Una de las lecturas que se puede sacar de las encuestas que sobre las preferencias electorales de los ciudadanos publicaron El Universal y Latinus, es que son los posibles candidatos los que motivan la intención del voto.
Los dos partidos que aparecen en el primero y segundo lugar, cuentan con prospectos bien posicionados en la opinión pública que motivan las respuestas de los entrevistados.
Así, no es de extrañar que Omar García Harfush, Marcelo Ebrard, Andrés Manuel López Beltrán o Luis Donaldo Colosio Riojas sean los posibles candidatos de los dos partidos que se ubican en la primera y segunda posición en los sondeos.
De los otros partidos, aparecen figuras ya conocidas, pero que cuentan con negativos en la opinión de los electores, como son los casos de Xóchitl Gálvez o Ricardo Anaya.
Esto, siguiendo esta teoría, explicaría porque el segundo lugar en la votación en las pasadas elecciones presidenciales ahora aparezca en tercer o cuarto lugar dependiendo la encuesta que se revise.
Es decir, la oposición que participó en alianza en 2024 no cuenta, por el momento, con figuras competitivas de cara a los estudios de opinión que revisan los escenarios electorales de cara al 2030.
Y, por lo que se aprecia, no contará con prospectos en el corto plazo con lo que tanto el PRI como el PAN seguirán apareciendo a la baja en los sondeos que se lleven a cabo en meses posteriores.
¿Cómo dos partidos que han estado en la presidencia han caído tan bajo que ni siquiera cuentan con figuras que entusiasmen a un electorado que sigue desconfiando de ellos?
Los factores que inciden para formular la respuesta son variados, desde el secuestro que grupos políticos han hecho de ambas dirigencias nacionales, la permanencia de militantes que acaparan candidaturas y puestos partidistas a lo largo de los años –sin permitir un recambio generacional–, la falta de estrategia política que privilegia la formación de cuadros y la propuesta, además del descuido en el cuidado de su imagen, por lo que tampoco extraña que sean las dos fuerzas políticas más rechazadas por los votantes.
Además, que ambas insistan en una alianza –como está sucediendo en el proceso electoral de Durango este año– que no es bien evaluada, aunque responda a los intereses de los grupos locales dominantes en dichos partidos, también influye en la falta de respuesta a la actual coyuntura política.
Tampoco parece que las cosas vayan a cambiar en el blanquiazul y el tricolor en el corto plazo, pues no cuentan con los incentivos necesarios para realizar cambios que modifiquen el escenario político, a menos que el PAN rompa su alianza con el PRI y empiece a mirar hacia Movimiento Ciudadano para apoyar la futura candidatura presidencial de Luis Donaldo Colosio Riojas –algo que ya se especula en espacios periodísticos–, pues crear una candidatura hasta 2030 no es garantía de triunfo.
Estos dos partidos aún tiene tiempo para modificar sus rutas, pero para hacerlo deben dar los primeros pasos de inmediato, algo que luce complicado por la inercia que tienen por el control de sus estructuras de grupos que se benefician del actual estado de cosas.
X/Twitter–Threads: @AReyesVigueras • BlueSky areyesvigueras.bsky.social
There is no ads to display, Please add some