Encarcelan a Jorge Serrano Limón, porque la Auditoría Superior de la Federación (ASF) lo acusa de anomalías en cuentas ante la PGR. Se supone que si lo dice la ASF debe ser cierto ¿lo es? No necesariamente.
Lo que encuentra o no encuentra la ASF depende de la capacidad de investigación de esta institución, y su posibilidad de error se mantiene dentro de los errores humanos comunes. Sí, puede estar en lo correcto o en error o falsedad: si es por incompetencia, que la hay, me consta, es error, pero si es por perversidad, es falsedad.
Del trabajo que se hace como servidor público, hay asuntos que debe uno reservarse, pero otros no. Si digo que me consta que en ciertos casos la ASF hace tonterías, es porque lo he visto, y no veo por qué no decirlo ya que no es asunto reservado. Se trataba de información pública, además.
Para el cierre de la administración 2006-2012, en mi carácter de contralor de un instituto nacional de salud, acudí con representantes de todas las instituciones y hospitales del sector Salud y sus respectivos contralores, a varias reuniones en la ASF.
En dichas reuniones los funcionarios de la ASF insistían en la existencia de omisiones de información de los institutos y hospitales, de temas que eran inaplicables al Sector Salud. “Con peras y manzanas”, se les explicó ampliamente su error y volvían a hacerlo, hasta que terminaron por reconocerlo, y nos pareció que más por nuestra presión que por convencimiento de su error. Necedad o incompetencia, creo que eran necedad por incompetencia profesional.
La superficialidad del trabajo de dichos funcionarios iniciaba con escribir mal los nombres de algunos de los presentes en las reuniones, lo que invalidaba las firmas. En un caso, que nos hizo perder tiempo a todos, un acta se rehízo tres veces porque de un error pasaban a otro. Así de elemental era la incompetencia.
Por estas razones, pueden ser falsas las acusaciones de la ASF contra Jorge Serrano Limón, que tan felices hacen a los partidarios de la cultura de la muerte (el aborto) y a los enfermos mentales que se refocilan con el mal ajeno y crucifican sin discutir a quien no quieren, como Jorge, por defender la vida.
Ya varias veces se ha acusado a Serrano Limón de lo mismo, y siempre ha tenido razón, aunque sus enemigos dentro del aparato gubernamental neciamente se nieguen a reconocerlo. Pero la agresión de esos partidarios del aborto, como en otros casos alrededor del mundo, no para hasta verlo destruido, si es que logran su objetivo. No es el único caso, hay muchos.
Así que no, si lo dice la ASF bien puede ser falso y Jorge tener la razón, y que su rendición de cuentas esté correcta, que es lo más probable.
Las cuentas y movimientos de dinero en una asociación civil como ProVida no se pueden esconder, sobre todo en tantos millones de pesos, así que lo razonable es pensar que son los auditores de la ASF los que no fueron capaces de identificar el uso de esos fondos públicos que afirman fueron “desviados”.
Dicen que el amor y el dinero no pueden esconderse, y así se ven enormes fortunas de políticos que manejan mucho dinero, y cuya sola explicación es el robo al erario, la corrupción personificada. Ni a Jorge Serrano Limón ni a ProVida esos supuestos 25 millones de pesos “desviados” se le ven por ninguna parte.
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