Hace 153 años, cuando los franceses planeaban una segunda intervenciónen México, la ciudad de Puebla era paso forzoso para las fuerzas militares que viajaban de Veracruz a la capital. Su inminente llegada a Puebla provocó que miles de soldados se levantaran en armas para impedir su paso y defender a nuestro país, demostrándole al mundo entero lo que era luchar por sus libertades y sus tradiciones.
La Batalla de Puebla fue el inicio de una guerra que México ganaría; fue la primera victoria que marcaría la definitiva independencia de un país que durante años había luchado por su libertad. Bajo el mando del general Ignacio Zaragoza, soldados e indígenas, armados con lo que podían, derrotarían a uno de los ejércitos mejor preparados del mundo, el francés.
La importancia de esta batalla descansa en el hecho de que México demostró la fortaleza de su ejército en un enfrentamiento con menos hombres y menos armas que su contrincante, un adversario reconocido en el mundo por su disciplina militar y sus victorias en épocas de guerra. La importancia de esta batalla, es que, como lo citó entonces el general Zaragoza, México cubrió sus armas de gloria.
Para México, la batalla del cinco de mayo significa un momento que definió para siempre el rumbo que tomaría el país. Fue el triunfo sobre el imperio lo que terminó de construir la identidad y carácter de un país que tuvo que sacrificar vidas de mexicanos para alcanzar la libertad y el desarrollo.
Para Puebla, fue el llamado a edificar un estado de oportunidades que hoy es ejemplo de competitividad, desarrollo y modernidad. Ser el escenario de esta lucha le dio a la entidad la fuerza para seguir superando retos, mantenerse de pie y seguir trabajando para alcanzar sus metas, las cuales poco a poco se han ido concretando.
Así, la Batalla de Puebla forma parte de la genética de los mexicanos, ciudadanos en busca de un futuro de desarrollo y una mejor calidad de vida. Para los ciudadanos, el 5 de mayo es la fecha que define lo inesperado, el reto superado ante la expectativa de la derrota, la muestra de que a través de la lucha constante, la planeación y la unidad el enemigo más fuerte puede ser derrotado. Es el David contra Goliat.
El factor de lo inesperado forma parte de la historia en México, un país que, en diferentes ocasiones, ha tenido que demostrar su fortaleza a través de la defensa de su libertad. Puebla y los franceses no son el único ejemplo; México ha peleado con norteamericanos, españoles e ingleses, y cada una de estas veces ha salido triunfante dejando claro que cuando se trata de luchar por el bienestar del país, ni las armas, ni los ejércitos bastan para pasar encima de los mexicanos.
Recordar la Batalla del 5 de mayo es recordar los motivos por los que los mexicanos siguen luchando día a día, su libertad a desarrollarse, contar con un patrimonio y una familia segura. En diferentes contextos la lucha y el amor por la patria siguen siendo las mismas razones que llevaron un día al Ejército mexicano a detener el paso del enemigo y salir victoriosos del embate.
La Batalla de Puebla es, hasta ahora, muestra de la fortaleza y capacidad de los mexicanos, un compromiso que refleja valor, pero también amor por la patria. Un parteaguas en el antes y después de un estado y un país que hoy son grandes, no sólo por haber vencido a los franceses, sino por lo que logró después de la misma, convertirse en un país libre e independiente.
El legado de la batalla de Puebla trasciende nuestras fronteras. Como mexicanos es nuestro deber hacerle honor a esa herencia y seguir trabajando unidos por un mejor México, un país fuerte, autónomo y soberano, razones por las que hace 153 años lucharon los poblanos.
There is no ads to display, Please add some