*Cada Quien por su Lado
Lo ocurrido el pasado viernes primero de mayo en el Estado de Jalisco, que se extendió a algunos lugares de Michoacán, Colima y Guanajuato, pone de manifiesto la incapacidad de los sistemas de inteligencia del país a efecto de prevenir y anticiparse ante actos que no solamente exhiben a las autoridades, sino que además es un evidente reto al Estado mexicano.
Los cárteles nos están mostrando su fuerza y poder, obvio que cuentan con organización, capacidad, equipo, coordinación y estrategia a grado tal, que lo acontecido causó estupor entre los ciudadanos y agarró por sorpresa a las autoridades ante la mirada atónita de la comunidad internacional.
Los vídeos y mensajes sobre los ataques a bancos, gasolineras y bloqueos en carreteras, corrieron casi al instante, prácticamente en los mismos momentos en que se desarrollaban, quizás lo que más llamó la atención fue el incidente del helicóptero, la manera en que lo bajaron y después lo rafaguearon.
Los cuestionamientos de cajón: ¿cuál es el objetivo para exhibirse de esa manera?, ¿dónde quedó el Sistema Nacional de Seguridad Pública?
Una cosa es cierta, los delincuentes querían hacerse notar y, ¡vaya que lo lograron!, consiguieron el temor social y dejaron pasmadas a nuestras autoridades, obligándolas a reaccionar.
¿Y mientras tanto?, encontramos gobiernos sumidos en escándalos de corrupción, policías infiltradas por la delincuencia, sin credibilidad ni confianza alguna, circunstancia que impide una efectiva coordinación, cada quien anda por su lado, protegiendo sus propios intereses y, los pocos que valen la pena, tienen que estar de apagafuegos por todos lados.
Tal parece que la política y la estrategia a seguir es simplemente la de contención, con resultados cada vez más preocupantes.
Este es un tema que nos debe interesar a todos, sin distingos de ideologías, sin embargo, se encuentra incontrolable.
La solución no se puede reducir únicamente a plantear un esquema de creación de leyes, es fundamental para quienes forman parte de los cuerpos de seguridad, cuenten con un sentido de institucionalidad probada: disciplina, vocación de servicio, lealtad a la institución, profesionalismo y apego a la legalidad.
Independientemente de que cada corporación cumpla con su misión, a efecto de que exista una complementariedad e integralidad que permita una adecuada coordinación y se refleje en mayor eficacia, de lo contrario, seguiremos viendo y padeciendo los estragos ocasionados al ir cada quien por su lado.
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