La persistencia de teorías como la de la Tierra Plana, a pesar de los avances científicos, la educación y el acceso a la información, puede explicarse por una combinación de factores psicológicos, sociales y culturales. Aquí hay algunas razones clave:
Desconfianza en las instituciones y autoridades
– Muchos defensores de la Tierra Plana desconfían de gobiernos, agencias espaciales (como la NASA) y científicos, creyendo que forman parte de una conspiración global.
– Esta desconfianza se alimenta de casos históricos de engaño gubernamental (como experimentos secretos o manipulación mediática), lo que lleva a algunas personas a rechazar cualquier información «oficial».
Efecto de las redes sociales y algoritmos
– Las plataformas digitales favorecen contenido polarizante porque genera más interacción (likes, comentarios, shares).
– Los algoritmos recomiendan contenido afín a las creencias del usuario, creando «cámaras de eco» donde las ideas contrarias al consenso científico se refuerzan.
Sesgos cognitivos
– Sesgo de confirmación: Las personas tienden a buscar información que confirme lo que ya creen y descartan evidencias en contra.
– Efecto Dunning-Kruger: Algunos individuos con poco conocimiento sobre ciencia sobrestiman su comprensión y subestiman la complejidad de temas como la gravedad o la astronomía.
Falsa sensación de «pensamiento crítico»
– Los defensores de estas teorías a menudo se ven a sí mismos como «librepensadores» que cuestionan lo establecido, incluso cuando las evidencias son abrumadoras.
– La ciencia se basa en métodos rigurosos, pero para algunos, el escepticismo extremo (negarlo todo sin pruebas) se confunde con pensamiento crítico.
Comunidad y pertenencia
– Grupos como los terraplanistas ofrecen un sentido de comunidad y propósito a personas que se sienten marginadas o incomprendidas.
– La identidad grupal puede ser más fuerte que la evidencia: admitir que están equivocados significaría perder su red social.
Falta de educación científica sólida
– Aunque hay más acceso a la educación, no siempre se enseña **pensamiento científico** (cómo evaluar fuentes, entender métodos experimentales, etc.).
– Conceptos como la curvatura terrestre o los satélites pueden ser contraintuitivos si no se explican bien.
Manipulación deliberada
– Algunos influencers y creadores de contenido promueven estas ideas por dinero o atención, aprovechándose de la curiosidad y la controversia.
¿Por qué es difícil refutarlas?
– Movimiento de los postes: Cuando se presenta una prueba en contra (ej.: fotos de la Tierra desde el espacio), los terraplanistas cambian su argumento («son fotos falsas»).
– Negacionismo emocional: Para algunos, creer en la Tierra Plana no es sobre hechos, sino sobre resistirse a un sistema que perciben como opresor.
Conclusión
La combinación de factores emocionales, sociales y tecnológicos explica por qué estas ideas persisten. No es un problema de falta de información, sino de cómo procesamos la información y nos relacionamos con ella. La solución no es solo presentar datos, sino fomentar habilidades críticas, confianza en la ciencia y diálogo sin estigmatizar.
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