Ojalá y el PRI entienda que seguir manteniendo al país en la opacidad y en la corrupción hoy tiene un precio mayor.
El lunes se inauguró el primer periodo extraordinario de la LXIII Legislatura con varios temas en el tintero pero con un objetivo primordial: aprobar la legislación secundaria que le dará vida el Sistema Nacional Anticorrupción.
La geopolítica cambió radicalmente el primer domingo de julio y el PRI que se ha negado constantemente a combatir la corrupción hoy no tiene mucha cara para mantener su postura de opacidad. Irónicamente, quien inició la batalla por la creación del Sistema Nacional Anticorrupción fue Ricardo Anaya, el actual presidente del PAN que acaba concretar un triunfo histórico, cuando era diputado federal en la legislatura anterior.
Qué tanto habrá tenido que ver la corrupción en la derrota del PRI es complicado de medir, pero sí se pueden ver varios factores:
- La reforma constitucional que le da vida inicial al Sistema Nacional Anticorrupción fue aprobada por el PRI en un momento muy complicado; cuando se juntaron dos tragedias: la desaparición forzada de los 43 de Ayotzinapa y el destape de la “Casa Blanca” de Peña Nieto.
- También fue ese mismo momento cuando empezó a caer la aprobación presidencial estrepitosamente.
- Todo esto llevó a la (francamente estúpida) decisión de poner a Virgilio Andrade al frente de la Secretaría de la Función Pública.
- Descartando la imagen del “nuevo” Secretario y el ridículo del Presidente al nombrarlo (fue el famoso día del “ya sé que no aplauden”) se inició una supuesta investigación que dio el resultado más cínico de la historia: “no hubo corrupción y se cierra el caso de la Casa Blanca”.
- Evidentemente el asunto no se quedó ahí porque hubieron muchas acciones colaterales: se puede entender que hubo un franco intento del gobierno de acabar con Aristegui (que fue quién destapó lo de la Casa Blanca), se publicaron cientos de artículos y notas, se hizo un libro, el Coordinador de los diputados del PAN Marko Cortés solicitó Juicio Político en contra de Virgilio Andrade.
- Ciudadanos apartidistas con cierta organización impulsaron la iniciativa ciudadana 3 de 3 y consiguieron más de 600 mil firmas de apoyo.
- El PRI decidió desdeñar de inicio la iniciativa ciudadana.
- El PRI bloqueó la aprobación del Sistema Nacional Anticorrupción y consiguió que no se cumplieran los términos legales estipulados en la reforma constitucional.
Lo que sigue es que el PRI tuvo su peor derrota electoral de la historia y que ahora, con la cola entre la piernas, está cambiando, poco a poco y con constantes tropiezos, su actitud.
Los 7 nuevos ordenamientos o modificaciones que se tienen que aprobar esta semana son:
- Ley que crea el Sistema Nacional Anticorrupción
- Ley de responsabilidades (aquí es donde se incluye la iniciativa ciudadana 3 de 3)
- Ley Orgánica de la ASF
- Ley que crea el Tribunal de Justicia Administrativa
- Ley de Fiscalización
- Ley Orgánica de la PGR
- Código Penal Federal
Cabe añadir que si no hay un fiscal autónomo habría que tolerar a otro payaso como el secretario Virgilio Andrade, que como buen empleado cumplió su función de exonerar a su patrón.
Hay países, que en muchos aspectos son menos avanzados que México pero que nos han dado ejemplo de que no deben existir “príncipes arbitrarios” y que la justicia es para todos. Ojalá y el PRI entienda que seguir manteniendo al país en la opacidad y en la corrupción hoy tiene un precio mayor.
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