*Lejana Posibilidad de Alcanzar Libertad Bajo Caución
*¿Permanecerá Como Prisionera Todo el Sexenio?
* Rechazando Otra Piedra en el Zapato del Gobierno
*El Desafío es la Aplicación de la Ley en México
La maestra Gordillo acusada por delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y evasión fiscal, continúa sometida a proceso penal sin posibilidad de alcanzar libertad bajo caución. Cuando fue detenida hace más de dos años, el presidente de la República alcanzó su mejor momento de popularidad, sin importar razones, un segmento importante de la ciudadanía se congratuló con la medida adoptada y le brindó su respaldo al titular del ejecutivo.
Es imposible afirmar que únicamente se trata de un asunto eminentemente jurídico, porque, evidentemente, este caso -independientemente de la existencia o no de elementos-, tiene enormes implicaciones de carácter político, por razones obvias. En situaciones similares, todo mundo está consciente que siendo culpable o inocente, no alcanzará la libertad mientras dure el sexenio, así es nuestro México.
Por otra parte, de acuerdo a la legislación existente, por su edad y condiciones de salud tiene el derecho de obtener prisión domiciliaria, prerrogativa establecida en el correspondiente código, sin embargo, el Consejo de la Judicatura Federal comunicó que el Juez Federal, Alejandro Caballero Vertiz, emitió resolución negando el beneficio, al considerar que la defensa no había aportado los dictámenes idóneos que acreditaran que no existe riesgo a sustraerse de la acción de la justicia. En efecto, la normatividad establece excepciones cuando se trata de reos peligrosos donde exista el riesgo de evadir a la justicia, aunque en este caso, en realidad más huele a pretexto que a una real base jurídica.
En efecto, la salida de Elba Esther de la cárcel, para continuar en arresto domiciliario su proceso y eventual condena, se puede apreciar como un triunfo para la maestra y, en consecuencia, otro golpe más para la de por sí deteriorada administración peñista.
El solo hecho de que la maestra este resguardada en su domicilio, significa para el gobierno un riesgo latente de abrir otro frente, cuando la actual administración transita por etapas críticas, por lo tanto, lo que menos desea es tener otra piedra en el zapato, en consecuencia, va a hacer todo lo que este a su alcance para evitar la salida del reclusorio de la ex líder magisterial.
En esas condiciones, no sorprende la negativa judicial de impedir la prisión domiciliaria, visto desde un aspecto de carácter político, excepto, claro está, que el órgano judicial debe apegarse a la ley y al espíritu del bien jurídico que esta tutela, además, aplicar en base a los principios dogmáticos constitucionales, la interpretación “conforme”, resolviendo en derecho lo que más beneficie a la persona, pero por lo visto, el juez aventó la pelota.
La cuestión en este país no debe constreñirse a un caso en particular, no obstante que sirve de ejemplo, sino que tenemos el enorme desafío de aplicación de la ley, todos la evadimos, autoridades y ciudadanos, cada quien en su laberinto, como la maestra.
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