Hoy el DF está a expensas del contentillo del PRI y el Partido Verde Ecologista de México.
En distintos países del mundo, las capitales reciben un recurso, un Fondo de Capitalidad, para enfrentar la presión en servicios e infraestructura por personas que no habitan en tales ciudades. El DF recibe aproximadamente cinco millones de personas a diario que no residen aquí.
La capital del país ofrece servicios a quienes no pagan impuestos en el DF, ya sea en materia de salud, transporte público y seguridad pública, lo mismo que exenciones tributarias o subsidios.
Por ejemplo, en materia de servicios médicos, al menos, 20% de la población que se atiende en hospitales del DF no vive en la ciudad. En los reclusorios capitalinos hay seis mil presos por delitos federales, una cuarta parte no son capitalinos y el costo por cada uno es de 120 pesos diarios, por lo que la ciudad eroga casi 66 millones de pesos anualmente para atender a esta población penitenciaria.
Sin embargo, nuestra ciudad debe arreglárselas prácticamente sola y, aunque de algo ayuda, el dinero que recibe por la capitalidad está lejos de ser suficiente.
En 2014 y 2015 el fondo contó con bolsas garantizadas por tres mil 500 millones de pesos, lo que contrasta con los dos mil 500 millones de pesos que buscan otorgarle para 2016.
No sorprende que en el marco de la aprobación del presupuesto, la Ciudad de México quede atrapada nuevamente entre los egoísmos, la indiferencia política de los partidos que históricamente le han dado la espalda.
Hoy el Distrito Federal está a expensas del contentillo del PRI y el Partido Verde Ecologista de México, que buscan atacarlo con la reducción de, por lo menos, mil millones de pesos al Fondo de Capitalidad.
Los partidos instalados en el gobierno federal no muestran el mínimo interés por generar más ingresos a este fondo, no se dan cuenta que se trata de algo mucho más importante que una disputa política, que es la sustentabilidad de la capital de todos los mexicanos lo que está en juego.
En la Cámara de Diputados, propuestas del PAN, del PRD y de la diputada independiente Ariadna Montiel ya fueron presentadas en busca de salvaguardar este fondo que la ciudad necesita, además, para subsanar aquellas aportaciones que deja de recibir dada su condición sui géneris de entidad federativa, pero que no es un Estado.
Mientras el PAN busca la asignación anual de recursos federales, hasta por el equivalente a 30% de la inversión física que haya aplicado el Distrito Federal en el ejercicio fiscal inmediato anterior, el PRD quiere que se integre por 0.65% de la recaudación federal participable y la diputada Montiel, que se tengan reglas claras.
Todas, iniciativas con puntos destacables, discutibles y debatibles. Lo inaceptable es una mezquina propuesta de reducción sin diálogo previo, sin justificación, sin razón.
Si bien es cierto que la economía nacional no permite tener abundantes incrementos presupuestales y, por el contrario, obliga a ser más inteligentes para hacer lo necesario con menos recursos, también es correcto no hacer reducciones en aquellos rubros en los que ha quedo de manifiesto la necesidad, más que justificada.
Las cartas de los jugadores están en la mesa y lo que queda claro es que el PRI y el PVEM muestran un desprecio por la ciudad, mientras que el resto busca y lucha por el reconocimiento de los logros. Estamos en la víspera de aprobar el presupuesto para el próximo año y cada voto contará. El mío ya está comprometido en favor de mi ciudad.
There is no ads to display, Please add some
