Breve historia de un episodio de unidad nacional

0
79

La posición de Acción Nacional

Los barcos petroleros mexicanos fueron atacados y hundidos frente a la costa de Miami,
Florida, hacia mediados de mayo de 1942, por un submarino de alguna de las potencias del Eje, se dijo siempre que de Alemania, no de Italia ni Japón. Sin embargo, ya desde meses antes de este ataque, conocidos personeros de la izquierda oficialista mexicana (Lombardo, Bassols y varios diputados de esa misma tendencia), habían andado muy activos en plan de exigir que el gobierno mexicano declarara la guerra a los países que estaban enfrentando a la Unión Soviética.

En contraste, la posición del PAN al respecto fue de cordura y prudencia. Pero no omitió definir su posición ante aquel conflicto de alcances mundiales. Lo hizo un mes antes del sorpresivo ataque japonés a la base naval estadounidense de Pearl Harbor, Hawai, ataque ocurrido el domingo 7 de diciembre de 1941, que hizo que EUA entrara a la guerra.

Bueno, pues la revista La Nación, órgano de difusión de Acción Nacional, en su número 4, de fecha 8 de noviembre de 1941, es decir, no sólo un mes antes del ataque japonés a EUA sino incluso un poco más de medio año antes del hundimiento de los barcos tanque mexicanos, incluyó en su columna institucional denominada Opinión, un significativo texto intitulado “La lección de las naciones menores”.

-Publicidad-

En ese escrito la revista, vale decir: el PAN, hizo referencia a la “crisis del estado actual de cosas existentes y a la guerra cruel que ahora se libra, (la cual) ha colocado a nuestro país, por la fuerza misma de los hechos y la interdependencia del género humano, en una de las encrucijadas más graves de su historia”.

Luego de hacer una serie de consideraciones y reflexiones sobre el grave problema de la guerra que afectaba en ese momento al mundo, por lo que hace a México planteó lo siguiente: “Si el dilema consistiera en estar con o contra los Estados Unidos, no podríamos optar por lo segundo. Sería una actitud suicida y, por lo mismo, criminal y antipatriota”.

Agregó asimismo: “Paz y amistad con sus vecinos, sobre bases de justicia y decoro, de mutuo respeto, es a lo que la Nación aspira. Amistad real, se entiende, no conveniencias y fórmulas que la simulen”.

Hundidos los barcos tanque mexicanos y conocida la noticia de que el 22 de mayo habría de sesionar el Consejo de Ministros para decidir si México declaraba o no la guerra a las potencias del Eje, el fundador y presidente del PAN, Manuel Gómez Morín, solicitó una entrevista al presidente Manuel Ávila Camacho, para darle a conocer la opinión de Acción Nacional en torno a tan grave asunto.

La audiencia se llevó a cabo el mismo 22 de mayo de 1942. Los pormenores de esa reunión los conocemos por el extenso relato que de la misma le hizo en carta que cuatro días después le escribió Gómez Morin a Efraín González Luna, quien residía en Guadalajara (el texto de esta carta aparece publicado en el tomo I, pp 554-557, de Una amistad sin sombras. Correspondencia entre MGM y EGL, (Fondo de Cultura Económica, 2010).

En esa carta, Gómez Morin le dice a González Luna que la entrevista fue “concedida inmediatamente que se pidió”. Que lo acompañaron José Ma. Gurría Urgel, Gustavo Molina Font, Juan B. Amezcua y el secretario general del partido Roberto Cossío y Cosío, “por estar todos a la mano en el momento en que nos llamaron con urgencia”. Le comunica que la entrevista, en su opinión, “fue más que cordial, patética” por la actitud de agobio que se notaba en el Presidente.

Le precisa que se entregó una nota a Ávila Camacho, en la que “brevemente quisimos consignar por escrito” las consideraciones y la opinión del PAN sobre el grave conflicto en que se encontraba el país. Sobre esa nota, le dice también Gómez Morin: “procuraré que la comunicación que entregamos fuera redactada en la forma más obvia y que las consideraciones fundamentales hechas por nosotros en la entrevista no figuraran en esa comunicación para no restarle sencillez ni fuerza en su objeto principal”.

Sigue diciendo Gómez Morin que ese documento, del cual envió una copia a González Luna, “lo leyó (Ávila Camacho) con manifiesta emoción, muy lentamente. Nos dio las gracias y nos hizo una larga relación de hechos…”.

Continuará


There is no ads to display, Please add some

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí