Desde septiembre de 2024, Sinaloa, especialmente Culiacán, ha sido escenario de una ola de violencia que ha cobrado la vida de al menos siete influencers, presuntamente vinculados al Cártel de Sinaloa. Estos asesinatos, enmarcados en la pugna interna entre las facciones de “Los Chapitos” y “La Mayiza” tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, reflejan la creciente influencia del crimen organizado en las redes sociales y la peligrosa intersección entre la fama digital y el narcotráfico.
El conflicto estalló el 9 de septiembre de 2024, cuando Joaquín Guzmán López entregó a Zambada a autoridades estadounidenses, desencadenando una guerra por el control del cártel. Según la Fiscalía de Sinaloa, hasta enero de 2025 se registraron 719 homicidios en la entidad, muchos relacionados con esta disputa. Entre las víctimas destacan creadores de contenido que, ya sea por admiración o nexos directos, promovían la imagen del cártel en plataformas como TikTok y YouTube.
El primer caso registrado fue el de Alan Zamudio, asesinado el 17 de septiembre de 2024 en Culiacán. Conocido por su música y miles de suscriptores, su cuerpo fue hallado en un puente con signos de violencia. El 19 de octubre, José Carlos, alias “El Chilango”, fue acribillado mientras vendía dulces. En sus videos, expresaba apoyo a “Los Chapitos”. El 23 de noviembre, Miguel Vivanco, “El Jasper”, fue encontrado torturado tras ser secuestrado; estaba señalado por Estados Unidos por presuntos lazos con los hijos de “El Chapo”. Leovardo Aispuro, “Gordo Peruci”, fue baleado el 9 de diciembre frente a su casa, y su esposa resultó herida. El 10 de enero de 2025, Justin Paul, “El Pinky”, apareció muerto con huellas de tortura, tras un video donde confesaba filtrar información a “La Mayiza”. Adal Peña, “El Tata”, fue asesinado el 23 de enero mientras se ejercitaba, y el 28 de marzo, Gail Castro, hermano del influencer Markitos Toys, fue ejecutado en Ensenada.
Estos casos evidencian una subcultura de “chiquinarcos” que glorifican el narcotráfico en redes, según un estudio de José Villegas (2022). Muchos de estos influencers colaboraban con Markitos Toys, señalado por su ostentoso estilo de vida y presuntos nexos con “Los Chapitos”. Narcovolantes lanzados en Culiacán el 9 de enero de 2025 acusaron a 25 creadores de contenido de lavar dinero para el cártel, intensificando las amenazas. La violencia no solo afecta a quienes alaban al crimen organizado, sino que genera pánico entre los habitantes de Sinaloa, con más de 800 homicidios reportados en cinco meses, según EFE.
Las autoridades no han esclarecido estos crímenes, y la impunidad prevalece. La estrategia de seguridad de Claudia Sheinbaum, enfocada en inteligencia, reportó una reducción del 19.2% en homicidios en enero de 2025, pero la crisis persiste. La guerra digital y territorial en Sinaloa demuestra que el crimen organizado no solo domina las calles, sino también las pantallas, convirtiendo a los influencers en blancos de una violencia sin tregua.
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