Hay mucho de que hablar sobre la cancelación del visado norteamericano de la mandataria de Baja California y su esposo, al causar un escandalo que ha llegado al más alto nivel en el país y, el punto ha sido tocado también como noticia internacional.
La entidad fronteriza durante mucho tiempo estuvo azotada por el cartel de los Arellano Félix, considerado uno de los más peligrosos y crueles del país, quienes azotaban la región controlando una de las colindancias más importantes con el vecino del norte. En paralelo, precisamente esa zona historicamente concentra un gran número de migrantes indocumentados con la intención de cruzar al otro lado.
El cruce entre personas de ambos países es cotidiano, normal y frecuente, la interrelación que existe en ambos lados de la frontera es común, de hecho, la clase pudiente en Baja California tiene residencias en Estados Unidos, como también resulta ser una practica regular que los vecinos se vayan de reventón a Tijuana, lo que hace de esa zona una peculiar interrelación.
No obstante, retirar la autorización para entrar al suelo norteamericano a la gobernadora en funciones, es un acto inédito, un tiro muy largo con trasfondo, tal parece es el comienzo de una serie de acciones que se van a ir dando.
Lo vimos con el alcalde de Matamoros -que por cierto salió bien librado-, después de un intenso interrogatorio, lo devolvieron a México sin visa y, advertido de sanciones, al ser señalado de tener relaciones con grupos delincuenciales.
Si algo debemos reconocer son los sistemas de inteligencia de las agencias americanas, cuentan con información y registros de todo tipo, acostumbrados a lidiar con gente peligrosa y políticos ladinos y demagogos, como existen muchos en este país.
Nosotros tenemos sistemas bastante efectivos, nuestro problema consiste en el encubrimiento y, ellos lo saben, por eso la desconfianza.
En esa medida, habrá una gran cantidad de funcionarios públicos que estarán poniendo sus barbas a remojar, pues lo ocurrido a la gobernadora de Baja California, es un aviso para todos aquellos que traigan cuentas pendientes.
Si se quiere ver desde otro ángulo, la cosa no es sencilla, seguramente hay muchos funcionarios públicos que no les interesa ir a los Estados Unidos, sin embargo, llegado el caso de que tengan orden de captura en aquel país, pueden ser detenidos el algún otro que tenga convenio de extradición.
Y aquí en México tampoco están a salvo, pues se impuso la práctica de entregar a delincuentes para ser juzgados en aquel país sin ninguna orden de extradición, simplemente con ponerlos del otro lado de la frontera es suficiente para enfrentar la justicia sin restricción alguna.
En ese aspecto, la cancelación de la visa en cuestión tiene un especial significado, no solamente por la persona afectada en este caso, sino también por lo que representa que no es asunto menor.
También es una llamada de atención a la administración de Sheinbaum, pues los vecinos nos han calificado como un Estado gobernado por el narco, con el objeto de que ponga orden y mayor atención en esos asuntos que proliferan en el país.
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