¿Quién ganaría una guerra de aranceles entre Estados Unidos, México y Canadá? El dilema de enfrentar al gigante solos o juntos
“En la política internacional no gana el más fuerte, sino el más preparado. Y México llega a esta pelea con los puños atados”.
Con Donald Trump de regreso en la Casa Blanca y Claudia Sheinbaum estrenándose en Palacio Nacional, el riesgo de una nueva guerra comercial entre Estados Unidos y sus socios del T-MEC es más real que nunca. Pero esta vez, el tablero tiene una pieza clave que México nunca ha sabido aprovechar: Canadá.
En 2018, México y Canadá enfrentaron juntos la renegociación del entonces TLCAN (ahora T-MEC), pero la relación nunca fue estratégica ni de verdadera alianza. México, sometido al voluntarismo de López Obrador, prefirió quedar bien con Trump, sacrificando la posibilidad de construir un frente sólido con Canadá. Con Sheinbaum al frente, ese error puede repetirse, y esta vez el costo puede ser fatal.
Canadá: Un socio fuerte, pero con visión propia
Fortalezas de Canadá
• Economía fuerte y diversificada, con un mercado interno robusto.
• Menor dependencia comercial de Estados Unidos que México.
• Red de acuerdos comerciales con Europa y Asia-Pacífico, lo que le da opciones reales de diversificación.
• Instituciones sólidas y políticas de largo plazo que le permiten negociar con consistencia y credibilidad.
• Experiencia diplomática y comercial en conflictos con Estados Unidos, particularmente con Trump.
Debilidades de Canadá
• Geografía y logística: Estados Unidos sigue siendo su mayor socio comercial simplemente por ubicación.
• Sectores clave (energía, madera, automotriz) dependen profundamente del mercado estadounidense.
• Fuerza militar y geopolítica limitada, lo que le reduce herramientas de presión.
Conclusión inicial: Canadá tiene cómo resistir
A diferencia de México, Canadá tiene margen de maniobra. Si Trump impone aranceles, Canadá puede redirigir parte de su comercio a Europa y Asia, a un costo alto, pero manejable. México no tiene esa opción.
México: El rehén perfecto
Fortalezas de México
• Ubicación estratégica que lo convierte en pieza clave del nearshoring.
• Cadena productiva integrada con Estados Unidos, especialmente en manufactura automotriz y agrícola.
• Mano de obra barata y competitiva.
Debilidades de México
• Dependencia extrema de Estados Unidos (más del 80% de sus exportaciones van al norte).
• Mercado interno débil, sin poder adquisitivo para absorber productos nacionales.
• Nula diversificación comercial real.
• Política exterior ideologizada y reactiva, con pocos aliados estratégicos.
• Vulnerabilidad cambiaria extrema: cualquier conflicto con Estados Unidos derrumba al peso.
Conclusión inicial: México perdería rápido y feo
México no tiene plan B real. Su única salida es plegarse, suplicar y victimizarse, justo como lo hizo AMLO. El problema es que Trump no compra lástima: exige sumisión total.
Escenario 1: Canadá y México enfrentan a Trump por separado
México: El eslabón más débil
Con Sheinbaum sin experiencia y atada a la sombra de AMLO, México llegaría sin estrategia, sin alianzas y con el agua al cuello. Trump lo sabe y explotaría esa debilidad desde el primer día:
• Aranceles a productos clave: autos, aguacates, electrónicos y manufacturas.
• Amenazas migratorias: endurecer controles fronterizos y suspender programas de cooperación.
• Congelamiento de inversiones estadounidenses en México.
• Golpe financiero: especulación y fuga de capitales, derrumbe del peso.
El resultado sería una crisis económica inmediata:
• Desempleo masivo.
• Desabasto y colapso de programas sociales.
• Caída de ingresos fiscales y recortes brutales a salud, educación y seguridad.
• Mayor control territorial por parte del crimen organizado.
Canadá: Resistir con desgaste
Canadá, por su parte, negociaría desde una posición de mayor fuerza, buscando apoyos en Europa y Asia, y utilizando su peso político dentro del G7 para presionar a Estados Unidos.
• Sufriría, pero no colapsaría.
• Encarecería productos, especialmente energía y automóviles, pero tendría alternativas.
• Canadá, al final, podría adaptarse, a diferencia de México.
Resultado: México en crisis terminal, Canadá golpeado pero en pie.
Escenario 2: Canadá y México unen fuerzas contra Trump
Ventajas de un frente México-Canadá
• Presión conjunta: Estados Unidos depende de ambas cadenas productivas, especialmente en el sector automotriz.
• Alianzas internacionales: Canadá abriría puertas en el G7, la Unión Europea y Asia.
• Presión empresarial interna en Estados Unidos: Las empresas estadounidenses presionarían a Trump ante el riesgo de perder acceso simultáneo a México y Canadá.
Dificultades
• Sheinbaum tendría que ceder en temas internos como transparencia comercial, derechos laborales y ambientales.
• Sheinbaum tendría que romper con la política de subordinación a AMLO y con la complicidad silenciosa hacia el narco.
• Canadá podría limitar su apoyo si percibe que México es un socio poco confiable, acostumbrado a negociar de rodillas y a cambiar principios por aplausos baratos.
Resultado potencial
Un frente común no evitaría la guerra arancelaria, pero sí la encarecería y alargaría para Trump, reduciendo su margen político.
• México resistiría mejor al amparo de la diplomacia y mercados canadienses.
• Canadá fortalecería su posición global al liderar una alianza comercial en América del Norte.
• Trump enfrentaría presión interna de sus propios empresarios.
Unidos, México y Canadá tienen una oportunidad. Solos, México está condenado
México y Canadá no son iguales, pero enfrentan un enemigo común.
• Canadá puede resistir solo, pero le costará caro.
• México, solo, es carne de cañón.
• Los dos países unidos, pueden imponer costos políticos y económicos reales a Trump, obligándolo a negociar en mejores términos.
Pero para eso, México necesita algo que Sheinbaum no tiene:
• Valentía para romper con el pasado.
• Capacidad para negociar con inteligencia y visión.
• Una política exterior que sirva al país, no al ego de un expresidente.
Mensaje final: México tiene que elegir entre sobrevivir o arrodillarse
Si Sheinbaum persiste en su enfermiza sumisión a López Obrador, México no solo perderá la guerra arancelaria: perderá el futuro entero.
• La salud pública colapsará.
• La educación dejará de ser prioridad y los jóvenes perderán su futuro en las filas de la informalidad, la migración o el crimen organizado.
• El país entero quedará en manos del narco, que será el único con dinero y control territorial.
Y mientras tanto, Canadá avanzará, resistirá y sobrevivirá. Porque Canadá no necesita levantar el puño ni gritar “¡es un honor estar con el pueblo!” cada mañana; Canadá negocia con seriedad, no con eslóganes.
El único destino peor que perder una guerra comercial es perderla solo, sin aliados, sin estrategia y sin dignidad.
México aún puede elegir.
O se suma a Canadá para enfrentar al gigante, o se rinde cantando el himno nacional en un mitin vacío, derrotado antes de pelear, mientras sus seguidores aplauden el discurso de la soberanía entregada.
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