Sobre los Partidos, las Alianzas y los Candidatos Independientes

0
509

En México se está viviendo una crisis en los Partidos Políticos que se han visto sacudidos por crisis y problemas de liderazgo en los 3 niveles de su organización; por crisis y problemas en los gobernantes emanados de los partidos y por crisis y problemas en sus militantes, quienes manifiestan su inconformidad por la forma centralista y personal en la que se toman las decisiones, sin atender a la democracia o por lo menos del consenso para decidir. Se multiplican las acusaciones de corrupción, de favorecer grupos, familiares y amistades en la “elección” o designación de dirigentes y candidatos, sin tomar en cuenta la honestidad, la capacidad y el reconocimiento social. Sólo se consideran los resultados de “encuestas”, pero más bien para descubrir la “redituabilidad electoral”, aunque los encuestados no sean los ciudadanos que mejor pudieran representar al partido y lograr un gobierno de principios, de eficiencia y de transparencia.

No se debe olvidar que los miembros y dirigentes de un partido político, así como los gobernantes que se eligen, emergen de la misma sociedad de la que forman parte, por lo que es necesario preguntarse si los problemas de los partidos son precisamente problemas de la sociedad, de una sociedad mal informada, de una sociedad que apenas está aprendiendo a vivir y a ejercer la democracia; de una sociedad que, por lo menos desde la Revolución Mexicana, sólo se le ha instruido en callar y obedecer, en cerrar los ojos ante los excesos de sus líderes sociales y de sus gobernantes.

Los Partidos Políticos se constituyeron en México precisamente para educar en democracia, para capacitar y concientizar en Principios y a vivir en comunidad, en opinar y discutir en orden respetando las opiniones de los demás, en su vida interior y, desde luego, llevar esas ideas a sus gobiernos, con todos los defectos personales y del propio Partido.

-Publicidad-

El acceso al poder de los partidos de oposición los debilitó y, en cierta forma, los fragmentó en grupos internos que nunca practicaron o aceptaron la democracia, sino que se imponen con la fuerza del número de miembros o la fuerza de las componendas o de las influencias de quienes detentaban el poder.

El debilitamiento de los Partidos, además de la proliferación de los mismos, pues muchos grupos se hicieron partido, los sindicatos se hicieron partido, las organizaciones supuestamente ecologistas se hicieron partido, vaya, hasta las universidades se están haciendo partido, llevó también a un debilitamiento electoral, dándonos así el fenómeno de que un partido por sí solo no garantizaba el triunfo electoral, lo que llevó casi naturalmente a las alianzas, pero no en alianzas para reforzar los Principios o las plataformas políticas o los Planes de Gobierno, no, solamente para ganar una elección, ocasionando con ello no sólo una confusión entre los militantes, sino también una confusión entre los electores y entre los ciudadanos, quienes ya no podían elegir entre distintas formas de pensar y de gobernar, sino que terminaban votando por “alianzas” o por “candidaturas comunes” que eran contradictorias o que tenían poco en común.

Si a lo anterior se agrega que los gobernantes emanados de los Partidos y también de las mencionadas alianzas, han sido ineficientes y con una confusa forma de gobernar, se ha de concluir que no sólo los Partidos, sino las alianzas, están fracasando en integrar buenos gobiernos, honestos, transparentes, democráticos y respetuosos de las leyes.

Hoy, la ciudadanía está volteando los ojos hacia los llamados candidatos independientes, es decir, candidatos que no pertenecen en cierto momento a un Partido Político. Muchos de ellos han sido miembros de esos partidos en los que, al no ser favorecidos con alguna candidatura o alguna otra canongia, se declaran “independientes” para competir. Sin embargo, el problema es el mismo, estos candidatos emergen también de una sociedad de donde han salido los candidatos de los partidos, con los mismos problemas de origen y sin planes y programas de gobierno.

Mañana o pasado tal vez se vean “alianzas” entre candidatos independientes, o bien alianzas de independientes con candidatos de los Partidos, pero el problema sigue siendo que se requiere una sociedad organizada, una sociedad exigente y respetuosa de la ley, una sociedad consciente, que pueda aportar candidatos, sean de los Partidos o como independientes, que verdaderamente busquen el Bien Común, el bien de la sociedad a la que pretenden gobernar.


There is no ads to display, Please add some

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí