Gasolinazo y engaño

El gobierno de Peña Nieto se ha distinguido por su habilidad para que cualquier política que implemente –sea ocurrencia, necesaria, urgente o no–, se convierta en un caos mediático y reciba el rechazo de la gran mayoría de la sociedad.

La falta de capacidad técnica de los encargados de diseñar las políticas de gobierno, la incapacidad de comunicar eficientemente sus propósitos y planes, así como la falta de oportunidad para implementarlas han sido la causa de que día a día empeore la imagen del gobierno de Enrique Peña Nieto.

Ahora nos toca el gasolinazo y a sabiendas que este tema se ha discutido en la prensa hasta la saciedad, me he decidido a escribir sobre esto porque creo que no queda claro a los ciudadanos de a pie el porqué la gasolina ha subido de precio.

Las autoridades dan su discurso, con aire condescendiente, plagado de términos técnicos y es necesario entender todos los terminajos técnicos con los que los «expertos» nos tratan de imponer su punto de vista.

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Los mexicanos días antes de que terminara el año 2016 recibimos la noticia de que al empezar 2017 las gasolinas subirían de precio, el gobierno se encargó de, según ellos, dar a conocer cual era la estrategia que seguirían y cuáles serían los nuevos precios.

De inmediato prensa, políticos y ciudadanía reaccionaron sobre el tema.

El señalamiento más estridente es que la medida es inflacionaria y que comenzaría una espiral de aumentos que el mismo Peña Nieto no podría detener, la prensa sacó primeras planas incendiarias dando a conocer los pronunciamientos de los políticos en todas su tonalidades así como de la protesta social que el incremento desató, casi todo el país externó su opinión, pero llamó la atención el silencio mediático de los propios priístas, las pocas declaraciones que se hicieron fueron opacadas por el gran ruido mediático que causó la molestia popular, las noticias se llenaron por varios días de saqueos y violencia.

Pero ¿por qué el gobierno afirma que era necesario el ajuste? El principio es muy simple, en México el precio de la gasolina en algunos momentos ha estado más barata que el precio internacional y alguien debe pagar esa diferencia.

La historia del precio de las gasolinas va de tiempo atrás y sólo se le cuenta al mexicano una historia que está amañada para hacerle creer que el gobierno hace sacrificios muy grandes o las cosas van muy mal para el mismo.

Pero el asunto es que cuando el precio internacional de las gasolinas es superior al precio al que se vende en México se crea un subsidio que cubre la diferencia.

Pero cuando los precios internacionales están por abajo del precio que hay en México, Hacienda se hizo como el Tío Lolo y no bajó los precios. Y para entender cómo funciona esto de los precios tenemos que entender que es el IEPS y cómo funciona.

El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) se creó para sustituir a la Ley Federal del Impuesto a la industria de Azúcar, Alcohol, Aguardiente y Envasamiento de Bebidas Alcohólicas, y fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 30 de diciembre de 1980 y su reglamento a partir de 1984.

Este impuesto fue ideado para cubrir las consecuencias negativas  que genera para el gobierno la comercialización de ciertos productos. Cuando la población consume alcohol y tabaco, a pesar de que son actividades lícitas, el consumo a largo plazo producen en las personas consumidoras enfermedades que el Estado tiene que atender dentro de los esquemas de salud pública, estas enfermedades se vuelven crónicas y requieren tratamientos que son caros y de por vida para los pacientes.

Así pues el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), fue creado con la idea de que el gobierno pudiera allegarse los recursos para solventar los gastos derivados a consecuencia del consumo de los productos a los cuales se les impone este impuesto. Como podemos ver fue un impuesto compensatorio.

Los productos que inicialmente el gobierno listó para ser acreedores de este impuesto fueron las bebidas alcohólicas y cerveza, alcoholes, alcohol desnaturalizado y mieles incristalizables, tabacos labrados.

Como siempre pasa con los gobiernos priístas, el destino final del impuesto nunca fue el propuesto y el IEPS si se convirtió para el gobierno en el tercer ingreso más importante después del Impuesto Sobre la Renta y el IVA.

Durante la existencia del IEPS el aporte de los combustibles al total recaudado por este impuesto es del 70%.

¿Cómo funciona el IEPS en las gasolinas? Primero debemos entender que la Secretaria de Hacienda se aseguró de que el total del impuesto estimado siempre le llegara completito a sus arcas, me explico.

Suponga usted que el gobierno estimaba que por concepto de gasolinas recibirá mil pesos de IEPS, pero al final recibe solo 800 pesos, y como desde el punto de vista de Hacienda a «juerzas» debía recibir los mil pesos, entonces se inventó una receta mágica, vea usted: según la Ley de Ingresos, si la Federación en la recaudación del IEPS no llegaba a la cuota establecida por concepto de gasolinas y diesel, el faltante lo tenía que aportar PEMEX y en automático Hacienda lo tomaba del Derecho de Extracción de Petróleo que paga la paraestatal. Sí, por esta razón y otras muchas similares PEMEX quebró.

Otra cosa que debemos saber es como se conforma el precio del petróleo y lo podemos resumir muy fácilmente si sabemos cuáles son los factores que se integran en el precio.

Precio de compra o de producción. Usted sabe que más del 62% de la gasolina que se consume en el país se compra en el extranjero porque nuestras refinerías no tienen la capacidad para producir los volúmenes de combustible que el país necesita.

Y como cualquier producto en el precio se suman todos los costos directos e indirectos (administración, insumos, costos de distribución) y por supuesto se suma lo que la paraestatal pierde por las ordeñas clandestinas en sus tuberías.

Y hasta el final se suma el IEPS y al final se le suma el IVA.

Ahora bien ¿cuál es la historia del famoso IEPS? Desde su establecimiento han habido varias formas para calcularlo que se han ido modificando con el paso del tiempo.

Hasta 1993, la tasa que se aplicaba a los productos derivados del petróleo era fija y para las gasolinas la tasa que se cobraba era el 60% y para el diesel el 20%. Esta estrategia funcionó hasta que los precios del petróleo comenzaron a aumentar y por lo tanto la parte que el estado subsidiaba también aumento en la misma proporción.

A partir de 1994, el estado decidió que la tasa impositiva del IEPS debería ser variable para que el precio de las gasolinas en México pudiera acercarse a la realidad internacional y para esto propuso que la fórmula del cálculo del IEPS incluyera como precio de referencia el costo de las gasolinas en el extranjero.

La fórmula que se manejó en aquellos años mantenía una relativa estabilidad en los precios de las gasolinas, PEMEX tenía una buena producción de petróleo crudo y la Secretaria de Hacienda mantenía el precio de las gasolinas artificialmente bajo.

Pero como siempre pasa en la economía, las condiciones empezaron a variar y los precios internacionales del petróleo comenzaron a subir lo que provocó que el subsidio a las gasolinas en México aumentara escandalosamente. PEMEX soportaba la carga del subsidio casi en su totalidad mientras que la recaudación por el IEPS disminuía. Esto se debe a que por disposición de la SHCP la ecuación de cálculo definía que al subir el precio de los combustibles PEMEX debía pagar más mientras que el IEPS bajaba proporcionalmente.

El acabose llegó en el 2004 y 2005, gracias a la ecuación de cálculo del IEPS éste presentó esos dos años tasas negativas, para PEMEX y Hacienda esto representó una verdadera crisis, pues por un lado se descapitalizaba a pasos agigantados a la paraestatal y, por el otro, Hacienda veía que su recaudación disminuía a la misma velocidad, pues las reglas de la misma SHCP decían que cuando el IEPS fuera negativo, se aplicaría la tasa cero, o sea que al consumidor final no se le cobraba el impuesto y por lo tanto la carga la absorbía PEMEX en su totalidad, así fue como el tercer impuesto en importancia dejaba un saldo de cero pesos en el renglón de gasolinas.

Es importante señalar que durante este periodo, la alta cotización de los hidrocarburos dio una falsa imagen de prosperidad para PEMEX, decimos que fue falsa porque a pesar de que los precios de la mezcla mexicana eran muy altos, el subsidio fue carcomiendo la viabilidad de la paraestatal y se sumó un elemento más, las reservas petroleras de México se comenzaron a agotar.

Fue durante el sexenio de Vicente Fox que con este panorama en puerta se empezó a hablar de una urgente Reforma Energética y en el sexenio de Calderón se siguió impulsando esta idea, pero el PRI era mayoría en el congreso y se opuso a su implementación, se repetía en los círculos priistas: «si es necesaria la reforma energética, pero no se hará en un gobierno panista».

Se invirtió mucho dinero en exploración pero los resultados fueron muy pobres. La ceguera del PRI y su descomunal soberbia le robaron a México la oportunidad y el momento de actuar.

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Con la llegada de Peña Nieto al poder, la pesadilla estaba por empezar, el campo petrolero más importante de México paso de producir 2 millones 200 mil barriles diarios de petróleo a sólo 200 mil barriles diarios y, por si fuera poco, la bonanza de los precios altos del energético se fueron al piso, de 130 dólares por barril cayeron a poco menos de 20.

Y se sumó el pobre desempeño de la economía mexicana y el peso se devaluó frente al dólar.

Aquí hay que señalar que al final del sexenio de Calderón, el Secretario de Hacienda era ni más ni menos que José Antonio Meade Kuribreña, sí, el actual secretario de hacienda de Peña Nieto. Meade –durante el sexenio de Calderón– estuvo ligado primero a la SHCP, después a la Secretaría de Economía y finalmente de nuevo en la SHCP.

Con Calderón se ideó que para darles más recursos a los estados se agregara un gravamen adicional al IEPS, así aparece en la fórmula de las gasolinas un cargo en donde los montos hasta el 2016 llegarían a 37 centavos para la gasolina Magna, 45 centavos para la gasolina Premiun y 31 centavos  para el diesel. Y finalmente otro muy oscuro cargo denominado «combustibles fósiles o ambiental» que le suma 11 centavos a las gasolinas Magna y Premiun y casi 14 centavos al diesel, cargo que no se encuentra regulado en su aplicación en ningún lado.

La estructura del IEPS es como sigue:

IEPS _cobrado = IEPS _Federal + IEPS _Estatal + IEPS _Ambiental

Fuente: Centro de Estudios de las Finanzas Públicas. Cámara de Diputados. LXIII Legislatura

Prácticamente durante los 4 años que lleva en el gobierno Peña Nieto los precios internacionales de las gasolinas han sido menores al precio oficial que había en México, lo que significaría que PEMEX dejó de subsidiar a lo largo de su gobierno las gasolinas, sin embargo, los precios nunca bajaron y a los mexicanos les siguieron cobrando el impuesto gracias a las modificaciones que Videgaray hizo a la fórmula de cálculo del IEPS en el 2014

En el final del 2016 Enrique Peña Nieto con Meade en Hacienda se decide terminar de una vez por todas con el poco subsidio que a finales de año aportaba PEMEX a las gasolinas, y liberar los precios.

Pero lo que el gobierno omite decirnos es que el IEPS también debería desaparecer, porque al estar el precio de las gasolinas a la par y regulado por los precios internacionales el impuesto YA NO TIENE RAZÓN DE SER.

Quizá la única parte que debería mantenerse sería el «IEPS ambiental», dado que estaría en línea con la idea con la que se creó este impuesto, que era remediar los males que se generan al consumir las gasolinas.

Pero la pregunta que todos nos hacemos ¿qué hace el gobierno con este impuesto? Durante años este impuesto generó una enorme recaudación para Hacienda pero ni un sólo centavo llegó de regreso a PEMEX y la gallina de los huevos de oro –como llamó Peña a PEMEX– murió.

¿Y el dinero?

@EnriqueDavilaV