En vísperas del Año Nuevo los medios de comunicación, las redes sociales y muchos grupos y organizaciones acostumbran hacer un recuento sobre los sucesos, logros y retos que deja el año que culmina. En la mayoría de los casos son recopilaciones sobre la colectividad: el mundo en imágenes, síntesis informativas; análisis de datos, numeralias; editoriales y artículos de opinión.
Muchas personas hacemos algo similar; revisamos lo que vivimos, lo que logramos, lo que nos queda pendiente. También, de manera consciente o no, elaboramos una serie de propósitos y fijamos metas para el futuro.
Analizar nuestros éxitos y retos no es tarea sencilla; a menudo nos confronta con pendientes que no hemos podido hacer realidad por falta de voluntad y compromiso, o por debilidad: cuidar la salud, hacer ejercicio, llevar una dieta sana, por ejemplo. En otros casos el escollo más relevante es nuestra falta de atención u organización: dedicar tiempo de calidad a nuestras familias y amigos; cumplir metas laborales o educativas; fortalecer lazos de solidaridad en nuestras comunidades, cuidar nuestras finanzas.
Año Nuevo es una gran oportunidad para el crecimiento colectivo y personal. Cada uno, desde nuestro espacio laboral, escolar, comunitario y familiar, podemos fortalecer la convivencia armónica si cumplimos con nuestras tareas y si tratamos con respeto a quienes nos rodean. Tratar a los demás con respeto es una muestra de que nos respetamos a nosotros mismos.
En el plano personal tenemos otra nueva oportunidad de oro. ¿Qué queremos lograr este año? Definamos una lista corta, bien pensada, de nuestros objetivos para 2015. Mi familia y yo hicimos este ejercicio, que creo que nos ayudará a crecer y ser mejores personas.
Mis dos hijos, su mamá y yo pensamos mucho, pues estuvimos de acuerdo en que cada uno definiera tres propósitos que nos comprometemos a cumplir con base en el esfuerzo. Fue una excelente forma de convivencia. Y una manera de ayudarnos, todos, a crecer.
A tí y a tu familia: que 2015 sea un año de logros, satisfacciones y alegrías. ¡Felicidades!
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