Los buenos gobiernos administran con decencia el dinero público, son los primeros en cumplir la ley y hacer que todos los obligados la cumplan, porque eso es una manera inobjetable de evidenciar que la confianza puesta en ellos en las urnas, se honra. Es sustantivamente el leitmotiv de un gobierno que se precie de cumplirle con hechos a sus gobernados. En nuestro país ocurre todo lo contrario, la podredumbre del sistema político mexicano de manufactura priísta, ni por asomo comulga con estos postulados. Lo primordial es mantener el poder tope en lo que tope, y cueste lo que cueste. Así, con ese ayuno absoluto de ética han ido menoscabando la dignidad y el valor moral de muchos mexicanos.
La ristra de corruptelas es devastadora. La forma en que mienten es descarada, la manera en que se pasan la ley por debajo de las extremidades inferiores es deleznable. Ya para su cinismo me faltan adjetivos publicables. Es toda una red clientelar de timadores públicos en la absoluta impunidad. Las escuelas públicas son referente de las raterías por todo cuanto les hace falta en su estructura básica, los servicios de salud que ofrecen el ISSSTE y el IMSS, igual, las instalaciones están deterioradas, no hay medicamentos, de la atención ya ni hablamos, la mafia que ahí impera trata a los derechohabientes como si estos les debieran algo. Las listas de pacientes en espera de pase con especialistas es ofensiva. Y si hablamos de programas sociales, la plaga que tiene el tricolor en cada colonia popular a la que estos son destinados, solo se los dá, necesítenlo o no, a los que comulgan con el partidazo, los demás quedan fuera aunque de por Dios los requieran. Ese es el desdichado criterio de distribución.
Y lo último. Lo que acaba de hacer el gobierno de Peña Nieto constituye el tiro de gracia a lo poco que quedaba de intocable en este país. Violentaron, SIN FACULTAD ALGUNA, un mandato constitucional. Le comparto la fracción III del artículo 3ro. de nuestra Constitución: “…Adicionalmente, el ingreso al servicio docente y la promoción a cargos con funciones de dirección o de supervisión en la educación básica y media superior que imparta el Estado, se llevarán a cabo mediante concursos de oposición que garanticen la idoneidad de los conocimientos y capacidades que correspondan. La ley reglamentaria fijará los criterios, los términos y condiciones de la evaluación obligatoria para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia en el servicio profesional con pleno respeto a los derechos constitucionales de los trabajadores de la educación. Serán nulos todos los ingresos y promociones que no sean otorgados conforme a la ley…”.
En ninguna parte de nuestra Carta Magna se faculta al gobierno de la República a suspender esta disposición, ni en ninguna ley secundaria en materia de educación. La reforma educativa que el propio Peña Nieto nos envió al Congreso, la peleamos para sacarla adelante los legisladores panistas, como si hubiera sido nuestra, por una sola razón: Porque es buena para México. Quisieron boicotear las leyes secundarias los propios priístas, incluso, ni siquiera la discusión se dio en San Lázaro. Al final del día tuvimos reforma. Hoy el Gobierno Federal está de rodillas ante la CNTE. ¡Qué vergüenza! ¡Qué cobardía¡ Los quebró un sindicato sin “matria” y sin patria. De ese tamaño es el gobierno de los que si saben gobernar, chiquito y blandengue, como alfeñique. No hay autoridad que los meta en cintura, la ley simplemente no se las aplican PORQUE LES TIENEN MIEDO. En 5 estados de la República también han mancillado al país los mismos. Ni el ejército pudo desalojar a los “maistros” que no maestros, de las instalaciones del árbitro electoral. A otro perro con ese hueso. El ejército es cuadrado, solo obedece órdenes y su Comandante en jefe es el Presidente de la República.
Compatriotas, lo que viene para México es desolador, esto es solo el principio de la debacle. Se trata de sus hijos, de su familia…de verdad ¿No le inquieta lo que está sucediendo en su país? ¿No considera que esto es asunto suyo? ¿Tan grande es el desapego? 2016 le juro que no va a ser miel sobre hojuelas. Se trata de México, de nuestra casa…Nos la están derrumbando los que debieran protegerla y salvaguararla.
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