En vísperas de cumplirse un año del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en la iglesia de Cerocahui, Chihuahua, el provincial en México de la Compañía de Jesús, Luis Gerardo Moro Madrid, advierte sobre el grave problema de inseguridad que enfrenta el país. En una entrevista con La Jornada, Moro Madrid destaca que el control territorial ejercido por el crimen organizado representa una amenaza para la vida democrática en México, ya que estos grupos controlan la vida social, económica y política en diversas regiones.
El religioso subraya la importancia de que aquellos que aspiren a gobernar el país presenten propuestas de pacificación que convoquen a todos los sectores sociales y políticos. Para lograr esta tarea, es fundamental superar la polarización y priorizar las necesidades de la población en general.
En relación al caso de los sacerdotes asesinados, Moro Madrid señala que la aparición sin vida de uno de los presuntos responsables no puede considerarse como un triunfo de la justicia ni una solución al problema estructural de la violencia en la región de la sierra Tarahumara. Destaca que la ausencia de un proceso legal adecuado en relación con este homicidio representa un fracaso del Estado mexicano en sus deberes básicos y evidencia que las autoridades no tienen control territorial en la región. La violencia continúa en la Tarahumara, como se pudo constatar recientemente en Guachochi, donde un ataque dejó un muerto y las marcas de los disparos en la fachada de la iglesia local.
Moro Madrid enfatiza que la exigencia de verdad, justicia y paz respecto al caso de los jesuitas asesinados no se detendrá, sin importar el partido político en el poder. Considera que cualquier gobernante debe escuchar la realidad del país y atender las demandas de la población.
En cuanto a la estrategia de seguridad, el provincial de la Compañía de Jesús destaca la necesidad de reconstruir el tejido social y plantea preocupación por la militarización de los territorios. Aunque reconoce que la intervención militar puede abordar situaciones de emergencia, advierte que a largo plazo daña las relaciones comunitarias y perjudica la organización de las comunidades. Además, resalta que el uso desproporcionado de la fuerza letal por parte del Ejército contra civiles es evidencia de las consecuencias negativas de asignar funciones de seguridad pública a instancias militares.
En cuanto a la recuperación de la institucionalidad local de seguridad, Moro Madrid considera fundamental fortalecer las habilidades de las policías municipales en materia de prevención, investigación y reacción. Destaca que existen casos en los que las policías locales han estado coludidas con el crimen organizado o han sido desplazadas ante las amenazas.
El religioso recuerda que envió una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador tras los homicidios, pero no recibió respuesta. Sin embargo, se reunió con el exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López, y mantuvo comunicación con el subsecretario César Yáñez. La intención de la compañía era poner a disposición la información que poseen y invitar al presidente a conocer de primera mano la realidad de los asesinatos.
En conclusión, la situación de inseguridad y el control del crimen organizado representan una amenaza para la vida democrática en México, según Luis Gerardo Moro Madrid de la Compañía de Jesús. El religioso insta a los aspirantes a gobernar el país a presentar propuestas de pacificación que involucren a todos los sectores y destaca la importancia de reconstruir el tejido social en lugar de recurrir exclusivamente a la militarización. Además, resalta la necesidad de fortalecer las instituciones de seguridad local y demanda una respuesta del Estado ante los asesinatos de los sacerdotes jesuitas.
Con información de Carolina Gómez Mena de la Jornada.
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