La aplicación de la vacuna contra el virus covid-19 dejó en evidencia muchas deficiencias en materia de derechos humanos en la Ciudad de México.
En la premura por aplicar las dosis, se dejaron de lado protocolos de atención digna, se dio un trato denigrante a los grupos ya de por sí vulnerables —y a sus acompañantes—que esperaban horas bajo el sol y de pie, sin acceso a hidratación o sanitarios.
Desde el inicio de la campaña de vacunación me di a la tarea de visitar centros de inoculación en las distintas alcaldías para poner en evidencia este trato inhumano e indigno que recibían las personas, para escuchar, de primera mano, a los adultos mayores y desde ahí exigir un cambio en la estrategia.
Me da mucho gusto reconocer que el gobierno de la Ciudad de México ha sabido escuchar y ha implementado acciones para dar un trato digno. En ese mismo orden de ideas, también agradezco la oportuna intervención de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, que se convirtió en un aliado en esta lucha luego de ver las evidencias que aporté.
Esta misma semana, la CDHCDMX lanzó un llamado urgente al gobierno que encabeza Claudia Sheinbaum para que tome todas las medidas necesarias para que las jornadas de vacunación se desarrollen en condiciones dignas, tomando en consideración condiciones climatológicas, tiempos de espera, accesos incluyentes, estaciones de hidratación, baños, entre otras atenciones, tanto para los adultos mayores como para sus acompañantes.
Los cambios ya comenzaron. Por ejemplo, el 24 de febrero hice un recorrido por el Hospital del ISSSTE en la alcaldía Tláhuac, y pude ver cómo los asistentes se cubrían del sol con lonas y se sentaban sobre las bardas. En general, las condiciones eran deplorables mientras esperaban y en contraste, esta misma semana regresé sólo para confirmar que ya se habían instalado carpas, había orden y las condiciones de espera habían mejorado.
Ante un escenario de desorden y de improvisación, exhibir las deficiencias del gobierno de la ciudad, funcionó. Sin embargo, continuaré con mis recorridos y visitas, vigilaré que el gobierno cumpla para que no se trate de un cambio superficial y temporal, de esos a los que ya nos tienen acostumbrados.
Artículo publicado el 7 de marzo de 2021
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