Cada vez hay mayor exigencia del reconocimiento del trabajo de una mujer en su casa, sobre todo al cuidado de los hijos (y del marido, también). Y lo es con justa razón. Pero se dice que no se puede valuar… falso, sí se puede.
Hay una manera sencilla de estimarlo, y es comparar el costo de los mismos servicios del ama de casa si se contratan con terceras personas, al menos algunas de las funciones principales. Veamos.
Cuando se contrata a alguien que administre una casa, como es una “ama de llaves” (o hasta un mayordomo residencial), se le paga cierto sueldo, dependiendo de la carga de trabajo y responsabilidad asignada. Cuando el ama de casa hace lo propio, su trabajo vale al menos lo del sueldo de esa empleada (o empleado).
Tener una niñera en casa, tiene también un costo de mercado, y si consideramos una jornada laboral de máximo ocho horas, lo más probable es que haya que pagar dos jornadas, o digamos una y media. Así que aquí hay también una idea de sueldo cuando se cuidan infantes todo el día. Si se trata de contratar quien cuide niños en la noche (“baby-sitters”), eso también tiene un costo de mercado.
Pero una cocinera, una sirviente que haga toda la limpieza del hogar, todos los días, tiene también un costo de mercado; y si consideramos que en el trabajo dominical o de día festivo, en el mercado formal de trabajo, se llega a pagar al doble o hasta el triple… tenemos un nuevo indicador.
Tener un “mandadero” que vaya a hacer pagos, comprar en el “súper”, llevar el auto al taller y otras cosas semejantes, también tiene su costo. Y cuando el ama de casa hace todo esto, pues ya tenemos un indicador de remuneración equivalente.
Y si alguien de la familia está enfermo en casa y requiera atención permanente, siempre se puede contratar una enfermera o cuidadora, teniendo los medios de dinero, claro. Si el ama de casa atiende al enfermo, quien sea, pues… ya saben.
Hay personas que dan a domicilio servicios de asistencia escolar, para ayudar a los niños a hacer sus tareas, deberes o labores, y sus servicios tienen también un precio. Y cuando esa ayuda es para poner al día a niños con retraso escolar y malas notas, ese precio subirá.
En fin, sí hay forma de valorar el trabajo de ama de casa, así que no se diga que no hay manera de hacerlo. ¿Para qué sirve esto? Para ponérselo enfrente a quien dice que el trabajo de ama de casa no tiene valor, ya que no se paga sueldo por ello. Ah, pero si cada una de esas labores se contrata por fuera, es facilísimo darle ese valor. Para eso sirven las estadísticas también, no sólo para la política o la mercadotecnia.
Y si un marido tuviera que pagar todo eso, al menos en forma prorrateada, caray, sí que necesita ganar él mismo un buen sueldo para pagar a su mujercita.
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