México enfrenta un desafío persistente en materia de seguridad pública, particularmente en lo que respecta al delito de homicidio. Según el informe «La Guerra en Números» elaborado por TResearch, con datos recopilados entre 1990 y 2025, se evidencia una tendencia preocupante que refleja la magnitud de la violencia en el país. El análisis abarca cifras históricas, comparativas por sexenios y variaciones regionales, ofreciendo un panorama integral sobre este flagelo.
Tendencias Históricas y Contexto
El documento revela que los homicidios en México han experimentado fluctuaciones significativas a lo largo de las últimas tres décadas. Durante los años noventa, las cifras se mantuvieron relativamente bajas, con un promedio anual de alrededor de 15,000 casos. Sin embargo, desde principios de la década de 2000, el número de homicidios comenzó a aumentar drásticamente, alcanzando picos alarmantes en los últimos años. En 2023, el país registró más de 30,891 homicidios dolosos, una cifra que representa un incremento sostenido desde 2015.
Este aumento coincide con la implementación de estrategias de seguridad basadas en el combate frontal al crimen organizado, iniciadas durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012) y continuadas bajo Enrique Peña Nieto (2012-2018). Aunque estas políticas buscaban desarticular a los cárteles, sus efectos colaterales incluyeron una escalada de violencia sin precedentes. Bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), conocido como AMLO, las cifras no mostraron una disminución significativa, consolidándose en niveles altos con un promedio de 30,000 homicidios anuales.
Comparativa por Sexenios
El análisis por periodos presidenciales muestra diferencias notables. Durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), los homicidios fueron considerablemente menores, con un promedio anual de aproximadamente 7,000 casos. Este número comenzó a crecer durante los gobiernos de Ernesto Zedillo (1994-2000) y Vicente Fox (2000-2006), pero fue a partir de Calderón que se observó un salto exponencial, con cifras superiores a 20,000 homicidios anuales.
El sexenio de AMLO, aunque presentó una ligera reducción en comparación con el de Peña Nieto, sigue siendo uno de los más violentos de la historia reciente. En sus primeros siete meses de gobierno, el promedio diario de homicidios fue de 76, una cifra apenas inferior a la registrada en el mismo periodo del gobierno anterior (84). Esto sugiere que, pese a los esfuerzos declarados por cambiar el enfoque de la política de seguridad, los resultados no han sido concluyentes.
Variación Regional y Entidades Más Afectadas
El estudio destaca también las disparidades regionales en cuanto a la incidencia delictiva. Durante 2023, entidades como Guanajuato, Estado de México, Baja California y Michoacán concentraron el mayor número de homicidios, reflejando la influencia de grupos criminales y conflictos territoriales en estas regiones. Por otro lado, estados como Yucatán, Campeche y Aguascalientes reportaron cifras significativamente menores, lo que indica una problemática distribuida de manera desigual.
En términos de variación interanual, algunas entidades mostraron mejoras importantes. Por ejemplo, en el comparativo entre 2023 y 2024, estados como Chiapas y Coahuila lograron reducir sus tasas de homicidio en más del 10%. Sin embargo, otras entidades, como Zacatecas y Sonora, experimentaron incrementos preocupantes, destacando la necesidad de estrategias específicas adaptadas a cada contexto.
Conclusiones y Perspectivas
El informe de TResearch subraya la complejidad del fenómeno de los homicidios en México, donde factores como el crimen organizado, la corrupción, la impunidad y la desigualdad social juegan un papel crucial. Aunque algunos avances son visibles en ciertas regiones, el país aún enfrenta un reto monumental para revertir esta crisis.
Para abordar este problema de manera efectiva, será necesario implementar políticas integrales que vayan más allá del enfoque militarizado tradicional. Esto incluye fortalecer las instituciones de justicia, combatir la impunidad, generar oportunidades económicas y sociales, y fomentar la participación ciudadana. Solo así podrá México avanzar hacia un futuro más seguro y pacífico.
El análisis de TResearch sirve como un recordatorio urgente de que la lucha contra el homicidio no puede ser solo un tema de estadísticas; debe convertirse en una prioridad nacional que involucre a todos los sectores de la sociedad.
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