Me pregunto a qué le temen los funcionarios públicos que aún no se atreven a participar en iniciativas ciudadanas como la de TresdeTres, que según la información publicada en su portal se propone reconstruir la confianza ciudadana a través del compromiso y transformación de la clase política en nuestro país para que antepongan los intereses de México a los suyos, y es que de acuerdo a sus propias estadísticas sólo 419 funcionarios públicos de nuestro país han publicado su declaración 3de3, que significa una cifra equiparable a nada cuando hablamos que de acuerdo al INEGI en 2010 únicamente la administración pública federal estaba conformada por 97 instituciones centralizadas, 18 secretarías de estado y 74 órganos desconcentrados en donde laboraban un millón 698,161 servidores, sin contar las 197 instituciones paraestatales.
La iniciativa es extraordinaria en estos tiempos de crisis de la credibilidad y la confianza por patine de la sociedad hacia sus gobiernos, y por lo que la transparencia de las instituciones se convierte un tema no sólo de legalidad, honestidad, rendición de cuentas o de moral, sino que para viabilidad misma del Estado la cual hoy en día está en función del grado que sea pública la actuación de los gobernantes.
La democracia que en teoría, permite aspirar y llegar al poder, pero entiéndase al poder como la facultad de poder hacer algo por la sociedad, poder estar al servicio total y absoluto de sus gobernados para lograr un desarrollo humano integral, fortalecido y de largo alcance en el tiempo y en el espacio.
La cultura es un conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico, así como un conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, entonces de dónde saca el titular de la Secretaria de la Función Pública que erradicar la corrupción en nuestro país es complicado debido a que no es un tema racial, sino un tema cultural. No sé que es peor si lo que dijo o quién lo dijo.
Si creemos que se trata de una cuestión cultural o que nos estigma culturalmente a los mexicanos la corrupción, ciertamente resulta difícil y hasta imposible acabar con ella; afortunadamente no es parte de nuestra cultura ser corrupto o corruptible.
El Partido Acción Nacional se ha conducido de manera transparente y a la vanguardia poniendo el ejemplo al sumarse a la Plataforma Nacional de Transparencia, que tiene como objeto la publicación, homologación y estandarización de la información de las obligaciones señaladas en la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública y que deben de difundir los sujetos obligados en los portales de Internet que la misma Ley establece.
Por el bien de México y de la democracia, esperemos que no tarden muchos días los demás partidos a hacer lo propio y se dispongan a sujetarse a lo que hoy ya no es sólo una iniciativa ciudadana, sino que ésta ha evolucionado hasta convertirse en una obligatoriedad legal, es la oportunidad de todo el Estado mexicano, para reivindicarse con la sociedad civil.
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