El 4 de julio de 2025, la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, convocó a un evento denominado “La Resistencia Democrática” para el 31 de agosto en la Ciudad de México. Este movimiento, según su llamado, busca organizar a ciudadanos preocupados por la dirección del país, particularmente en torno a las elecciones de 2027 y 2030. Aunque presentado como una iniciativa ciudadana, el timing y el discurso de Rojo sugieren una estrategia para consolidar su posición política, con miras a reelegirse como alcaldesa y posteriormente aspirar a la jefatura de gobierno. Este análisis explora las motivaciones detrás de esta convocatoria, su contexto político y las críticas que enfrenta, manteniendo un enfoque imparcial y sin sesgo partidista.
Contexto Político
Alessandra Rojo de la Vega, militante del PAN, asumió la alcaldía de Cuauhtémoc en septiembre de 2024 tras un proceso electoral controvertido. Su administración ha enfrentado múltiples críticas, desde acusaciones de ineficacia en la gestión de servicios públicos hasta señalamientos de nepotismo y falta de transparencia. En redes sociales, usuarios como @mexicodespierta han destacado su enfoque en temas de seguridad y turismo, pero también han cuestionado su compromiso con problemas estructurales como la gentrificación y la vivienda. En este contexto, la convocatoria a “La Resistencia Democrática” puede interpretarse como un intento de reposicionarse políticamente, capitalizando el descontento con el gobierno federal y local de Morena.
El video publicado por Rojo, en el que insta a los ciudadanos a “no quedarse callados” y a organizarse, refleja una narrativa de oposición al “control totalitario” que, según ella, amenaza las libertades y la democracia. Sin embargo, la elección del 31 de agosto como fecha para el evento, apenas un año después de su toma de posesión, sugiere una aceleración en su agenda política. En X, comentarios de usuarios como @analistacdmx señalan que esta movida sigue la tradición de políticos mexicanos que buscan adelantarse a los plazos legales para construir capital político, como lo hicieron figuras como Marcelo Ebrard o Claudia Sheinbaum en su momento.
HASTA AQUÍ LLEGAMOS. QUE EMPIECE LA RESISTENCIA.
Es momento de actuar todos y dejar de esperar a que alguien más lo haga, es momento de juntarnos y tomar decisiones.
Esto es tuyo, ¿te unes?
Nos vemos el 31 de agosto.https://t.co/yfZ9b4La0j pic.twitter.com/YWkJdEdbsz— Alessandra Rojo de la Vega (@AlessandraRdlv) July 4, 2025
Motivaciones y Estrategia
La convocatoria de Rojo debe analizarse en dos niveles: el discursivo y el estratégico. Discursivamente, apela a un sentimiento de urgencia y resistencia contra lo que percibe como un deterioro de las instituciones democráticas. Frases como “México ya tronó” y “nos van a terminar de quitar” buscan resonar con un electorado descontento, particularmente con las políticas de Morena. Sin embargo, estratégicamente, este movimiento podría servirle para dos objetivos clave: primero, consolidar su base de apoyo en Cuauhtémoc de cara a su reelección en 2027; segundo, proyectarse como una figura nacional capaz de liderar una coalición opositora para las elecciones de 2030, cuando se renovará la jefatura de gobierno.
En el video, Rojo menciona que “esto no es de partidos”, lo que podría interpretarse como un intento de trascender las divisiones partidistas y presentarse como una líder ciudadana. No obstante, en X, usuarios como @juncalssolano critican que detrás de este discurso se esconde una ambición personal, argumentando que la alcaldesa está usando el descontento social para sus fines políticos. Además, el evento coincide con un momento en que Rojo enfrenta embates en varios frentes, incluyendo críticas por su manejo de la seguridad en Cuauhtémoc y acusaciones de favoritismo en contrataciones. En este sentido, “La Resistencia Democrática” podría ser una estrategia para desviar la atención de estas controversias y reforzar su imagen como defensora de la democracia.
Críticas y Percepciones
La convocatoria no ha estado exenta de críticas. En X, usuarios como @LaChairaRubia y @ricardotmn han cuestionado si Rojo está realmente interesada en un movimiento ciudadano o si simplemente busca un trampolín para su carrera política. Otros, como @Monicao2712, ven en esta iniciativa un esfuerzo legítimo para organizar a la oposición, pero advierten que el éxito dependerá de su capacidad para incluir voces diversas y no caer en una narrativa exclusivamente partidista. Además, el timing del evento, en medio de un clima polarizado, podría ser percibido como una provocación por parte de Morena, lo que podría limitar su alcance.
Por otro lado, la percepción de que Rojo está siendo atacada en múltiples frentes podría reforzar su narrativa de victimización, un recurso común en la política mexicana. En redes, se ha especulado que estas críticas forman parte de una campaña de desprestigio orquestada por Morena, lo que podría beneficiar a Rojo al presentarla como una figura de resistencia. Sin embargo, sin evidencia concreta, estas afirmaciones permanecen en el terreno de las especulaciones.
Implicaciones y Perspectivas
El éxito de “La Resistencia Democrática” dependerá de su capacidad para movilizar a un electorado amplio más allá de los simpatizantes del PAN. Si Rojo logra posicionarse como una líder opositora creíble, podría consolidar su camino hacia la reelección en 2027 y, posteriormente, a la jefatura de gobierno en 2030. Sin embargo, si el movimiento se percibe como una extensión de su ambición personal, podría alienar a potenciales aliados y limitar su impacto. En un escenario político donde Morena domina, la oposición necesita figuras que trasciendan las divisiones partidistas, y Rojo podría ser una de ellas, siempre y cuando logre navegar las críticas y las expectativas.
En resumen, la convocatoria de Alessandra Rojo de la Vega a “La Resistencia Democrática” es un movimiento que, aunque presentado como ciudadano, responde a una estrategia política clara. Su éxito dependerá de su capacidad para articular un mensaje inclusivo y enfrentar los desafíos que enfrenta en su administración. Mientras tanto, el debate en redes sociales continuará alimentando narrativas que podrían moldear su futuro político.
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