Una casa de cartas es una estructura creada por apilamiento de naipes uno encima del otro. El acto de apilar barajas, cartas o naipes, construyendo figuras geometricas, casas e incluso hasta edificaciones, tal como el castillo de naipes realizado por Bryan Berg, arquitecto estadoudinense que logró apilar 218,792, emulando al castillo que da sede al Casino Venetian de Macao, también el más grande del mundo, por lo que obtuvo el Record Guinness. Berg necesitó 44 días para completar los 4.051 pisos de cartas que componen su monumental trabajo, emplazado en el corazón Cotai Strip de Macao. El peso de la composición alcanza los 272 kilos para una superficie de 10 x 3 metros.
También Casa de Naipes o House of Cards en idioma inglés, es una serie estadounidense de televisión web de drama político creada por Beau Willimon. Es una adaptación de la miniserie del mismo nombre realizada por la BBC (Londres) y se basa en la novela de Michael Dobbs. En una analogia del poder, la política y las casas de naipes, estrenada por Netflix en el año 2013 La serie de Netflix refiere los excesos en la busqueda del poder, del control político, dramatizando las traiciones, el juego sucio y el dificil camino hacia el ascenso político. Relata la influencia, la manipulación de los aliados, de los adversarios, de los medios de comunicación, la tensión que se da en el juego del poder al accionar los hilos del poder, los engaños y el pragmatismo despiadado que la clase política comparte tras sus deseos de alcanzar y retener el poder, todo ello inspirado en casos reales de la política norteamericana para escribir sus tramas, aunque por la traición y por la fiera lucha por el poder, utilizando el chantaje y la seducción, puede usarse en analogia a la política mexicana.
En México, detrás de una insaciable busqueda de poder, de posiciones y de riqueza, Andrés Manuel López Obrador ha pasado 30 años jugando el juego del poder en una sucia trama de corrupción, complicidades, pactos y traiciones, seducciones, manipulaciones, engaños y chantajes burdos. Los pactos obscuros y las negociaciones inconfesables han dado frutos. Hoy, el presidente de México habita el Palacio Nacional, gobernando con ligereza, repartiendo al pastel entre la nueva clase política subordinada y corrupta, aunque soportada por la inmovilidad de los grandes intereses económicos de siempre, que solamente en el discurso fueron tocados, pero nunca interrumpidos en su cosecha de privilegios reales.
La casa de naipes en México la representa la comedia – ficción denominada Conferencias Mañaneras, en la que cada día de lunes a viernes, el presidente informa acerca de los temas que desea, ocultando los temas agudos, las crisis de gobierno, las emergencias derivadas de su mal gobierno, las deficiencias de su gobierno contrahecho, sin sentido, anarquico y cortesano, donde los excesos y los abusos de su gabinete superan los de sexenios anteriores y derivado del mal gobierno, la población mexicana ha perdido cobertura, servicio y atención en temas básicos, como lo son seguridad pública, salud, educación, alimentación -donde se ha dado el mayor fraude y escandalo de corrupción en la historia del México moderno en SEGALMEX – y por supuesto, el combate ficticio a la corrupción anterior y actual, motivos que superan a la ficción y provocan el engaño de un gran castillo de cartas, fragil, endeble, que caerá, más temprano que tarde. Lo fragil, mal hecho, corrupto y deficiente de este gobierno obliga a tirar las cartas y buscar nuevas opciones para cambiar el camino y trazar un nuevo horizonte que permita detener la impunidad, perseguir a los criminales, generar más empleo, garantizar las pensiones laborales, regresar a ofrecer servicios de salud y ampliar su cobertura a todos los mexicanos.
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