Abandono, corrupción, rezago, sobrepoblación, son conceptos que han definido al sistema penitenciario en el DF, así lo señalan los múltiples diagnósticos especializados que sobre el tema se han realizado.
Está desbordado el Sistema Penitenciario porque fue más fácil sobrellevar los problemas de las cárceles capitalinas de seguridad, operación, infraestructura, mantenimiento y equipamiento, que resolverlos. Y porque, en los hechos, el trabajo se ha orientado a la contención más que a la readaptación, y los resultados están a la vista, en ningún lugar del mundo esto ha arrojado resultados positivos para la sociedad.
Así lo hemos entendido en la VI Legislatura de la ALDF. Desde el inicio decidimos ir borrando las fronteras partidistas, sumamos esfuerzos y creamos una Comisión Especial de Reclusorios cuya presidencia recae en manos de Acción Nacional (AN); también aprobamos una nueva Ley de Centros Penitenciarios con el apoyo del GDF, y movimos la apuesta legal y presupuestal en favor de la readaptación.
Este esfuerzo hoy rinde sus primeros frutos. Y esta tarde en Long Beach California, EU, la Asociación Internacional de Correccionales de América (ACA) oficializará la certificación al Centro de Tratamiento para Mujeres Adolescentes en Conflicto con la Ley.
La Certificación no es sólo un reconocimiento, abre la posibilidad para acceder a fondos internacionales que permitirán mejoras en todos los ámbitos penitenciarios, que van desde la capacitación de personal hasta los cursos y talleres para las personas recluidas.
Será la incansable diputada de AN y presidenta de la Comisión Especial de Reclusorios, que inició hace un año el proceso en Springs, Colorado, EU, y que en nombre de la ALDF recibirá la Certificación.
El camino ha sido cuesta arriba para alcanzar la meta, hubo que cumplir con 48 protocolos que abarcan diversos temas: infraestructura, salud, rehabilitación, alimentación y distintos servicios, hasta otros propios de la seguridad y técnicas antimotines. Una cantidad importante de recursos se destinó para realizar las modificaciones necesarias, incluyendo los propios sanitarios. Las adaptaciones fueron supervisadas por la instancia competente, hasta que se logró cumplir con los 131 estándares que requiere la norma internacional. La referida comunidad de internamiento alcanzó una calificación de 99 de 100 puntos. Hoy el sistema penitenciario del DF, aunque usted no lo crea, será ejemplo internacional. El Centro de Tratamiento para Adolescentes en Conflicto con la Ley y su comunidad será el primero de su tipo en ser certificado por la ACA en América Latina.
El beneficio es para la sociedad, porque si este reconocimiento se traduce en la reinserción de las jóvenes internas que hoy se ven favorecidas, habremos sembrado con éxito la semilla de la rehabilitación. Ellas tendrán una verdadera oportunidad de reinsertarse en la comunidad y de no reproducir las circunstancias familiares y delincuenciales que las llevaron a la reclusión.
El escenario ideal para los diputados locales sería lograr la certificación de los diez penales del DF, lo que implica un gran reto, como comenzar por resolver la sobrepoblación. Estamos convencidos de que este camino se recorre paso a paso y no debe tener retorno, el esfuerzo deberá ser sostenido por el gobierno local y los legisladores en turno.
Está en marcha el proceso de certificación de la ACA, el Anexo Oriente Varonil, ahí se encuentran jóvenes de Iztapalapa y GAM, delegaciones de origen de la mayoría de los reclusos. También se ha iniciado el de la estancia Casa de Medio Camino la estación donde quienes una vez purgada su sentencia pasan seis meses antes de regresar a la calle. Lograr estas nuevas certificaciones depende de la voluntad de todos para lograrlas, porque hoy es ya ruta trazada y conocida.
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