Una reciente encuesta del Pew Research Center revela que los ciudadanos estadounidenses mantienen posturas encontradas, e incluso negativas, respecto a las acciones migratorias implementadas por la administración del expresidente Donald Trump. La investigación, publicada el 17 de junio de 2025, subraya una marcada división en la opinión pública, particularmente en temas sensibles como el uso de las fuerzas del orden locales para labores de deportación y la suspensión de solicitudes de asilo.
Uno de los puntos más controvertidos, según el informe, es la decisión de la administración Trump de finalizar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para al menos 500,000 inmigrantes que previamente gozaban de este amparo. El TPS es un programa que permite a inmigrantes de naciones afectadas por conflictos bélicos o desastres naturales vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos de forma temporal. La encuesta muestra que un 59% de los encuestados desaprueba esta medida (36% lo desaprueba fuertemente y 23% lo desaprueba algo), mientras que un 39% la aprueba (16% fuertemente y 23% algo).
La encuesta también destaca que la mayoría de los estadounidenses desaprueba la suspensión de las solicitudes de asilo, lo que refleja una preocupación generalizada por el acceso a la protección internacional. Asimismo, existe una división notable sobre la participación de las agencias de aplicación de la ley locales en las operaciones de deportación, lo que sugiere un debate continuo sobre los límites y responsabilidades en la política migratoria.
Estos resultados son cruciales para entender el panorama político y social de Estados Unidos, especialmente en un contexto donde la inmigración sigue siendo un tema central en la agenda nacional. Las políticas implementadas durante la administración Trump generaron un impacto significativo en la vida de cientos de miles de personas y continúan siendo objeto de análisis y debate.
El informe de Pew Research, una entidad no partidista y no defensora de políticas, se basa en una metodología de investigación rigurosa, incluyendo encuestas de opinión pública y análisis de datos. Su objetivo es informar al público sobre las actitudes y tendencias que configuran el mundo, sin tomar posturas políticas. Esta objetividad confiere credibilidad a los hallazgos y los convierte en una fuente valiosa para comprender las complejidades de la opinión pública estadounidense.
La dicotomía de opiniones sobre las políticas migratorias de Trump resalta la polarización que persiste en la sociedad estadounidense. Mientras una parte de la población respalda medidas restrictivas bajo el argumento de la seguridad fronteriza y el control migratorio, otra sección aboga por enfoques más humanitarios y que respeten los derechos de los migrantes. Esta división de criterios probablemente seguirá siendo un factor determinante en futuras discusiones y decisiones políticas en Estados Unidos, con implicaciones directas para la relación con países como México.
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