Cuando despertaron, los grupos estaban ahí

0
522

Por paradójico que parezca, los grupos en el PAN han sido responsables tanto de su nacimiento, como de su actual crisis. Fundado por un grupo de ciudadanos interesados en un cambio, pasando —según denuncias de la época— por el que “torpedeó” la presidencia de Efraín González Morfín en 1976, cuando el partido no tuvo candidato presidencial, hasta llegar a la crisis actual por el control de Acción Nacional.

Estaban ahí

Desde 1939 los grupos han existido, incluso en los primeros años del PAN se promovió la agrupación de militantes por colonias o profesiones, siendo estos últimos llamados “homogéneos”, organización que dejó de utilizarse.

Con el tiempo, los grupos panistas pasaron de actuar bajo premisas como la ‘camaradería castrense’ o valores como la solidaridad, a la ambición como única guía.

-Publicidad-

Adolfo Christlieb como presidente del PAN en los años 60, criticó a los “meones de agua bendita”, en referencia a quienes mezclaban ideas religiosas con la política, factor que influyó en la salida de quienes pedían unirse a la Democracia Cristiana, lo cual sucedió hasta los 90.

La discusión interna era por definiciones políticas —participación electoral-abstencionismo, Democracia Cristiana, diálogo con el gobierno—, los pocos éxitos electorales, el desaseo en comicios y la falta de respeto al voto, hacían que los militantes defendieran al Partido al margen de desacuerdos.

Esto cambió en los 70. El descontento ciudadano por sucesivas crisis sociales y económicas, daba al PAN la oportunidad de cosechar en las urnas su lucha por el voto y el cambio. Sin embargo, los grupos no cedieron y no se postuló candidato presidencial en 1976, mostrando un panismo más cercano a ambiciones, alejado de ideales.

En la década de los 80, el rechazo a “neopanistas” que pusieron énfasis en ganar elecciones, ahondó la división interna. Con la gubernatura de Baja California, en 1989 con Ernesto Ruffo, se sumaría, en palabras del exgobernador, el gusto que muchos militantes que llegaban al gobierno desarrollaron por la nómina, resistiendo cualquier cambio.

Vendría en los años 90, la salida del “Foro Doctrinario y Democrático”. Los debates internos cambiaron por discusiones acerca de candidatos, para rechazar a algunos por su escasa militancia, pero habría más triunfos electorales, lo que robusteció el gusto por la nómina como una forma de vida.

Los grupos quedaban como única forma de obtener posiciones en el partido y puestos públicos y para el 2000 Acción Nacional era un instituto triunfador e interlocutor necesario en los distintos órdenes de gobierno, con reconocimiento internacional como parte de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA) y de la Internacional Demócrata Cristiana (IDC).

En 2006, acusaciones de fraude y movilizaciones, hicieron que los panistas cerrarán filas en torno a Felipe Calderón, pero el nuevo mandatario sólo tuvo puestos para allegados, llegando al extremo de influir en la elección del presidente del Partido. Manuel Espino fue obligado a dejar de forma anticipada la dirigencia en 2007.

Los grupos aprendieron que era necesario controlar afiliaciones para lograr candidaturas y que era importante controlar al Partido. La siguiente batalla se daría por la Presidencia del CEN.

Tras la renuncia en 2009 de Germán Martínez, llegó un exsecretario particular del Presidente de la República, César Nava. Para muchos, el mensaje fue: un empleado del Presidente cambiaba de lugar, pero no de funciones.

En 2010 se renueva la dirigencia con un nuevo enfrentamiento. Roberto Gil, exsecretario particular de Calderón, contra Gustavo Madero, senador. La elección provocó reacomodos y cambió la lealtad de muchos. El triunfo de Madero representó el inicio del ocaso del “calderonismo”, y el inicio de la actual crisis.

En 2012, el PAN es derrotado en la elección presidencial y enviado al tercer lugar. La división interna fue uno de los factores. Madero resiente la presión desde Los Pinos pero, con paciencia, sabe que el control del CEN es la plataforma para manejar a todo el panismo. Muchos de los “calderonistas” pasan al “maderismo”.

Así, se depuró el padrón —que quedaran aquellos que comulgan con la “onda grupera” pasó inadvertido— y se reformaron estatutos, con lo cual aumentaron los incentivos para la “onda grupera”, a pesar de críticas internas, además se creó un esquema vertical: el CEN designa candidatos, a pesar de la opinión contraria del panismo estatal, o se les priva de recursos, muchos estados dependen de ese aporte a sus finanzas, tema que se utilizó para forzar votos en la reciente reelección.

Llegamos a 2015. La mayoría de candidaturas están vinculadas al “maderismo”, el propio Gustavo Madero es candidato plurinominal. Se volverá a elegir presidente del Partido, una batalla más pero desigual, difícil que el “calderonismo” llegue con fuerza en contra de un “maderismo” que se ha quedado con todo.

Si el “maderismo” quiere mantener su proyecto, deberá cuidarse de quienes —a la primera evidencia— saltan del barco, como los otrora “calderonistas”, además de pensar en que están solos por su soberbia y podrían convertirse en los enterradores del Partido.

Lo de los grupos en el PAN es, en realidad, un “conflicto de interés disfrazado de lucha de principios”, como escribió, al definir el concepto Política, Ambroce Bierce en su Diccionario del Diablo.

Migajas

Interesante texto de Jorge Fernández Menéndez sobre lo que pasa en el PAN, publicado en Excélsior.

La reunión plenaria de los Senadores del PAN, ofreció una imagen con Madero, Lozano y Gil abrazados y sonriendo, queriendo mandar el mensaje de que no hay conflictos internos en el Partido. No obstante, muchos se preguntan quien promovió el llamado “Pacto de los Cabos“.

Y Carlos Puig, en Milenio, detalla como los trapos sucios panistas se lavan en público.


There is no ads to display, Please add some

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí