que la zona de mayor demanda del servicio al aeropuerto estaba en el centro-poniente de la ciudad y, por lo tanto, la estación de origen tendría que ubicarse en la zona de Reforma-Chapultepec, vinculada al Metro.
La ruta con la que se licitó el tren a Toluca no cumple con ninguno de estos requisitos; parte de la estación de Observatorio del Metro, llega a Lerma, luego Metepec, Toluca y finalmente Zinacantepec. De acuerdo a la información presentada por la SCT, en Metepec, habrá transporte de autobuses hacia el Aeropuerto. Yo le preguntaría al secretario de Comunicaciones y Transportes, si estaría dispuesto a abordar el Metro en la estación que le quede más cerca; hacer los transbordos necesarios, que en la mayoría de los casos serían de dos a tres, para abordar el tren en Observatorio y finalmente en Metepec, descender para tomar el autobús al Aeropuerto. Yo considero que nadie optaría por esa vía, ya que es un diseño de ruta ilógico y absurdo.
Esta situación podría explicarse porque la SCT ha abandonado completamente el proyecto de ampliación del Aeropuerto de Toluca. La estrategia de servicio aeroportuario en lugar de aprovechar la infraestructura de sus aeropuertos regionales, apuesta ahora al proyecto de un solo aeropuerto gigantesco en el sitio de mayor riesgo en el Valle de México, el vaso del Lago de Texcoco.
Además, la demanda de transporte de la ciudad de México a Toluca, partiendo de la estación del Metro Observatorio, se realiza en autobuses de bajo costo, entonces ¿cómo se piensa recuperar la inversión de un proyecto tan costoso y de tan poca utilidad?
La noticia reciente sobre la modificación a la ruta del proyecto original, demuestra que la SCT hace los proyectos “sobre las rodillas”. El proyecto ejecutivo presentó primero una trayectoria que partía del Metro Observatorio y tomaba la Avenida Vasco de Quiroga hasta Santa Fe. Ahora —dicen—, que por “oposición vecinal”, el tren circulará sobre la barranca del río Tacubaya, pasando por dos vasos reguladores fundamentales para la prevención de inundaciones en la zona, incluso, uno de los vasos sería utilizado para la estación de Santa Fe.
Los dos vasos reguladores construidos sobre el río Tacubaya son la Presa Tacubaya y la Presa Ruiz Cortines, son parte del sistema regulador del poniente de la ciudad, que descargan sus aguas en el Interceptor Poniente del Sistema de Drenaje Profundo. Son absolutamente imprescindibles para prevenir inundaciones en tiempo de lluvias. De acuerdo a la Constitución, están declarados como Zona Federal y es ilegal autorizar construcciones sobre ellas.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes con este proyecto, nuevamente apuesta a infraestructura muy costosa, de miles de millones de pesos en varilla y cemento, en lugar de invertir en proyectos de mayor utilidad y beneficio social, política totalmente contraria al discurso “oficial”.
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