El Comité de Acción Política Conservadora (CPAC) es el espacio en que convergen dirigintes, empresarios y activistas de derecha –incluidos los de extrema derecha–, quienes empiezan a desplegar acciones con miras a competir por el poder.
Alentados por el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, algunos de los más importantes representantes de este sector empiezan a dar la cara y agruparse en sus respectivos países para dar lo que denominan la «batalla cultural» en contra de la izquierda, enfocando sus baterias en criticar a los actuales gobernantes de esta corriente de pensamiento.
En las reuniones del CPAC han llegado a juntar lo mismo a Javier Milei de Argentina, Nayib Bukele de El Salvador, Santiago Abascal de España, Eduardo Verástegui de México, Jair Bolsonaro de Brasil, entre otros mandatarios y exmandatarios que simpatizan con estas ideas.
Pero también, como lo reveló el columnista Salvador García Soto en su espacio de El Universal, acuden a estas reuniones empresarios como Ricardo Salinas Pliego, dueño de Televisión Azteca, Elektra y otras compañías, quien en sus cuentas de redes sociales ha expresado su rechazo hacia todo lo que suene a izquierda, incluso con calificativos como «zurdos de mierda».
Se trata de uno de los hombres más ricos de México que también cuenta con una cercanía con Donald Trump.
«A partir de ese momento ha sido público y más que claro que Ricardo Salinas Pliego se ha convertido en la cabeza de un proyecto político que busca derrotar a la izquierda morenista que pretende eternizarse en el poder. Y también empieza a ser evidente que el empresario ha sido identificado ya como un aliado del proyecto trumpista para impulsar el regreso de las derechas en Latinoamérica», escribió García Soto.
Si a lo anterior sumamos que Verástegui está buscando obtener su registro para convertir en partido político su movimiento llamado Vida de corte conservador y las coincidencias que se han manifestado coincidencias con las ideas de este movimiento algunos militantes de otros partidos –en especial del PAN–, podríamos considerar que se están sentando las bases para crear una plataforma que apoye un proyecto de derecha con miras a competir en contra de Morena tanto en las elecciones legislativas de 2027 y en la presidencial de 2030.
El apoyo de Trump puede ser importante para que este proyecto avance, tanto por la manera en que sean promovidos desde la Casa Blanca, como por los recursos que reciban tanto de empresarios como Salinas Pliego como de otros que se han mantenido con un perfil discreto, pero que por la situación por la que atraviesa el país pudieran animarse a participar.
Esto también obligará a partidos como el PAN a redefinirse ya sea para sumarse a este movimiento, como para buscar una nueva oferta electoral ante el riesgo de ser exterminado por el ataque de dos adversarios: Morena y la extrema derecha.
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