Por: Viridiana Ramírez
La Ley de Transición Energética fue promulgada en 2015 tras la aprobación de la reforma energética. En ella se establecen las participaciones mínimas de energías limpias en la generación de electricidad, 25% para 2018; 30% para 2021 y 35% para 2024.
Sin embargo, el Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 2020-2034 espera que el objetivo se llegará a cumplir un año después de que termine el sexenio. La Secretaria de Energía (SENER) Rocío Nahle señaló que ve complicado el panorama para cumplir con las metas establecidas en la ley.
En el pasado, México era un líder climático. Fue el primer país en vías de desarrollo en presentar su plan de acción climática ante el Acuerdo de París. Sin embargo, la presente administración ha tratado el tema con desdén, tomando el curso opuesto en aras de fomentar un modelo energético no sustentable que retrasa al país décadas, además de ahuyentar la inversión privada, la cual es una importante generadora de empleos, y una gran aliada para lograr la transición.
El presidente ha mencionado su intención de comprar 2 millones de toneladas de carbón térmico a pequeños productores, así como la reactivación de un par de centrales de carbón en la frontera con Texas que se estaban desutilizando en favor de la transición a las energías limpias.
El cambio climático es un problema real y de no atenderse impactará negativamente en nuestra forma de vida, por ello debería ser un tema prioritario en la agenda de gobierno. En Poder ciudadano Mx x MX hacemos un llamado a la participación para cambiar la dirección de México.
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