Uno de los efectos del triunfo electoral de Donald Trump es la manera en que esto se convirtió en un aliciente para los extremistas que acompañaron al empresario durante su aventurá política más reciente.
Desde 2016, con su primera victoria, Trump se vio rodeado de varios personajes que representan no sólo la extrema derecha, sino de otras expresiones que combinan xenofobia, racismo y teorías de la conspiración que se apoyan en la ignorancia de buena parte de la base electoral del trumpismo.
Pero lo curioso no es sólo que se confirme la tendencia exhibida por Steve Bannon, sino que el número de extremistas aumentó conforme crecían las posibilidades de ganar la pasada elección de noviembre.
Extrema derecha
Durante la campaña electoral de 2024, Donald Trump recibió el apoyo de varias figuras y organizaciones clasificadas como de extrema derecha o con posturas extremistas. Algunas de estas personas han sido consideradas para formar parte de su equipo de gobierno:
Stephen Miller: Exasesor político de alto rango en la primera administración de Trump, conocido por sus estrictas políticas antiinmigración y considerado uno de los principales artífices del veto migratorio contra países de mayoría musulmana. Se espera que retome un papel influyente en el nuevo gobierno, especialmente en temas de inmigración.
Laura Loomer: Activista de extrema derecha conocida por su retórica incendiaria y teorías conspirativas. Su cercanía reciente con Trump ha generado inquietud sobre la posible influencia que podría ejercer en la nueva administración.
Richard Grenell: Exembajador en Alemania y director interino de Inteligencia Nacional durante la primera administración de Trump. Conocido por sus posturas conservadoras, ha sido considerado para ocupar cargos de seguridad nacional y política exterior en el nuevo gabinete.
Peter Hegseth: Presentador de Fox News con posturas conservadoras, ha sido designado como secretario de Defensa en el nuevo gabinete de Trump.
Elon Musk: Aunque principalmente conocido por su papel en el sector tecnológico, Musk ha mostrado apoyo a Trump y ha sido nombrado para liderar el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental, encargado de reformar la burocracia y reducir gastos en la administración federal.
Estos nombramientos reflejan la inclinación de Trump por rodearse de figuras con posturas conservadoras y, en algunos casos, asociadas a la extrema derecha, lo que podría influir significativamente en las políticas de su próxima administración.
Los que salen del closet
Ya sea para congraciarse con el nuevo presidente o porque ahora ven propicio manifestar sus verdaderas ideas políticas, conforme se acercaba la toma de posesión del nuevo mandatario estadounidense empezaron a mostrar sus ideas políticas y tomando decisiones que dejan ver su verdadera tendencia política varios personajes tanto de la política como del mundo empresarial.
Un caso es el de Mark Suckerberg, accionista mayoritario en Meta, quien aseguró en un video publicado en Instagram que “las recientes elecciones también parecen un punto de inflexión cultural que nos lleva a volver a priorizar la libertad de expresión”. Luego de esas palabras en Facebook se realizaron cambios y se eliminó la verificación de la información, sustituyéndola por notas de la comunidad al estilo de X.
Y no ha sido la única acción de Suckerberg para congraciarse con Trump, como informó el diario inglés The Guardian: «Meta anunció el nombramiento de Dana White, director ejecutivo de Ultimate Fighting Championship (UFC), el deporte de facto del movimiento MAGA, como miembro de su junta directiva. White ha respaldado a Trump desde 2016», dicho nombramiento fue en relevo de «la demócrata con mejores conexiones de Meta, Sheryl Sandberg, (quien) ya no es su directora de operaciones (y) ni siquiera está en su junta directiva. Zuckerberg la reemplazó por White».
Otros casos llamativos tiene que ver con la rapidez en que varias empresas han abandonado las políticas DEI y lo que comúnmente se llama «cultura Woke», tendencia que es identificada con el progresismo y el apoyo a políticas de género que incluyen lo que ha generado mucha molestía en amplios estratos sociales: la inclusión forzada que, se ha denunciado, afecta el contenido producido por Hollywood.
El rechazo que ha mostrado Trump hacia las políticas DEI y todo lo que suena a Woke, ha provocado que empresas empiecen a despedir a directivos que impulsaban este tipo de acciones –que sus defensores veían como un paso hacia la equidad–, pero que en medios y redes sociales han enfrentado rechazo y protestas; la marca de cerveza Bud Light, al presentar su producto con un activista trans, tuvo que recular luego de ver varios videos en redes en los que los consumidores mostraban su rechazo destruyendo latas de dicha cerveza.
Algo similar enfrentaron Harley Davidson, la emblemática marca de motocicletas, y el fabricante de maquinaria agrícola John Deere, quienes también anunciaron polítias DEI o intentaron acercar sus productos a este grupo social.
Anécdotas aparte, lo cierto es que el ambiente de polarización introducido por Trump desde su primera campaña electoral ha tenido un impacto en este tema, pues ha provocado enfrentamientos entre quienes apoyan o rechazan tanto lo Woke o las políticas DEI con agresividad.
Elon Musk se ha sumado a esta batalla prometiendo que luchará por acabar con esta práctica.
Elon Musk ha expresado en múltiples ocasiones su oposición a la cultura «woke», describiéndola como una amenaza para la civilización. En una entrevista de diciembre de 2021, afirmó que «en su esencia, el ‘wokeness’ es divisivo, excluyente y odioso. Básicamente, le da a las personas malas un escudo para ser crueles, armados con falsa virtud».
Además, Musk ha criticado la influencia de la cultura «woke» en la inteligencia artificial, señalando que modelos como ChatGPT son demasiado «woke» y «políticamente correctos».
En junio de 2023, Musk promovió el documental «What Is a Woman?», que aborda temas relacionados con las personas transgénero, y lo fijó en su perfil de Twitter, lo que generó controversia y llevó a la renuncia del jefe de Confianza y Seguridad de la plataforma.
Estas acciones reflejan la postura crítica de Musk hacia la cultura «woke» y su influencia en diversos ámbitos de la sociedad.
La influencia de Bannon
Uno de los personajes que más influencia tuvo en la primera presidencia de Trump fue Steve Bannon, quien es autor de varias de las inspiraciones que ha tenido el empresario metido en política a la hora de ejercer el poder.
El exasesor principal del presidente Donald Trump, ha articulado una ideología centrada en el nacionalismo económico y la reducción de la burocracia gubernamental. Se autodenomina «nacionalista económico» y aboga por disminuir tanto la inmigración legal como ilegal, argumentando que esta amenaza la soberanía nacional. Además, promueve restricciones al libre comercio con países como China y México, sosteniendo que tales medidas protegerían los empleos y la economía estadounidenses.
Bannon también ha manifestado su deseo de reducir el tamaño de la burocracia federal, refiriéndose a este objetivo como la «desconstrucción del estado administrativo». En el ámbito internacional, se identifica como un «orgulloso sionista cristiano», expresando su apoyo a Israel. Aunque algunos lo han etiquetado como nacionalista blanco, él rechaza dicha caracterización.
En resumen, la ideología de Bannon combina un fuerte nacionalismo económico con políticas de inmigración restrictivas y una oposición a las estructuras burocráticas establecidas, buscando redefinir el papel del gobierno y la posición de Estados Unidos en el escenario global.
Así, la segunda presidencia de Trump estará marcada por la presencia de personajes extremistas que buscarán influir en las decisiones que tome desde la presidencia el también empresario.
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