Manuela Obrador, prima del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha vuelto a la escena pública al ser vista en un evento de Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de Morena, en el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Su presencia en primera fila, junto al dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, y la candidata al Senado de la República, Ernestina Godoy, ha generado especulaciones sobre su posible integración al equipo de Sheinbaum.
Según fuentes cercanas, la aparición de Manuela Obrador en el evento de Sheinbaum no implica necesariamente su incorporación al equipo de campaña, sino que fue invitada como una figura especial. Sin embargo, su cercanía con destacados miembros de Morena ha avivado los rumores sobre sus aspiraciones políticas y su posible papel en el futuro gobierno.
Es importante recordar que Manuela Obrador habría mostrado interés en contender por la candidatura de Morena para la gubernatura de Chiapas, luego de que el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, descartara sus aspiraciones. Sin embargo, el presidente López Obrador expresó su desaprobación ante esta posibilidad, argumentando la necesidad de evitar el «influyentismo».
Los expertos políticos han sugerido que la presencia de Manuela Obrador en el círculo cercano de Claudia Sheinbaum podría indicar un respaldo implícito por parte del presidente López Obrador. Esto podría interpretarse como una estrategia para consolidar la lealtad dentro del partido y asegurar la continuidad del proyecto político del mandatario.
Sin embargo, también se ha planteado la posibilidad de que esta cercanía sirva como un mecanismo de supervisión o control por parte del presidente, para evitar que Sheinbaum se distancie del proyecto político del líder de Morena una vez en el poder. Este tipo de vigilancia transexenal, como lo han llamado algunos expertos, busca garantizar la cohesión y la fidelidad al proyecto político de López Obrador incluso después de su mandato.
En conclusión, la presencia de Manuela Obrador en el entorno político de Claudia Sheinbaum plantea interrogantes sobre el posible influyentismo y las estrategias de control dentro de Morena. Mientras tanto, queda por verse si esta relación se traducirá en una participación activa en la campaña de Sheinbaum o en un papel más relevante dentro del futuro gobierno en caso de un triunfo electoral.
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