Sheinbaum ha dicho y repetido que su gobierno es y será un segundo piso de la cuarta transformación, la tal 4T de su antecesor López Obrador. Su actitud siempre festiva al respecto da a entender que dicho gobierno morenista logró muchos avances para México y que ahora los complementará, continuará y quizás quiere decir también los superará. Pero ¿cuáles son los resultados de esa 4T?
No es nada difícil mencionar los más trascendentes, destacados, pero para su desdicha lo son no como transformaciones para bien, sino que lo han sido para mal. Es que transformar es cambiar, pero no es sinónimo de superar o mejorar, cambiar puede ser para bien o para mal. Y es fácil ver cómo lo ha sido para mal.
Ejemplos sobresalientes incluyen los siguientes. Primero la seguridad de la población, que se estaba deteriorando en gobiernos anteriores por la acción de los cárteles del narcotráfico, se vio perjudicada gravemente en el régimen lópezobradorista con la política de “abrazos, no balazos” del debido respecto a los delincuentes por ser personas humanas con derechos humanos. La inacción para combatirlos aumentó gravemente la inseguridad, acrecentando el control de la delincuencia organizada en regiones enteras del país. La situación cambió para peor.
El despilfarro de recursos del erario en las obras consideradas faraónicas, que consumieron y siguen consumiendo miles de millones de pesos sin obtener buenos resultados. La cancelación por mero capricho del NAIM en Texcoco, que cuesta millones de dólares a México por muchos años de endeudamiento, es un cambio para mal. La construcción del aeropuerto conocido como AIFA, que ni obtiene resultados favorables ni se ve que pueda tenerlos. El Tren Maya desde el principio se vio como inútil, costoso y sin posibilidades de recuperar la inversión. La refinería de Dos Bocas, que las cuatro empresas invitadas a construirla dijeron era inviable, por su ubicación, un plazo y costo insuficientes, que hizo que Amlo decidiera construir en contra de las opiniones expertas. Y así otros proyectos nefastos, como el de Mexicana de Aviación sin visos de operar con utilidades. La malograda super farmacia, otro gran fracaso.
Pero lo peor de esos proyectos a los que se destinaron y siguen destinando millones de pesos, es la absoluta falta de transparencia, que ha dado lugar a muy grandes acusaciones de corrupción como no se había visto en México. Más corrupción generalizada del gobierno. Ni hablar de Segalmex, cuyos robos sumaron más de quince mil millones de pesos, y otros casos más que se van conociendo de gran corrupción.
La 4T causó también el gran deterioro de sus servicios públicos de salud, en especial en la pandemia del Covid y la reducción de recursos a dicho sector, causando enfermedades y muchas muertes por falta de insumos médicos y de medicinas.
La lista de fracasos de la administración de la 4T son muchos más, sin ver algún resultado importante para la población. ¿Toda esa regresión es la que quiere continuar Sheinbaum como su segundo piso? ¿Podemos esperar algo diferente? No, si continúa esa destrucción de México llamada cuarta transformación.
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