“No necesitas hacerlo entrar en razón a él (Trump). Todo el mundo tiene derecho a su propia locura. Necesitas hacer entrar en razón a la gente que no nota su locura”.
Salma Hayek en el programa Jimmy Kimmel Live
Un Troll es «una persona que publica mensajes generalmente de carácter provocador u ofensivo en chats, foros, redes sociales, etcétera, con el único fin de generar polémica o molestar al resto de participantes en la comunidad».
El «troleo» puede llegar al bulling y a límites tan absurdos, e inimaginables, que han provocado muchos conflictos en redes sociales y en la vida diaria; los desenlaces han sido funestos en muchos casos.
El viernes 20 de enero de 2017 –y para decirlo como supongo que todo mundo lo va a decir, «en una lluviosa y fria mañana» en Washington–, Donald Trump juró como el presidente número 45 del país más poderoso del mundo.
El discurso que pronunció fue el mismo, y desbarata lo que los políticos y analistas del mundo y México habían pronosticado pues, lo que es peor, lo endureció más y ha comenzado a tomar acciones concretas sobre lo que ha prometido.
Al momento en lo que esto escribo, Donald Trump anuncia y firma su salida del TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, por sus siglas en inglés) lo que confirma que Trump no va a reparar en estrategias, análisis, ni posicionamientos, simplemente ejecutara sus ideas.
La razón por la que todos los pronósticos que se han hecho sobre lo que hará o dejará de hacer Donald Trump han fallado, es porque todos responden a una lógica política, económica o social que tiene como finalidad el beneficio de las naciones, sin embargo para el nuevo presidente de los Estados Unidos no existe ese tipo de consideración.
Desde mi muy particular punto de vista –y sin ser ningún experto en la materia–, me atrevo a dar mi opinión basándola en la descripción de un padecimiento de la personalidad que iré desglosando de acuerdo a la sintomatología visible del nuevo presidente.
La personalidad de Donald Trump corresponde a un perfil que por sus características impide cualquier tipo de interacción o retro alimentación que permita llegar a consensos, los personajes como Donald Trump no aceptan que otras personas puedan tener razón y no son capaces de creer que pueda existir otra verdad que no sea la suya.
La personalidad de Trump no es algo que esté escondida bajo un disfraz o bajo una estrategia de fingimientos o guardada como un secreto absoluto, está ahí a la vista de todos y nada de lo que describiré en este artículo podrá ser rebatido como falso, solo le pido al lector un poco de paciencia.
Comenzaremos hablando rápidamente sobre un conjunto de características que el nuevo presidente de Estados Unidos manifiesta como persona. Trump en su discurso y vida diaria tiene una actitud distante de las personas que lo hace permanecer impasible ante estímulos que para el resto de las personas son motivos para la emotividad, a esta actitud se le llama clínicamente como frialdad emocional.
Donald Trump finge sentimientos o cualidades que, en realidad, contradicen lo que verdaderamente siente o piensa, lo que lo hace una persona hipócrita. Trump es propenso a faltar al respeto, a ofender o a provocar a los demás y a estas actitudes se les denomina como agresividad, que en este caso, parece que va más allá de lo que se considera normal.
Otra característica muy clara y que manifiesta continuamente es el esfuerzo constante que el nuevo presidente hace por aumentar su propia imagen o sea hace autopromoción. Trump tiene un marcado maquiavelismo ya que maquina sus planes para conseguir lo que desea a través de la manipulación de los contextos sociales, teniendo como elemento central su propio interés.
También vemos en la forma de actuar de Trump otro elemento más que es su desmesurado narcicismo en donde muestra una clara tendencia hacia la grandiosidad, el exhibicionismo, la admiración de los demás, la búsqueda de tratos especiales. Algunas características más del narcisismo de este sujeto son sus desmesuradas respuestas y defensas que hace cuando es criticado, las relaciones de explotación, la falta de empatía y la pretensión.
Las características psicopáticas de la personalidad de Donald Trump las podemos ver en tres tipos de manifestaciones que son: En sus relaciones interpersonales vemos que es una persona arrogante, con un desproporcionado sentido de su propio valor, encantador superficialmente, miente con extraordinaria facilidad y manipula a los demás.
En lo ámbito afectivo, finge entender a los demás, pero es incapaz de ponerse en el lugar de las otras personas, es insensible e incapaz de establecer vínculos emocionales sólidos. Carece de la capacidad para experimentar emociones y, por eso, no tiene sentimientos de culpa y es incapaz de tener empatía con los demás.
Trump muestra comportamientos irresponsables e impulsivos y frecuentemente ignora o viola las normas sociales.
Hasta aquí, mi estimado lector, ya habrá podido recordar muchos momentos en donde el presidente Trump ha dejado ver todas y cada una de las características descritas arriba pero si usted aún tiene dudas sobre toda esta sintomatología por favor lea al final de este texto algunos claros ejemplos.
Un pequeño resumen entonces sería que Donald Trump es frio emocionalmente, hipócrita, agresivo, se auto-promociona, es maquiavélico, narcisista y tiene una psicopatía muy definida. Seguramente usted se pregunta ¿y eso qué? todas las personas mostramos algunos de estos síntomas. El problema no es que sea narcisista o maquiavélico, el problema es que Donald Trump es todo lo descrito a la vez y eso define un comportamiento o perfil de la personalidad muy peligroso.
La preocupación es que este tipo de personas no reconocen ningún tipo de autoridad y tratan implacablemente de imponer la suya, destruyendo todo aquello que se interponga en su camino sin importar las consideraciones morales o legales, cuando fija su mirada para destruir a alguien no hay posibilidad de que negociando se pueda llegar a un arreglo, no hay posibilidad para la diplomacia, ni para la buena voluntad.
La mentalidad de estos sociópatas fija como meta destruir a sus enemigo y no espera verlos sometidos, aspira a la destrucción total.
Lo sorprendente es que en un país como Estados Unidos que es de primer mundo y que se supone tiene los mayores avances en la ciencia y la tecnología no haya sido capaz de detectar a su más grande enemigo. En algunos meses más adelante seremos testigos de grandes purgas internas dirigidas contra los detractores de Trump, contra la prensa y de quienes no se sometan a su voluntad.
¿Cuáles son las posibilidades diplomáticas que tiene Peña Nieto y Videgaray de llegar a un acuerdo con Trump? Desde mi particular punto de vista, ninguna. Trump planteará sus irreductibles condiciones con el método de la confrontación porque siempre le ha dado buenos dividendos y poco a poco subirá sus demandas para complicar cada vez más las negociaciones y, así, salirse con la suya que en realidad es sacar a México del TLCAN y Peña y Videgaray tendrán que aceptarlas porque no tienen ningún plan de defensa en contra de un sociópata como Trump, van a tratar de suavizar al león y a ver que recuperan.
Trump ya les dio su primer estate quieto. Peña se puso en contacto con Justin Trudeau, primer ministro de Canadá para hacer un frente común para defender el TLCAN y Trump mandó de inmediato a Stephen Schwarzman a decirle al canadiense que no se preocupe porque el pleito no es con Canadá, es con México, así Canadá dejará en la pelea sólo a nuestro país.
Mientras tanto el Presidente Enrique Peña Nieto en México hace un pronunciamiento mediático sobre las estrategias y directrices que su gobierno llevará a cabo para enfrentar las nuevas políticas que el presidente Donald Trump está llevando a cabo en el vecino país del norte. ¡Ándele pues!
Y aunque exista una solución comercial o política Trump no va a ceder porque eso significaría no haberle ganado a su enemigo, que es México, ya lo ha dicho muchas veces «México no es nuestro amigo».
La gran mayoría de los políticos mexicanos creen que Donald Trump tendrá que sujetarse a las reglas, pero lo que no saben o no han querido ver es que Trump es un personaje que no tiene ningún respeto por las reglas y que como ya lo ha demostrado las puede hacer a un lado según le convenga.
Trump tratará de que en la reunión del 31 de enero se acabe el asunto, sacará a México del TLCAN fingiendo que se retira pero mantendrá sin tocar ninguna de las condiciones del tratado con Canadá.
En resumen, México y el mundo se las tienen que ver con un sociópata muy peligroso que no va a ceder en ninguno de sus planteamientos porque simplemente está convencido de que sus ideas son la absoluta verdad y, por lo tanto, ni su hija Ivanka, ni su yerno pueden influir en sus pensamientos, lo único que pueden hacer es seguir las delirantes ideas que Donald Trump ya tiene fijas en la mente.
Desgraciadamente este tipo de personas no pueden olvidar nunca y por ningún motivo a los que cree son sus enemigos.
Pero ¿cual es esta misteriosa enfermedad de la personalidad que tiene el presidente Trump? Es un desorden de la personalidad llamada Triada Oscura, ya sé, y por eso lo dejé al último, suena conspiranóico, pero es un desorden real y quienes lo padecen suelen terminar en la cárcel, pero también hay individuos que permanecen en libertad y que la ciencia llama enfermos funcionales, como lo es Trump.
Nos ha tocado vivir ahora si un argumento de película en donde Donald Trump representa lo peor del ser humano y personificará a villanos de película como Bane. Los ejemplos de todo lo dicho en este artículo son muchos y reales que se pueden constatar en la prensa (si tiene dudas solo copie y pegue las frases de Trump en Google y encontrará las fuentes originales) solo pondremos algunas muestras por razones de espacio y estarán agrupadas de acuerdo a los síntomas de su personalidad.
Empecemos: El nuevo presidente durante toda su campaña se ha caracterizado por una notoria y enfermiza tendencia hacia la grandiosidad, un ejemplo de este tendencia es su lema de campaña. «Make America great again» que traducido puede ser «Hacer a América grandiosa de nuevo».
Otra más “Haré un GRAN muro en nuestra frontera sur y haré que México pague por él”. O esta otra joya que muestra esa fijación de su propia grandiosidad «Cuando eres una estrella puedes hacer cualquier cosa. Agarrarlas por el coño, lo que quieras», conversación que Trump tuvo con la prensa la cual quedo grabada y que fue publicada por el Washington Post.
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Y como sabemos, durante su campaña política para llegar a la presidencia fueron muchas las denuncias de mujeres que lo acusaron de abuso sexual. Donald Trump se ve a si mismo como un ser grandioso, fuera de serie. A Alicia Macho ex Miss Universo la llamó «Miss Piggy», después la llamó ‘Doña Labores Domésticas’ porque era latina. Después la describió en el programa de televisión ‘Fox and Friends’ como «la peor persona» que pasó por el concurso de Miss Universo.
A Salma Hayek, segun su propia narración, mucho tiempo atrás fue invitada por Donald Trump a salir (sí, una cita) la cual ella rechazó, por lo que se ganó una serie de insultos por parte del republicano.
Y vea las siguientes frases: «Podría disparar a gente en la Quinta Avenida y no perdería votos», “No sé cómo somos tan estúpidos y tenemos un presidente como Barack Obama”. Sobre México Trump ha dicho (sólo algunos ejemplos): «México no es nuestro amigo», «México nos envía a la gente que tiene muchos problemas, que trae drogas, crimen, que son violadores», «Cuando los mexicanos nos envían a su gente, no nos envían a la mejor», «Este es un país en el que hablamos inglés, no español».
Sobre los musulmanes y aprovechando cualquier oportunidad ha dicho: «Restablecería el ahogamiento simulado para los sospechosos de terrorismo», “Prohibir el ingreso de los musulmanes a los Estados Unidos es algo de sentido común”, «Pido el bloqueo completo y total a la entrada de musulmanes en EEUU», «Si gano las elecciones, devolveré a los refugiados sirios a casa».
Sobre la periodista de Fox News, Megyn Kelly, que en uno de los debates se atrevió a confrontar al candidato a la presidencia por los disparates que había expresado sobre las mujeres, Trump dijo sobre la periodista que: «Podías ver cómo le salía sangre de sus ojos. Le salía sangre de su… donde sea», y para tratar de destruir a Kelly, Trump boicoteo el debate republicano del 28 de enero del 2015 porque la periodista era la moderadora.
El caso del periodista Jorge Ramos –quien fue expulsado de las conferencias de prensa–, también muestra como el presidente Trump es incapaz de controlarse. Trump en su ya larga carrera de abusos ha dicho que «sería bonito ver cómo una modelo de Playboy se pone de rodillas» o que no le gustan las mujeres «cerdas gordas, perras, patanes y animales asquerosos».
En la explicación para su salida del TPP uso Donald Trump una frase muy significativa, «Yo creo» en lugar de decir que existen estudios o análisis, el simplemente pone como máxima autoridad a su propia creencia, «yo creo».
Otra característica que Donald Trump tiene es su fuerte necesidad de exponerse en público, de forma espontánea, llamativa y excesiva mostrarse ante todos como una persona exitosa.
México tiene su troll y tiene que encontrar una forma de cómo enfrentarlo.
@EnriqueDavilaV
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