Durante muchos años he dado seguimiento al transporte público de pasajeros en el DF, denunciando, especialmente, el mal servicio de rutas concesionadas de autobuses y microbuses que representan un transporte caro, inseguro y muy contaminante.
El número de viajes-persona-día en la Ciudad de México se estima en el orden de los 20 millones y se considera uno de los fenómenos de movilidad más complejos del mundo.
La mejor solución a este elevado número de viajes sería que la Ciudad de México tuviese un servicio de transporte público metropolitano de alta capacidad, basado principalmente en redes de trenes suburbanos, trenes ligeros y de Metro. Las rutas alimentadoras al sistema troncal de alta capacidad deberían, a su vez, constituirse mediante transporte de superficie basado en rutas de autobuses de buena calidad.
Sin embargo, la realidad es muy distinta. El programa de crecimiento del sistema Metro, establecido en el Plan Maestro del Metro, se frustró principalmente por una política de subsidios mal enfocada, que al final cancelaron todo el plan de crecimiento de nuevas líneas. Al mismo tiempo, también se vio afectado el programa de mantenimiento y de sustitución de trenes a tal grado que se ha reconocido que 135 trenes están fuera de operación por falta de mantenimiento. Lo que no se dice es que este número de trenes representa casi 30% del total del equipo rodante.
Por si este desastre fuera poco, el servicio público de autobuses en la ciudad está en manos de una red de “permisionarios” de autobuses y microbuses que ofrecen un pésimo servicio.
Las últimas administraciones se han comprometido a sustituir los microbuses pero nunca lo han cumplido y por el contrario, ahora vuelven a aparecer distintos tipos de vehículos tipo “van”, inapropiados para el transporte público de pasajeros.
Afortunadamente hay acciones positivas que hay que reconocer, como la puesta en operación por parte de la empresa pública Red de Transporte de Pasajeros del DF (RTP), de un nuevo servicio que se ha bautizado como Ecobús.
Se trata de dos rutas nuevas: 1) Metro Balderas–Santa Fe, con 30 unidades; y 2) Metro Miguel Ángel de Quevedo–Santa Fe, con 40 unidades, que circula sobre la Supervía Poniente de cuota y garantiza el recorrido en 30 minutos, con frecuencia de paso de 2.5 minutos por cada unidad.
Estas rutas de RTP cuentan con autobuses nuevos que pueden transportar hasta 90 pasajeros cada uno, equipados con motores de alta tecnología que utilizan gas natural. Esta acción representa un gran acierto por parte del gobierno del DF y de gran beneficio para la ciudad, porque la utilización de gas natural como carburante del trasporte público en la Ciudad de México tiene muchas ventajas sobre los motores a diésel, principalmente por la reducción de emisiones.
Veamos algunos datos: reduce hasta 40% las emisiones de bióxido de carbono y al 100% el monóxido de carbono y el bióxido de azufre, esto último debido a que el gas natural no contiene azufre. También elimina la emisión de partículas y, por lo mismo, el molesto humo negro tan común en la mayoría de los camiones.
Otra ventaja que normalmente no se menciona es que el gas natural cuesta mucho menos que el diésel y México tiene abundantes reservas comprobadas. Las gasolinas, el diésel y el gas LP —aunque han bajado los precios del petróleo en el mundo—, increíblemente en nuestro país, siguen subiendo y están por encima de lo que pagan nuestros vecinos en Estados Unidos. El ahorro por usar gas natural en autobuses de pasajeros sería de un 40%.
Con la adquisición de estas 70 unidades para dos rutas del Ecobús se da un paso muy importante en el transporte público de pasajeros en el DF, pero, ¿por qué no cambiar de una vez a este tipo de autobuses en otras rutas?
Con las ventajas señaladas y con un precio de gas natural tan competitivo, en Ciudad Posible A.C. consideramos que es factible el financiamiento para lograr una transformación radical en los sistemas de transporte de pasajeros en autobuses.
Por lo tanto, proponemos que el GDF promueva créditos puente para apoyar a las distintas rutas concesionadas (permisionarios), con objeto de cambiar los microbuses y combis por autobuses modernos de alta tecnología, con motores a gas natural. Lo mismo debería hacerse con todas las rutas de RTP y del Metrobús.
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