Torciendo conceptos: UBER y ‘la oferta y la demanda’

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Un problema casi genético de la ciencia económica, es que demasiada gente habla de ella sin entender lo que dice o el fondo de la cuestión. Esto sucedió recientemente con las personas que justificaron la depredación de mercado ocasional que la empresa UBER hizo en la capital mexicana durante un día de contingencia ambiental.

Primero, las “leyes del mercado” cambian según los mercados. No hay UN mercado, hay muchos diferentes, desde la inexistente “competencia perfecta” hasta el monopolio. También los “mercados” se yuxtaponen y se influyen entre sí. En cada caso de un mercado, la famosa ley de la oferta y la demanda tiene o genera sus propias condiciones, y estas cambian con el tiempo, aún en horas.

Veamos el caso de UBER. En plena crisis de movilidad urbana de la zona metropolitana capitalina, los usuarios, acostumbrados a ciertos costos de viaje de pronto se encuentran con tarifas “dinámicas” abusivas. Algunos se enteraron hasta que vieron astronómicos costos del viaje, llegando a una tarifa diez veces la ordinaria.

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Los ignorantes defensores de la “tarifa dinámica” de UBER “por la ley de la oferta y la demanda”, intentaron justificarles (seguramente ellos no la pagaron o no tienen problema de dinero). Dijeron que el usuario de UBER tenía la opción de usar el servicio y pagar desproporcionadamente o no usarlo. Decidir en el momento no es tan fácil y a veces las personas se encuentran como se dice entre la espada y la pared.

Pero veamos el caso de la empresa UBER y de sus choferes, que NO son lo mismo. La afiliación del chofer es como una franquicia, usa su nombre, sus sistemas, cobra por medio de ellos, que se quedan con su parte y le dan el resto. Pero cada chofer es un mini-empresario, y por tanto no se pueden considerar como unidad.

¿Cuál fue la explicación de UBER? Que como el 40% de los autos no circulaban, deberían compensar los ingresos subiendo por los que no circulaban. Pero en todo caso, ante un descenso de 40% de unidades productivas, por unas horas, ¿subir un viaje hasta el mil por ciento?

Los choferes que no podían circular redujeron sus ingresos a cero y los que circularon ganaron mucho dinero, y éstos no compensaban a los primeros. Así que no era asunto de justicia ni de reparto equitativo de ingresos. Sólo ganaron la empresa y los choferes circulando.

Hay algo más, las famosas leyes (no LA ley) de la oferta y la demanda, operan a lo largo del tiempo y tienen resultados diversos. La depredación de los mercados tiene consecuencias, a corto o mediano plazo. Los depredadores generan oportunidades para otros oferentes de bienes y servicios. Y las condiciones cambian.

Tan cambian las condiciones, que por las depredaciones de mercados y el abuso y la necesidad de los demandantes el Estado interviene, con leyes para regular esos mercados, como son las leyes antimonopolio. Y la autoridad interviene y castiga al depredador, lo multa, lo encarcela o lo clausura.

Cuando un oferente de bienes o servicios abusa de sus clientes, se gana la repulsión de éstos, y eso tiene consecuencias, a corto y a mediano plazo. A veces, por cuestiones de controles monopólicos, la depredación y el abuso llegan hasta el largo plazo, como es la explotación de medicamentos exclusivos de patente.

Pero el mercado de transporte tiene mucha oferta, y la competencia de taxis y de otras empresas como Cabify existen y toman sus propias medidas. Que los taxistas abusan de la necesidad y violan las tarifas autorizadas, es verdad, pero no todos lo hacen. Cabify mantuvo sus tarifas y su clientela, y eso lo toman en cuenta los usuarios de UBER.

El abuso de condiciones extremas de mercado en ciertos momentos tiene consecuencias. Y la posibilidad de que el gobierno capitalino tome represalias existe, a pesar de cualquier “convenio” que se haya hecho para que los dejaran en paz. También los gobernantes pueden aprovechar el escándalo para promocionarse ante los electores como sus defensores.

UBER anunció que devolvería los pagos excesivos y al parecer lo hizo. Pero anunció que en una nueva contingencia, detendría su tarifa “dinámica” en 4.9 veces la tarifa normal, es decir que amenaza con subir el costo de los viajes hasta el 490 por ciento sin problema. ¿Solución? Absurda, ¿creerán que sus clientes son idiotas? Ante nuevas contingencias estarán bien alertas.

Como UBER, el negocio de estos transportes de choferes independientes con sus autos, está proliferando en el mundo, y UBER está viendo en otros países que no puede hacer lo que le dé la gana. Ya pasará, y muy pronto, en México.

No, digámosle a los defensores espontáneos de UBER y a esta empresa. Cuando hablan de la oferta y la demanda, no saben de lo que están hablando o se hacen tontos. Defienden lo indefendible y ofrecen explicaciones contrarias a lo que enseña la ciencia económica.

La conducta de UBER fue injustificable, tendrá consecuencias y será una lección social sobre malas prácticas comerciales. ¿Aprenderán algo los ejecutivos de UBER? Lo dudo, ya dieron muestras de que creen que pueden hacer lo que les dé la gana explotando la necesidad de sus usuarios; ya dijeron o más bien amenazaron que podrán subir sus tarifas “dinámicas” en casos de crisis de movilidad urbana hasta 490 por ciento alegremente.

Para hablar de Economía, primero hay que aprender Economía. Algo que mucha gente tampoco aprende, por eso hablan por hablar.


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