El Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal fue otro incauto del Ficrea, al perder 120 millones de pesos que tenía invertidos con la financiera.
Los jueces jugaron a casa–bolseros y perdieron dinero público de los capitalinos, obtenido de fianzas y garantías que habían depositado, según se ha señalado. No obstante, hasta ahora el Tribunal ha sido incapaz de articular una explicación detallada del origen y manejo del dinero público.
Con sorprendente candidez, el responsable del Tribunal salió a decir que el TSJDF invirtió 120 millones de pesos en Ficrea porque era una sociedad en “apariencia solvente y calificada para manejar recursos”. Ya de por sí, que un juez no sepa o siquiera advierta que las apariencias engañan, resulta más que preocupante.
En tanto las autoridades resuelven los casos y castigan los delitos cometidos por Rafael Olvera Amezcua, socio mayoritario de Ficrea, el Tribunal le debe a los capitalinos, porque es una institución que no puede abrir el menor resquicio a la duda. Debe proporcionar nombre y apellidos de los que intervinieron en las decisiones, abrir y detallar la información de sus análisis de riesgo, del tratamiento legal del recurso que siguieron para tomar la decisión de invertirlo en Ficrea.
Esperamos que ante la ciudadanía asuman el golpe financiero con la seriedad que merece la responsabilidad de manejar dinero público —120 millones o un peso— y hacer a un lado las palabras y declaraciones, que más parecen actitudes de burla que ironías inteligentes, y que no generan la certeza de que se recuperará el dinero y se pondrá tras las rejas a los funcionarios que pudieran tener alguna responsabilidad administrativa.
Tales son las respuestas, según notas de prensa publicadas recientemente por el presidente del Tribunal, en una entrevista concedida a los reporteros de la fuente del TSJDF sobre la posibilidad de recuperar los 120 millones de pesos.
–Prensa: ¿No se pierden? –R: Espero que no se pierdan.
–Prensa: ¿Y si se pierde? –R: ¿Y si te atropella ahorita un carro? ¿Y si me atropella junto a ti? ¿Y si se nos cae un edificio..?
–Prensa: ¿Pero sí le invirtieron? –R: Sí eso no está negado. Claro que invertimos, pero en verdad… yo creo que Ficrea es un problema que va a manejar la Federación con mucha prudencia, ¿no?, porque digo, hay muchísima gente afectada.
Mal de muchos no es consuelo de nadie. Por ello en la ALDF urgiremos al Tribunal Superior a que nos proporcione los avances de las investigaciones correspondientes. Suponer que no hay responsables dentro del Tribunal, así sea por ingenuos y confiados, es inadmisible. La institución encargada de que impartir justicia no puede albergar la impunidad.
Si se requiere de una comisión especial que coadyuve en la investigación y los esfuerzos para recuperar el recurso, el TSJDF cuenta con los diputados de Acción Nacional.
Se tiene que llegar hasta las últimas consecuencias y ejecutar las acciones conducentes, deslindar responsabilidades y determinar si hubo complicidad de funcionarios en la comisión del delito. Recordemos que ese dinero no es del Tribunal, es dinero de los capitalinos y no puede existir un fraude de esta magnitud sin que haya alguna acción legal en contra para tratar de recuperar ese dinero.
Son muchas las instituciones estatales y federales que cayeron en la trampa del Ficrea; debe haber decenas de funcionarios, en todos los niveles federales y estatales, que deberán demostrar que cayeron en la red de defraudación de Olvera Amezcua pero que no son parte de ella.
Pero en tanto eso ocurre, el Tribunal Superior de Justicia del DF deberá ser ejemplo, por la simple y muy sencilla razón de que el buen juez por su casa empieza.
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