El Enriquecimiento de César Duarte

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Tiene Chihuahua un nuevo rico en las filas de sus hombres acaudalados, se llama César Duarte Jacquez, y es el Gobernador del Estado. No se le conoce fortuna ni herencia familiar alguna anterior a su cargo; su mínima actividad empresarial de antiguo vendedor de carros usados, su paso por la Cámara de diputados y por el Congreso local, tampoco le alcanzan para justificar el incremento exponencial de su patrimonio personal. El hasta hace poco tiempo líder cenecista, que en el año 2000 titubeaba de su militancia y coqueteaba con el PRD negociando una candidatura a diputado federal, ha transitado meteóricamente en el campo económico hasta convertirse en banquero, socio mayoritario de una nueva institución financiera en el Estado: "Unión Progreso".

Todo indica que a diferencia de varios de mis prósperos paisanos, el de César Duarte es un enriquecimiento inexplicable, fruto de la enorme corrupción política que vive mi entrañable tierra, a la que un manejo irresponsable, demagogo y electorero ha convertido – en un sólo año -, en la entidad con el mayor incremento de deuda, la elevó en 2013 en un 79% con respecto al año anterior. Según reporte de la SHCP del segundo trimestre al cierre del 30 de junio de 2014, Chihuahua tiene una deuda de 41 mil 603 millones de pesos.

Mientras se sofoca el futuro de Chihuahua con esta carga irresponsable, el del Gobernador del Estado aparece con porvenir. Desde hace más de dos años y de diferentes latitudes del Estado – incluídos los intramuros del propio gobierno y su mismo partido-, se empezó hablar del incremento patrimonial del Gobernador, que compraba aquí y allá algunos de los mejores ranchos, que se hacía del Hotel Soberano en la capital del Estado, que remodelaba propiedades de su familia. Sin mayores datos el rumor creció exponencialmente, tanto así que el propio Gobernador salió a desmentir que andaba de comprador en los medios de comunicación que jamás habían tocado el asunto.

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Sin embargo, el 22 de septiembre pasado el rumor se concretó en un hecho que sacudió -pese al vergonzoso control mediático -, a la opinión pública chihuahuense y lanzó uno de los retos más formidables a nuestras instituciones y al discurso político que se enreda en la bandera de la anticorrupción: el abogado Jaime García Chávez presentó ante la PGR y en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, una robusta y documentada denuncia por Peculado, Enriquecimiento Ilícito, Ejercicio Abusivo de Funciones y uso indebido de atribuciones y facultades, cometidos por el gobernador César Horacio Duarte Jáquez, Jaime Ramón Herrera Corral, Carlos Gerardo Hermosillo Arteaga y en contra de quien o quienes más resulten responsables.

Jaime García Chávez, es uno de los líderes más singulares de la izquierda Chihuahuense a la que encabezó en pos de la Gubernatura del Estado en 1992; desde esa óptica y desde una larga lucha por la democratización y en contra de la corrupción, ha planteado la denuncia como una apuesta por el derecho.

La maquinación delictiva puesta al descubierto tiene su dato inicial el 21 de marzo, fecha en la que fue aprobada por la junta de gobierno de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) la creación del Banco Progreso de Chihuahua SA, del cual Jaime Herrera Corral, Secretario de Hacienda del Gobierno Estatal, es fundador y funcionario, mientras que el Gobernador del Estado es uno de los principales socios con la adquisición del 15 % de las acciones, vía el contrato de Fideicomiso 744743, de Administración e Inversión, formado por él y su señora esposa Bertha Olga Gómez Fong, formalizado ante el notario público número 6, en noviembre de 2012, con una aportación de 65 millones de pesos con el objetivo de que la fiduciaria, Banco Mercantil del Norte S.A., efectuara la adquisición de acciones del Banco Progreso de Chihuahua SA de CV.

Esa institución bancaria es una fusión de Unión de Crédito Progreso SA, Akala SA de CV, Sociedad Financiera Popular y Unica Casa de Cambio SA. A ésta el Gobierno del Estado ha conducido depósitos, con bajísimas tasas de interés, por 834 millones de pesos. Fondeo que por cierto sirvió para que Banco Unión Progreso adquiriera un crédito de grupo financiero Scotiabank Inverlat SA, que ni mas ni menos, tenía contra el adeudo del propietario del Hotel Soberano, inmueble del que tanto se dijo había sido adquirido por el Gobernador.

La denuncia que se puede consultar completa en mi pagina de internet: www.javiercorral.org pone al descubierto una sofisticada operación fraudulenta de la ley y de los recursos económicos que administran el Gobernador y varios de sus más cercanos colaboradores; el engaño a las autoridades financieras del país para lograr dicha fusión, dado que su pública participación como impulsor de la fusión de las empresas citadas y la consecuente creación del Banco Progreso de Chihuahua, la distracción y utilización de recursos económicos del Estado para la publicidad de la autorización del nuevo banco como logro de su gestión gubernamental, ocultando ante la población su haber accionario del capital social, y que toda esa planeación bajo el diesño de actos jurídicos de aparente legalidad, no tenía otro fin que obtener su propio beneficio, por fusionarse también en él los roles de gobernador y socio de la empresa bancaria mencionada, con un evidente conflicto de intereses en razón de las decisiones de carácter financiero que como gobernador tomó en beneficio de las instituciones financieras que se fusionaron y por ende en el suyo propio así como de sus allegados y cómplices, que ahora son sus socios del Banco Progreso.

¿Se pueden presentar denuncias de este calibre y no pasar nada?. ¿Confirmará la PGR el Pacto de Impunidad como la base de la descomposición política y el deterioro institucional que liquida la legitimidad del Régimen?. Luego nadie se sorprenda que la sociedad lance convertida en piedra, su desesperación ante la injusticia.


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