“Rezo para que podamos encontrar y construir el gobierno que merecemos”. Alejandro González Iñárritu
Las palabras del multipremiado mexicano tuvieron eco inmediato, el PRI respondió muy desafortunadamente intentando deslindarse del comentario pero lo único que consiguió es ratificar que ellos eran el problema, no la solución:
“Coincidiendo en el orgullo mexicano, es un hecho que, más que merecerlo, estamos construyendo un mejor gobierno”.
El ganador del Oscar dejó un mensaje ambiguo que se ha prestado a varias interpretaciones, desde “cada pueblo tiene el gobierno que se merece” y hasta “nos podríamos merecer un gobierno incluso peor” pero a mi gusto y a partir de toda la imagen que tiene actualmente el gobierno de Peña Nieto en el exterior, el mensaje es muy claro: México se merece un gobierno mejor porque evidentemente no lo hemos encontrado.
Donde la historia se construye y se corrobora sola es en los hechos; el mismo lunes en que todas las notas eran sobre el Oscar, sobre el éxito y el discurso de González Iñárritu, en la Cámara de Diputados el PRI echaba abajo, una vez más, el trabajo construido y consensado en meses por tres puntos básicos en los que no concordaba con el PAN:
- El PRI se negaba rotundamente (y se puede ver en video la declaración) a que el secretario de la Función Pública fuera ratificado por el Senado, avalando y fomentando el conflicto de intereses más evidente: Querían que fuera un empleado del presidente el encargado de garantizar su honestidad y la de su gobierno.
- El PRI pedía que el plazo de prescripción de las faltas administrativas fuera de 5 años. Con esto se lograría que una misma administración sea la encargada de calificarse.
- El PRI, protegiendo los feudos sin ley de sus gobernadores no quería que las participaciones federales en los estados y municipios fueran auditables… Las participaciones federales en estados y municipios representan el 92% de los ingresos de las entidades.
El martes algo pasó, no se exactamente qué… alguien llamó, alguien convenció, alguien negoció, pero el PRI aceptó los tres irreductibles del PAN.
Hoy el Sistema Nacional Anticorrupción está caminando y parece que mañana se votará y como será a la vista de todos los mexicanos va a ser muy interesante ver quién se opone porque un voto a favor de la corrupción no merece un solo voto más en las urnas.
El coordinador de los diputados del PAN, Ricardo Anaya, enfatizó que ésta era la generación que tenía la obligación de acabar con la corrupción en el Estado… la corrupción que nos cuesta anualmente 9 puntos porcentuales del PIB y que ha mantenido a grandes sectores de la sociedad en calidad de sobrevivientes.
Yo me sumo a sus palabras porque estoy cierto de que lo único que puede salvar a México es un cambio rotundo en su forma de entender y tolerar la corrupción.
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