La campaña interna del PAN

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La campaña interna para elegir al nuevo presidente nacional del PAN está en marcha. Se trata de la segunda ocasión en que el voto directo de los militantes decida quién será el dirigente nacional del Partido, en un contexto en que la transformación que ha sufrido este instituto político ha provocado que más que los afiliados, sean las estructuras y los gobernadores quienes decidan el futuro de Acción Nacional.

Interna azul

No es un secreto que las decisiones al interior del PAN son tomadas por los líderes de los grupos que conforman al Partido. Son ellos quienes promueven la afiliación de militantes, acuerdan alianzas –tanto al interior como al exterior– y deciden sobre temas como presupuesto y candidaturas. En cada entidad del país, existe uno o más grupos que son los que controlan la estructura del Partido y orientan las acciones del mismo, muchas de las ocasiones en beneficio de ellos mismos.

Producto de esta nueva realidad han sido las llamadas “mesas políticas”, en las que se sientan los líderes de estos grupos –bajo el fenómeno conocido como “onda grupera”–, para decidir quiénes serán candidatos o la siguiente etapa a seguir en una de las múltiples campañas electorales que vivimos en México, marginando a quienes no formen parte su “grupo” de paso.

Aunque en ocasiones las “mesas políticas” no generan los acuerdos necesarios para avanzar, como fue el caso de Nuevo León en el contexto de la pasada elección a gobernador, en muchos de los casos sirven para dar la imagen de unidad de cara al electorado y, lo que más interesa al interior del Partido, avanzar a la contienda electoral sin pugnas intramuros.

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Así, cualquier tema de la vida interna del PAN gira en torno de los grupos y sus líderes.

Campaña en azul

La campaña por la elección del nuevo presidente de Acción Nacional no puede verse fuera del contexto descrito anteriormente, en virtud de que son pocos los militantes que no se encuentran en la lógica de la “onda grupera”, por lo que no es una exageración afirmar que el resultado de la interna azul ya está decidido en estos momentos.

La acusación de Javier Corral, uno de los candidatos en esta contienda interna, acerca de que Ricardo Anaya es apoyado con recursos del Partido –además de la impugnación del padrón panista–, no es sino la muestra de la transformación que ha sufrido un instituto político que fue diseñado para otro tipo de escenarios.

La llegada al Poder en el año 2000, como se ha venido repitiendo en este y otros espacios, cambió la forma en que el militante participaba en el PAN, pues dejo de ser oposición y de buscar ser el Partido que denunciara los excesos del sistema, a ejercerlos sin ningún rubor.

La pasada campaña interna, en la que Gustavo Madero buscó la reelección, también recibió reclamos similares a los que Corral hace en esta ocasión. Igual sucedió en el tema de la recolección de firmas, en ambas ocasiones Madero y Anaya recolectaron en poco tiempo prácticamente el doble de las solicitadas por el Estatuto panista, como una forma de demostrar el apoyo que tienen en la militancia, pero evidenciando que el control de las estructuras funciona como ellos lo esperan.

Así las cosas, no se puede esperar un cambio en la dinámica en la que el PAN está inmerso y el resultado del próximo 16 de agosto es predecible, pues los grupos internos ya decidieron quien debe encabezar al Partido, cuidando las formas y cooptando a figuras con reconocimiento en la planilla que se perfila como ganadora, para generar la imagen de pluralidad. Asimismo, se considerará a algunos miembros de la planilla de Corral Jurado en la Comisión Permanente para afianzar esa imagen y a seguir gozando de los amplios presupuestos que tiene Acción Nacional.

Por lo tanto, no habrá rebelión de panistas libres –como lo pide Corral–, ni sorpresas en la interna, como algunos esperan, sino la confirmación de que el PAN cambió para alejarse definitivamente de sus orígenes. Viene siendo una oportunidad para, ahora sí, cambiar el distintivo electoral del Partido como no se pudo hacer en la pasada Asamblea Extraordinaria en la que se reformaron los Estatutos.

Migajas

Una de las situaciones más llamativas en este proceso interno, tiene que ver con los nostálgicos del panismo, los cuales –para nuestra sorpresa– no se ubican en el interior del mismo, como es el caso de José Agustín Ortiz Pincheti, veterano periodista, quien expresó ese sentimiento en su artículo en el portal Sin Embargo.

Una muestra de que los propios panistas se han acomodado a la “onda grupera” es la declaración del dirigente nacional de Acción Juvenil, Everardo Padilla, quien en entrevista aseguró que las diferencias entre los líderes azules es algo normal, pero olvidando que se refería a lo que sucede entre Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla, y Rafael Micalco, dirigente estatal del Partido, y que ya Moreno Valle removió a un presidente del CDE en el estado.

La columna Templo Mayor reveló el apoyo del mandatario poblano en favor de Ricardo Anaya, demostrando que quienes controlan al Partido han decidido.


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