Un PAN enredado

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En forma inédita, la presidencia de Ricardo Anaya ha iniciado al frente de Acción Nacional con el retraso en el nombramiento de los titulares de las secretarías operativas del Comité Ejecutivo Nacional, a pesar de que la Comisión Permanente ya fue conformada. En paralelo, el expresidente Gustavo Madero continúa moviendo sus fichas en la Cámara de Diputados, colocando a los suyos incluso en posiciones claves dentro de San Lázaro. Asistimos a un escenario que no había sucedido en la historia del Partido.

Ajedrez interno

Las dudas acerca de quién manda en el PAN se han convertido en comunes en espacios de análisis y opinión. Las pistas acerca de que algo sucede al interior de la oficina del tercer piso en la sede nacional del Partido, en donde despacha Anaya Cortés, se van presentando lentamente pero dejando ver el rompecabezas completo.

En primer término, la conformación de la Comisión Permanente no dejó satisfechos a los grupos que controlan las estructuras estatales del Partido, mismas que hicieron posible el triunfo de Anaya en la pasada elección interna, en la cual recabó más firmas que el número de votos que obtuvo en las urnas, pero que fueron suficientes para borrar del escenario a Javier Corral.

El senador regresó a su escaño y no ha mencionado nada relacionado a las denuncias que hizo en la campaña interna, además de que ninguno de quienes lo apoyaron, incluso en la planilla que presentó, fue elegido para la Comisión Permanente.

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A casi un mes de haber sido electo, Ricardo Anaya no ha nombrado a los secretarios del CEN, lo cual puede deberse a que no ha terminado de negociar con los grupos que le ayudaron a llegar a la Presidencia nacional del PAN, los cuales han exigido como pago algunas posiciones, las que no son suficientes para los favores recibidos.

La falta de un equipo propio puede ser parte de la explicación.

A esto, se suma el retraso en las actividades públicas del dirigente blanquiazul, pues a excepción de pocos actos, el discurso opositor que fue prometido se ha escuchado poco.

Los nombramientos de los coordinadores en la Cámara de Diputados y en la de Senadores, también refuerzan la idea de la falta de equipo propio de Anaya, pues en la primera nombró al ex coordinador de campaña de Madero y en la segunda ratificó a quien ya había sido nombrado por el anterior dirigente nacional a la salida de Jorge Luis Preciado a la candidatura en Colima.

En tanto, Gustavo Madero comienza a tener apariciones en medios, mismas que pueden opacar al joven dirigente queretano, pues enarbola la bandera de comprender el hartazgo ciudadano para con los partidos. Con Francisco Garfías, en una de tantas entrevistas que ha dado, habló de porque no fue nombrado coordinador legislativo, tema del que se han dado filtraciones como un audio en el que se quejó de que no le cumplieron.

Asimismo, los vicecoordinadores que fueron nombrados al interior del Grupo Parlamentario del PAN en San Lázaro, muestran nombres cercanos a Madero, muchos de los cuales llegaron por la vía plurinominal con el apoyo del expresidente del Partido.

Otro dato que muestra la fuerza de Madero al interior del Partido, es la designación de Carlos Olson, tesorero nacional en la anterior administración panista, como director de administración de la Cámara de Diputados, tema que adelantamos en este espacio en la edición del pasado 1 de septiembre en el Diario Indicador Político.

En este escenario, no han faltado las versiones de que todo es parte de un plan del grupo que domina al CEN, para continuar su hegemonía al frente del Partido. Aunque para otros, estamos en los inicios de una lucha interna para definir quién será el verdadero dirigente del blanquiazul.

La única ocasión que el PAN fue testigo del enfrentamiento entre un presidente en funciones y un ex dirigente nacional, fue en 1975. En ese momento, Efraín González Morfín, jefe nacional, acusó la indisciplina del grupo que comandaba José Ángel Conchello. El resultado fue que no se postuló candidato presidencial en 1976.

El tiempo resolverá esta incógnita.

Migajas

Si un tema pondrá a prueba el discurso anticorrupción que hizo Ricardo Anaya durante la campaña interna para renovar la dirigencia nacional blanquiazul, será el que tiene que ver con el futuro del exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, en particular con las acusaciones que directamente lo involucran con actos de corrupción, como lo recordó en su columna Martha Anaya.

Madero continua su gira por medios, quitando espacios al nuevo y novel dirigente nacional, lo cual no sonaría mal sino fuera porque es parte del plan. Francisco Garfías nos comentó en su columna algo de lo que platicó con el expresidente azul.

Las alianzas con el PRD se están cocinando con miras al 2016, a pesar de que ambos partidos no tienen la casa en orden y los problemas internos podrían ser un obstáculo para que éstas sean efectivas en el escenario electoral del año entrante, lo cual no ha sido impedimento para que se comience a presumir con este tema.

 


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