Ruta para salir de la pandemia

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El presidente Biden está implementando una estrategia nacional integral de 6 pilares que emplea el mismo enfoque basado en la ciencia utilizado para combatir con éxito las variantes anteriores del COVID-19 a principios de este año. Este plan garantizará que usemos todas las herramientas disponibles para combatir el COVID-19, salvar más vidas en los próximos meses, mantener las escuelas abiertas y seguras, y proteger nuestra economía.

Vacunar a los no vacunados

Desde enero, la administración ha tomado medidas para que la vacunación esté convenientemente disponible para todos. Las vacunas contra el COVID-19 han estado disponibles para todas las personas mayores de 16 años desde el 19 de abril y para las personas mayores de 12 años desde mayo. La administración tomó medidas para que las vacunas estuvieran disponibles en más de 80.000 centros en todo el país, trabajó con farmacias para ofrecer la vacunación sin cita previa, y organizó un llamado de acción para empresas y organizaciones en todo el país.

El presidente anunció los requisitos de vacunación para el gobierno federal en julio y pidió al sector privado que hiciera más para fomentar la vacunación. Desde entonces, empleadores, escuelas, hogares de ancianos, restaurantes, hospitales y ciudades en los 50 estados anunciaron nuevos requisitos de vacunación. Desde julio, la proporción de ofertas de trabajo que piden la vacunación como requisito aumentó en un 90%. Y sabemos que estos requisitos funcionan. A principios de agosto, cuando Tyson Foods anunció la obligatoriedad, solo el 45% de su fuerza laboral había recibido una dosis. Hoy en día, esta cifra se sitúa en 72%, lo que significa que la mitad de los trabajadores no vacunados de Tyson ya recibieron una dosis, mucho antes del 1 de noviembre, la fecha límite de la empresa. Después de que United Airlines anunciara su requisito de vacunación, más de la mitad de sus empleados no vacunados fueron y se vacunaron semanas antes de la fecha límite. En el estado de Washington, la tasa de vacunación semanal aumentó un 34% después de que el gobernador anunciara los requisitos para los trabajadores estatales

En total, estos esfuerzos, y otras innumerables iniciativas y políticas de la administración, dieron como resultado más de 175 millones de estadounidenses completamente vacunados. Pero todavía hay casi 80 millones de estadounidenses elegibles para vacunarse que aún no han recibido su primera vacuna.

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El plan del presidente reducirá la cantidad de estadounidenses no vacunados mediante el uso de regulaciones y otras acciones para aumentar sustancialmente la cantidad de estadounidenses cubiertos por los requisitos de vacunación; estos requisitos se convertirán en dominantes en el lugar de trabajo. Además, el plan proporcionará tiempo libre remunerado para la vacunación de la mayoría de los trabajadores del país.

La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (Occupational Safety and Health Administration, OSHA) del Departamento de Trabajo está desarrollando una norma que requerirá que todos los empleadores con 100 empleados o más se aseguren de que su fuerza laboral esté completamente vacunada o les exijan a los trabajadores que permanezcan sin vacunarse que obtengan un resultado negativo en la prueba de detección al menos una vez a la semana antes de ir a trabajar. La OSHA emitirá una Norma temporal de emergencia (Emergency Temporary Standard, ETS) para implementar este requisito. Este requisito afectará a más de 80 millones de trabajadores en empresas del sector privado con más de 100 empleados.

Para ampliar el anuncio que el presidente hizo en julio para fortalecer los requisitos de seguridad para los trabajadores federales no vacunados, el presidente firmó un decreto para llevar esas acciones un paso más allá y exigir que todos los trabajadores del poder ejecutivo federal estén vacunados. El presidente también firmó un decreto que ordena que esta norma se extienda a los empleados de los contratistas que hacen negocios con el gobierno federal. Como parte de este esfuerzo, el Departamento de Defensa (Department of Defense, DOD), el Departamento de Asuntos de Veteranos (Department of Veteran Affairs, DVA), el Servicio de Salud Indígena (Indian Health Service, IHS) y el Instituto Nacional de Salud (National Institute of Health, NIH) completarán la implementación de los requisitos de vacunación previamente anunciados que aplican a 2,5 millones de personas.

Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (Centers for Medicare & Medicaid Services, CMS) están tomando medidas para exigir las vacunas contra la COVID-19 para los trabajadores en la mayoría de los entornos de atención de la salud que reciben reembolsos de Medicare o Medicaid, incluidos, entre otros, hospitales, centros de diálisis, entornos quirúrgicos ambulatorios y agencias de atención de la salud a domicilio. Esta acción se basa en el requisito de vacunación para los centros de enfermería anunciado recientemente por los CMS, y se aplicará al personal de hogares de ancianos, así como al personal de hospitales y otros entornos regulados por los CMS, incluido el personal clínico, las personas que brindan servicios en virtud de acuerdos, los voluntarios y el personal que no esté involucrado en la atención directa al paciente, residente o cliente. Estos requisitos se aplicarán a aproximadamente 50,000 proveedores y cubrirán a la mayoría de los trabajadores de la salud en todo el país. Algunas instalaciones y los estados han comenzado a adoptar requisitos de vacunación para el personal hospitalario o para el sector de la atención de la salud. Esta acción creará una norma uniforme en todo el país, al tiempo que brindará a los pacientes la seguridad del estado de vacunación de quienes les brindan atención.

El plan del presidente les solicita a los lugares de entretenimiento como estadios deportivos, grandes salas de conciertos y otros lugares donde grandes grupos de personas se reúnen que exijan que sus clientes estén vacunados o muestren un resultado negativo de la prueba de detección para entrar.

Promover la protección de los vacunados

Hay más de 175 millones de estadounidenses completamente vacunados que están en gran parte protegidos de cuadros graves causados por el COVID-19. Si bien las llamadas “infecciones posvacunación” entre este grupo ocurren, siguen siendo la excepción: de hecho, los datos recientes indican que solo hay 1 caso positivo confirmado por cada 5,000 estadounidenses completamente vacunados por semana.

Pero la protección de la vacuna contra el COVID-19 se puede fortalecer aún más. En agosto, los principales funcionarios de salud del país, la Dra. Rochelle Walensky, directora de los CDC; la Dra. Janet Woodcock, comisionada interina de la FDA; el Dr. Francis Collins, director de los NIH; el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (Institute of Allergy and Infectious Diseases, NIAID); el Dr. Vivek Murthy, cirujano general; el Dr. David Kessler, director científico de COVID-19; la Dra. Rachel Levine, subsecretaria de salud del Departamento de Salud y Servicios Humanos (Department of Health and Human Services, HHS); y la Dra. Marcella Nunez-Smith, presidenta del Grupo de Trabajo sobre Equidad en Salud del COVID-19 (COVID-19 Health Equity Task Force), publicaron un plan inicial para las vacunas de refuerzo destinadas a atacar el virus. El plan publicado por los médicos de nuestra nación permite que los estados, las farmacias, los consultorios médicos, las aseguradoras de salud y otros se preparen para la administración de vacunas de refuerzo. En las primeras semanas del programa de vacunación inicial en diciembre de 2020, el país perdió un tiempo preciado porque no estábamos preparados para vacunar. Si planificamos ahora, podremos inyectar rápidamente las vacunas de refuerzo para los estadounidenses elegibles una vez que se aprueben.

Una vacuna de refuerzo promete brindar a los estadounidenses el nivel más alto de protección hasta el momento. Las vacunas de tres inyecciones son comunes (hepatitis B, tétanos) y ofrecen una de las protecciones más duraderas y sólidas.

La implementación de este plan depende de la autorización de las vacunas de refuerzo por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) y las recomendaciones del Comité Asesor independiente sobre Prácticas de Inmunización (Advisory Committee on Immunization Practices, ACIP) de los CDC. Tan pronto como se otorguen las autorizaciones, la administración estará preparada para ofrecer las vacunas de refuerzo a partir de la semana del 20 de septiembre.

La administración se está preparando para que la inoculación de las vacunas de refuerzo comience a partir de la semana del 20 de septiembre, sujeta a la autorización o aprobación de la FDA y una recomendación del ACIP. Conseguir una vacuna de refuerzo será fácil. Las vacunas de refuerzo serán gratuitas y estarán ampliamente disponibles en 80,000 centros, desde farmacias hasta consultorios médicos y centros de salud.

En el lanzamiento inicial de la vacuna en diciembre, muchos estadounidenses estaban confundidos acerca de los centros y suministros de vacunación disponibles. Pero ahora, cuando se aprueben las vacunas de refuerzo, las personas podrán encontrar un centro de vacunación en Vaccines.gov, así como qué vacunas están disponibles en cada centro y, en muchos sitios, qué citas están disponibles. Un número gratuito, 1-800-232-0233, también estará disponible en más de 150 idiomas. Los estadounidenses que ya hayan utilizado el código de texto 438829 o WhatsApp para obtener información sobre la vacuna recibirán automáticamente un mensaje de texto con información sobre las vacunas de refuerzo, si se recomiendan y cuando se recomienden.

Mantener las escuelas abiertas de forma segura

Una de las principales prioridades de la administración de Biden desde el primer día ha sido reabrir las escuelas de manera segura y mantenerlas abiertas. La administración ha tomado medidas importantes para que nuestros hijos regresen al aula, incluida la provisión de $130,000 millones en fondos del Plan de Rescate Americano (American Rescue Plan, ARP) para ayudar a las escuelas a reabrir, acelerar el crecimiento académico de los estudiantes, abordar las desigualdades exacerbadas por la pandemia, permitir que los distritos escolares locales implementen estrategias de prevención del COVID-19 recomendadas por los CDC, y apoyar las necesidades de salud social, emocional y mental de los estudiantes y educadores. Sabemos cómo mantener a los estudiantes seguros en las escuelas tomando las medidas correctas para prevenir la transmisión, incluida la vacunación de todo el personal y los estudiantes elegibles, la implementación universal del uso de mascarillas en lugares cerrados, el mantenimiento de la distancia física, la mejora de la ventilación, y la realización de pruebas de detección periódicas para los estudiantes y el personal escolar. El plan del presidente exige acciones adicionales para garantizar que todas las escuelas implementen consistentemente las estrategias de prevención basadas en la ciencia recomendadas por los CDC para que puedan permanecer abiertas a la enseñanza presencial, y mantener la salud y la seguridad de todos los estudiantes, el personal y las familias.

Mientras trabajamos para asegurarnos de que nuestros hijos estén protegidos, sabemos que la vacunación sigue siendo la mejor línea de defensa contra el COVID-19. Para aquellos adolescentes mayores de 12 años que sean elegibles para la vacunación, el paso más importante que pueden dar los padres es vacunarlos. Hasta la fecha, más de la mitad de los adolescentes del país han sido vacunados. Para aquellos que sean demasiado jóvenes para recibir la vacuna, es especialmente crítico que estén rodeados de personas vacunadas y con mascarillas en los espacios públicos interiores, incluidas las escuelas. Los estudios publicados por los CDC descubrieron que la tasa de hospitalización de niños era casi 4 veces mayor en los estados con las tasas de vacunación más bajas en comparación con los estados con tasas altas de vacunació

La FDA está atravesando un proceso para evaluar una vacuna para niños menores de 12 años y, según el plan del presidente, la administración hará todo lo posible para apoyar esos esfuerzos, mientras continúa respetando y cediendo a la toma de decisiones científicas de la agencia.

Para ayudar a garantizar la seguridad de los estudiantes, las familias y sus comunidades, el plan del presidente incluye el requisito de que se vacunen los maestros y el personal de Head Start y los programas Early Head Start, los maestros y el personal del programa para niños y jóvenes del Departamento de Defensa (DOD), y los maestros y el personal de las escuelas operadas por la Oficina de Educación para Indígenas. El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) iniciará la elaboración de reglas para implementar esta política para los programas Head Start y Early Head Start, que brindan educación integral y servicios de desarrollo infantil para garantizar que los niños estén bien preparados para el jardín de infantes. El Departamento de Defensa opera 160 escuelas que ofrecen desde jardín de infantes hasta 12.º grado para estudiantes de familias militares en los EE. UU. y en el extranjero, y el Departamento del Interior (Department of the Interior, DOI) opera 53 escuelas a través de la Oficina de Educación Indígena (BIE) en los EE. UU. dentro y fuera de las tierras tribales. Estas escuelas y programas atienden colectivamente a más de 1 millón de niños cada año y emplean a casi 300,000 personas. Esta acción ayudará a que más escuelas y centros para la primera infancia permanezcan abiertos de manera segura y brindará consuelo a los muchos padres que dependen de ellos todos los días para mantener seguros a sus hijos.

los estudios científicos han demostrado que incluso un maestro no vacunado puede contagiar a decenas de niños en edad escolar. Este es un resultado completamente evitable, y podemos proteger a los niños, especialmente a los que están en las escuelas primarias y los centros de educación y cuidado infantil donde los niños aún no son elegibles para vacunarse, rodeándolos de adultos completamente vacunados como primera línea de defensa contra la COVID-19. Para que todos los niños sigan aprendiendo en la escuela de manera segura, el plan del presidente les solicita a los gobernadores que exijan vacunas para los maestros y el personal escolar. Actualmente, 9 estados, así como el distrito de Columbia y Puerto Rico, tienen requisitos de vacunación para el personal de las escuelas que ofrecen desde jardín de infantes hasta 12.º grado, incluidos California, Connecticut, Hawái, Illinois, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Oregón y Washington. Para ampliar las políticas de la administración de exigir la vacunación entre los empleados federales, incluidos los que prestan servicio a los niños en las escuelas del DOD y la BIE, el presidente les pedirá a más estados que se unan para exigir la vacuna a los empleados de las escuelas para asegurar que mantengamos a los estudiantes seguros.

El Plan de Rescate Estadounidense proporciona $130,000 millones a los estados, los distritos escolares y las tribus para apoyar la reapertura segura de las escuelas. El presidente anunció previamente que, si un estado recorta los fondos a un distrito escolar local o elimina el pago de un líder educativo local que está implementando estrategias de prevención recomendadas por los CDC como el uso universal de mascarillas, el distrito escolar puede usar los fondos del ARP para cubrir esos vacíos. Los distritos escolares pueden comenzar a gastar sus fondos del ARP de inmediato, incluso para reembolsar cualquier costo permitido que se remonte a cuando se declaró la emergencia nacional por la COVID-19. Además, a través del plan del presidente, el Departamento de Educación (Department of Education) planea poner a disposición fondos adicionales, más allá de los dólares del ARP, para ayudar a los distritos escolares locales a cubrir los vacíos cuando su estado haya retenido fondos para implementar las medidas de seguridad de la COVID-19. Los distritos escolares locales podrán presentar una solicitud ante el Departamento de Educación en las próximas semanas para restaurar los fondos retenidos por los líderes estatales, como los salarios de los miembros de la junta escolar o de los superintendentes a quienes se les haya recortado el salario, cuando un distrito escolar haya implementado estrategias para ayudar a prevenir la propagación de la COVID-19 en las escuelas.

El presidente Biden ordenó al Departamento de Educación que evalúe todas sus herramientas disponibles para tomar medidas, según corresponda y de conformidad con la ley aplicable, para garantizar que el estado y los funcionarios locales estén dando a todos los estudiantes la oportunidad de participar de manera segura en la enseñanza presencial a tiempo completo. Hasta la fecha, el Departamento ha iniciado investigaciones en 5 estados que han prohibido la obligatoriedad del uso de mascarillas en las escuelas: Iowa, Oklahoma, Carolina del Sur, Tennessee y Utah. Estas investigaciones examinarán si las prohibiciones a la obligatoriedad del uso de mascarillas en todo el estado discriminan a los estudiantes con discapacidades que corren un mayor riesgo de sufrir un cuadro grave por la COVID-19 al impedirles acceder de manera segura a la educación presencial.

En abril, el HHS proporcionó $10,000 millones en fondos para las pruebas de detección de la COVID-19 para maestros, personal y estudiantes en escuelas que ofrecen desde jardín de infantes hasta 12.º grado. A medida que las escuelas regresan a la enseñanza presencial, la administración solicita a todas las escuelas que establezcan pruebas de detección regulares en sus escuelas para estudiantes, maestros y personal de acuerdo con la guía de los CDC. Actualmente, los CDC recomiendan que se ofrezcan pruebas de detección a los estudiantes que no hayan sido completamente vacunados cuando la transmisión comunitaria se encuentre en niveles moderados, sustanciales o altos; y se deben ofrecer pruebas de detección a todos los maestros y personal que no hayan sido completamente vacunados en todos los niveles de transmisión comunitaria. En combinación con la promoción de la vacunación y el acceso a ella para todos los miembros elegibles de una comunidad escolar, las escuelas podrán permanecer más abiertas para la enseñanza en persona, y mantener la salud y la seguridad de todos los estudiantes, el personal y las familias. El HHS y los CDC continuarán brindando asistencia a las escuelas para acelerar el establecimiento de programas de pruebas de detección en todas las escuelas.

El plan del presidente Biden respalda la revisión científica independiente de una vacuna para esas personas menores de 12 años, y proporcionará a la FDA los recursos necesarios para respaldar sus continuos esfuerzos para hacer esto de manera segura y lo más rápido posible. Los funcionarios de salud pública de la nación mantendrán al público actualizado sobre el proceso para que los padres puedan planificar.

Aumentar la cantidad de pruebas y exigir el uso de mascarilla

Los recién vacunados necesitarán tiempo para protegerse del virus. A medida que continuamos combatiendo el COVID-19, las pruebas de detección son una herramienta clave para identificar a las personas infectadas y prevenir la propagación a otras personas. Asimismo, el uso de mascarillas también puede ayudar a ralentizar y contener la propagación del virus, y la combinación de un aumento de las vacunas y del uso de mascarillas tendrá un impacto importante en la transmisión del COVID-19. El plan del presidente Biden toma nuevas medidas para aumentar la cantidad de pruebas de detección en el hogar, en las farmacias y en el consultorio de su médico, y garantiza que se mantengan los estrictos requisitos de uso de mascarillas.

El plan del presidente Biden movilizará a la industria debido a la necesidad urgente y apremiante de acelerar la producción de pruebas rápidas de detección de la COVID-19, incluidas las pruebas en el hogar, y seguirá garantizando que los fabricantes prioricen la creación estos productos para prevenir la propagación de la COVID-19 y sus variantes. Mediante las autoridades de la Ley de Producción de Defensa (Defense Production Act) y un gasto de casi $2,000 millones para adquirir pruebas rápidas de detección de la COVID-19 para centros de atención y de pruebas de detección sin receta médica para realizarse en el hogar (280 millones de pruebas en total) de múltiples fabricantes de pruebas de detección de la COVID-19, la administración garantizará una capacidad industrial amplia y sostenida para la fabricación de pruebas de detección de la COVID-19. Estas pruebas estarán disponibles para satisfacer una variedad de necesidades, por ejemplo, en las instalaciones de atención a largo plazo, los sitios comunitarios de pruebas de detección, la infraestructura crítica, los refugios que atienden a las personas sin hogar, las prisiones y cárceles, y otras poblaciones vulnerables y entornos de congregación. Además, la acción anunciada hoy proporcionará pruebas de detección para su uso por parte de las comunidades, reservas adecuadas y la producción sostenida necesaria para poder aumentar la fabricación adicional, en caso de que la necesitemos en el futuro.

Para mejorar el acceso a las pruebas de detección rápidas para todos los consumidores, los principales minoristas que venden pruebas rápidas de detección de la COVID-19 en el hogar (Walmart, Amazon y Kroger) ofrecerán vender esas pruebas al costo durante los próximos 3 meses. Esto significa que los estadounidenses podrán comprar estas pruebas de detección en sus minoristas locales o en línea por hasta un 35% menos a partir de fines de esta semana. La administración también ha tomado medidas para que Medicaid cubra las pruebas de detección en el hogar de forma gratuita para los beneficiarios, y los estados deberán garantizar que las herramientas que utilicen para administrar las pruebas de detección en el hogar no establezcan barreras arbitrarias para las personas que buscan atención.

Para garantizar que todos los estadounidenses, sin importar su nivel de ingresos, puedan acceder a las pruebas de detección en el hogar, enviaremos 25 millones de pruebas de detección rápidas en el hogar de forma gratuita a 1,400 centros de salud comunitarios y cientos de bancos de alimentos.

Como parte de nuestra estrategia para garantizar el acceso más conveniente a las pruebas de detección gratuitas, ampliaremos a 10,000 la cantidad de farmacias minoristas en todo el país en las que cualquiera podrá hacerse la prueba de detección de forma gratuita a través del programa de pruebas de detección gratuitas del HHS.

A través del decreto del presidente Biden, Promover la seguridad para prevenir la COVID-19 en viajes nacionales e internacionales, se ordenó a las agencias correspondientes que tomaran las medidas para exigir el uso de mascarillas en los aeropuertos y en ciertos modos de transporte público, incluso en muchos aviones, trenes, embarcaciones marítimas y servicios de autobuses interurbanos. La Administración de Seguridad en el Transporte (Transportation Security Administration, TSA) extendió sus órdenes de implementación para viajes aéreos y terrestres hasta el 18 de enero de 2022, y el plan del presidente duplicará las multas para aquellos que no cumplan. El plan del presidente también garantizará que los requisitos de uso de mascarillas permanezcan vigentes en los otros modos de transporte mientras continuamos luchando contra la COVID-19.

A través del decreto del presidente Biden, Proteger a la fuerza laboral federal y exigir el uso de mascarillas, se exigen el uso de mascarillas y requisitos específicos de distanciamiento físico en edificios federales, en tierras federales, en bases militares y otras ubicaciones en el extranjero, de conformidad con las pautas de los CDC. El plan del presidente Biden garantizará que estos requisitos permanezcan vigentes mientras continuamos luchando contra la COVID-19.

Proteger nuestra recuperación económica

El plan económico del presidente Biden está funcionando. Desde el primer día en el cargo, el presidente se ha centrado en reactivar la economía y reconstruirla en todos los ámbitos. Estados Unidos está volviendo al trabajo, y los trabajadores y las pequeñas empresas están viendo los resultados. Desde que el presidente Biden asumió, ha habido un crecimiento histórico de los puestos de trabajo (más de 4 millones de puestos de trabajo creados), la mayor cantidad en los primeros 6 meses de cualquier presidente, con 750,000 puestos de trabajo creados en promedio por mes durante los últimos 3 meses. A pesar de los desafíos planteados por la variante delta, la economía creó 235,000 puestos de trabajo el mes pasado y la tasa de desempleo cayó a su nivel más bajo desde antes de la pandemia. El número promedio de nuevos reclamos de seguro de desempleo se ha reducido a más de la mitad desde que el presidente Biden asumió el cargo, y más del 70% de los estadounidenses dicen que ahora es un buen momento para encontrar un trabajo de calidad, en comparación con menos del 30% en el mismo periodo el año pasado. Estados Unidos es la única economía importante que ahora ha superado sus proyecciones de crecimiento pre-pandémicas, y los pronosticadores independientes creen que Estados Unidos alcanzará este año los niveles más altos de crecimiento en décadas.

El COVID-19 impacta nuestra economía, sin duda. Pero el plan del presidente limitará el daño y garantizará que la variante delta no pueda eliminar este progreso. Las políticas descritas a lo largo de este plan garantizarán que no volvamos a los confinamientos y cierres. Además, ofreceremos nuevo apoyo a las pequeñas empresas a medida que continúen sobrellevando el aumento de casos causado por la variante delta. Apoyar a las pequeñas empresas es fundamental para nuestro crecimiento económico, ya que crean dos tercios de los nuevos empleos netos y emplean a casi la mitad de la fuerza laboral privada de Estados Unidos. Estas reformas incluyen las siguientes:

El plan del presidente ayudará a más de 150,000 pequeñas empresas mediante el fortalecimiento del Programa de préstamos para desastres por daños económicos (Economic Injury Disaster Loan, EIDL) de la COVID-19, que ofrece préstamos a largo plazo y de bajo costo. Las mejoras permitirán que más empresas obtengan un apoyo mayor y más flexible de los $150,000 millones en fondos prestables que aún están disponibles en el programa. Primero, la Administración de Pequeñas Empresas (Small Business Administration, SBA) aumentará la cantidad máxima de fondos que una pequeña empresa puede pedir prestada a través de este programa de $500,000 a $2 millones, que se podrán usar para contratar y retener empleados, comprar insumos y equipos, y pagar la deuda con mayores intereses. Este aumento ayudará a las pequeñas empresas: un análisis hecho por la SBA de los prestatarios actuales del EIDL de la COVID-19 que califican para el aumento muestra que más del 80% tiene 25 empleados o menos. La SBA se asegurará de que ninguna pequeña empresa tenga que comenzar a reembolsar estos préstamos hasta 2 años después de haber recibido la financiación, de modo que las pequeñas empresas puedan superar la pandemia sin tener que preocuparse por realizar los pagos. A continuación, la SBA facilitará el acceso a estos préstamos a las pequeñas empresas con múltiples ubicaciones en los sectores más afectados, como restaurantes, hoteles y gimnasios. Para garantizar que el dinero de los contribuyentes se utilice para apoyar a las empresas que realmente necesitan ayuda, la SBA ha implementado controles más estrictos y colaborará estrechamente con el inspector general de la SBA para supervisar el programa. Por último, para garantizar que las empresas de la economía general tengan tiempo adicional para acceder a los fondos restantes, la SBA ofrecerá un período de acceso exclusivo de 30 días durante el cual solo las pequeñas empresas que busquen préstamos de $500,000 o menos recibirán premios después de los nuevos lanzamientos de préstamos mejorados.

A través del PPP, la SBA otorgó más de 11 millones de préstamos a pequeñas empresas que pueden ser condonados y eliminados de sus registros si usan los fondos para mantener a los empleados en la nómina. Para recibir la condonación, los prestatarios deben completar una solicitud con su prestamista del PPP. El plan del presidente facilitará que más de 3.5 millones de prestatarios del PPP con préstamos de $150,000 o menos logren la condonación de sus préstamos. En este nuevo enfoque simplificado, la SBA envía un formulario de solicitud precompletado al prestatario, el cual puede revisarlo, firmarlo y enviarlo de vuelta a la SBA, la cual luego trabaja con el prestamista para completar el proceso de condonación. Desde el lanzamiento de este nuevo proceso el 4 de agosto, más de 820,000 pequeñas empresas han solicitado la condonación, y los prestatarios dedican un promedio de 6 minutos a completar la solicitud y el 60% de los solicitantes completan el proceso en su teléfono móvil. La SBA espera que más de 2.5 millones de pequeñas empresas adicionales aprovechen este proceso simplificado en los próximos meses, lo que les permitirá evitar la burocracia innecesaria y los costosos pagos de capital e intereses de sus préstamos.

El ARP invirtió $100 millones para establecer un nuevo programa de navegadores comunitarios de la SBA, que asignará socios comunitarios de confianza en las comunidades desatendidas para conectar mejor a los propietarios de empresas con los recursos federales, estatales y locales. Los navegadores comunitarios trabajarán con los propietarios de las pequeñas empresas durante todo el trayecto para garantizar que puedan acceder a la ayuda que necesitan. Según el plan del presidente, la SBA completará el proceso de revisión competitivo para seleccionar navegadores comunitarios y ponerlos a trabajar en comunidades desatendidas este otoño.

Mejorar la atención para las personas con COVID-19

Mientras trabajamos para reducir los casos, las hospitalizaciones y las muertes, mantendremos nuestro enfoque en el tratamiento de las personas infectadas con el COVID-19 y en ayudar a los sistemas de atención médica más afectados en las áreas que hayan sufrido un mayor impacto. A principios de julio, la administración lanzó Equipos de respuesta ante rebrotes (Surge Response Teams) para ayudar a los estados que experimenten un aumento de casos. Desde entonces, la administración ha trabajado con 18 estados y ubicado cerca de 1,000 personas, incluidos cientos de técnicos de emergencias médicas, enfermeros y médicos en el terreno que brindan atención de emergencia; ha suministrado cientos de respiradores, ambulancias y otros activos críticos para respaldar los sistemas de atención de la salud con exceso de demanda; ha puesto en marcha decenas de nuevos centros de pruebas de detección gratuitas; y ha ayudado con las investigaciones de rebrotes locales.

A medida que continuamos luchando contra el aumento repentino de la variante delta, el plan del presidente continuará enviando equipos de respuesta a los estados que los soliciten y tomando acciones adicionales para acelerar este trabajo.

El plan del presidente proporcionará apoyo adicional para los hospitales que enfrenten problemas de capacidad. El Departamento de Defensa anunciará el compromiso de duplicar la cantidad de equipos de médicos del DOD suministrados para apoyar a los hospitales que luchen contra un aumento en los casos de la COVID-19. Estos médicos estarán disponibles para que los asignen a través de la respuesta de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Federal Emergency Management Agency, FEMA) en todos los estados que estén experimentando un aumento. Desde que la administración lanzó los Equipos de respuesta ante rebrotes de la COVID-19, se ha asignado casi 1000 miembros del personal a los estados de todo el país para responder a la variante delta, incluidos más de 500 profesionales de atención de la salud altamente capacitados de toda la red de médicos, enfermeros y otros proveedores que son designados para responder a emergencias, la red de proveedores de servicios médicos de emergencia de la FEMA y los equipos médicos del DOD. Estos profesionales han acudido a las UCI de la COVID-19 y a otros entornos hospitalarios de cuidados intensivos para apoyar y aliviar a los trabajadores de la salud locales sobrecargados. Además, el Departamento de Asuntos de los Veteranos ha facilitado más de 150 camas de hospital en las instalaciones del Departamento en los estados que están experimentando los aumentos, a fin de reducir la carga de los hospitales locales.

El gobierno de los Estados Unidos envió un promedio de aproximadamente 100,000 dosis de anticuerpos monoclonales por semana durante julio y agosto. La administración aumentará el ritmo semanal promedio de envíos del tratamiento con anticuerpos monoclonales gratuitos a los estados en un 50% más en septiembre, y continuará acelerando los esfuerzos del gobierno federal para brindar un tratamiento de la COVID-19 que salve vidas. Se ha demostrado que los tratamientos con anticuerpos monoclonales reducen el riesgo de una hospitalización hasta en un 70% para las personas no vacunadas con riesgo de desarrollar un cuadro grave. A medida que los sistemas hospitalarios tienen un aumento de casos de la COVID-19, muchos han identificado el tratamiento con anticuerpos monoclonales como una herramienta clave para mejorar los resultados de salud, prevenir hospitalizaciones y reducir la tensión en los hospitales sobrecargados.

Los Equipos de respuesta ante rebrotes de la COVID-19 han realizado asistencia técnica en persona y capacitaciones virtuales para médicos y funcionarios del sistema de salud para aumentar la educación y el interés en la administración de estos tratamientos. Para garantizar que más pacientes puedan acceder a estas terapias para tratar la COVID-19 que salvan vidas, el esfuerzo de los Equipos de respuesta ante rebrotes de la COVID-19 de la administración proporcionará equipos que combatan la enfermedad con anticuerpos monoclonales para suministrar personal clínico a través del HHS, la FEMA y el DOD y, así, ayudar a los hospitales y sistemas de salud a poder administrar esta opción de tratamiento clave. El HHS también tomará medidas para enmendar la declaración de la Ley de Preparación Pública y Preparación para Emergencias (Public Readiness and Emergency Preparedness, PREP) para permitir que más proveedores, incluidos los farmacéuticos, administren este tratamiento. Estas acciones garantizarán que más pacientes reciban tratamientos que salvan vidas si están infectados con la COVID-19 o si se han visto expuestos a la enfermedad.

El plan del presidente Biden para continuar combatiendo el COVID-19 es integral, basado en la ciencia y cuenta con el poder del gobierno federal que trabaja de la mano con los estados, las comunidades locales, el sector privado y todos los estadounidenses para superar esta pandemia. La estrategia que se describe aquí se centra en el ámbito nacional. En las próximas semanas, el presidente anunciará pasos adicionales para aprovechar el progreso que la administración ha hecho para combatir esta pandemia a nivel mundial. El presidente Biden y su administración continuarán utilizando todas las herramientas necesarias para proteger al pueblo estadounidense del COVID-19.


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