Las giras presidenciales recuerdan aquellas películas de La risa en vacaciones. Al parecer todo mundo se la pasa bomba. Invita a parientes, amigos y todo género de colaboradores. Por unas horas el país estuvo en manos de Luis Miranda (a ese nivel llegamos) mientras todos viajaban a París como si se tratara de ir al intercambio de regalos de la oficina. Se entiende que la gira a Francia fuera de primera importancia para el Presidente y para el canciller, pero haber programado ¡once! secretarios de Estado suena a derroche. Pero total, la fiesta para México estaba puesta y allá se quedó Peña Nieto —e hizo bien— antes de regresar a su triste realidad.
Mientras todo es ambigús, champagne, sonrisas y buenos deseos para las naciones francesa y mexicana en París, las relaciones diplomáticas con otra nación se pudren: lo que será la “nueva era” con EU.
Desde que llegó al gobierno, el peñismo decidió redefinir varias cosas porque nada bueno había pasado en este país antes de su llegada al poder. Dijeron que cambiaría la relación con EU. Alegaban entreguismo de los gobiernos panistas, permisividad en la operación de agencias de seguridad y hasta el número de extradiciones (el sexenio pasado el promedio fue de 102 anuales y ahora es de 69, según CNN México con datos de la PGR 19/03/15). En estos días se ha filtrado que la decisión del gobierno de no extraditar a El Chapo fue para dar lecciones de soberanía y fortaleza institucional. Incluso el jocosillo de Murillo Karam dijo que sería extraditado en 300 años. Tan redefinieron la relación que la ubicaron finalmente en el basurero, porque solo así se explica que llevemos meses sin embajador allá.
Creo que las cosas van a cambiar. Recuerdo que hace 20 años en la PGR, y producto de las décadas de priismo y las crisis, entonces con reciente rescate económico, nos contaba un secretario de Estado que no había tema en el que no sacaran a García Abrego. Se iba a pedir un préstamo y preguntaban por el narcotraficante; había una junta de temas agrícolas y preguntaban para cuándo García Abrego. En todos los temas, en todas las juntas. Así que el día que se detuvo al narcotraficante no hubo duda alguna. En la noche se consiguió el acta de nacimiento que había en EU (en La Paloma, Texas) y temprano en la mañana se le extraditó por ser ciudadano norteamericano. Fue metido a la fuerza en el avión como se aprecia en imágenes. Entonces se le denominó “el cajuelazo de Estado”.
Así que ojalá la comitiva disfrute los canapés y bocadillos, las grandes cenas, los afamados vinos y se saquen muchas fotos del recuerdo, porque parece que ya se les acabó La risa en vacaciones.
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