Lo dijo recientemente Steve Bannon, exasesor en la primera presidencia de Trump, luego de sus diferencias con el dueño de X (Twitter) respecto a las visas para trabajadores migrantes, algo que rechaza el también ideológo de la extrema derecha: Elon Musk tendrá influencia en la próxima administración federal estadounidense, pero no poder.
Y es que la manera en que el también accionista mayoritario de Tesla y Space X se acercó a Trump hasta lograr ser nombrado como director de una oficina gubernamental para eficientar la administración pública de la Unión Americana –algo en lo que coincide con Bannon–, hizo que muchos especularan acerca del poder que podría llegar a tener alguien que también es migrante, pues nació en Sudáfrica.
Esto último es algo en lo que choca con Bannon, contrario a la migración a grado tal de respaldar medidas como las deportaciones masivas o cerrar la frontera sur, que muestran que también al interior de los grupos cercanos a Trump el empresario no es bien visto.
Elon Musk apoyó, incluso con dinero, la campaña de Trump en 2024 y de inmediato se convirtió en un asiduo asistente de los actos proselitistas del entonces candidato republicano, a la vez que empezaba a mostrar su faceta política –más cercana a la extrema derecha– abordando temas de manera controversial, pero sin fijar un tema adicional a su crítica para eficientar el gobierno y reducir el presupuesto público en Estados Unidos.
Desde luego que se espera que gracias a su cercanía con la administración de Trump logre que sus empresas se vean beneficiadas por contratos –como es el caso de Space X con la NASA–, pero eso –como lo dijo Bannon– significa que Musk tiene influencia, más no poder.
Otro factor a tomar en cuenta es la propia personalidad de Elon Musk, la cual es descrita por Sam Harris –que se presenta como examigo del empresario–, en su portal describiendo al dueño de X como alguien que «afirma tener principios, pero parece tener solo estados de ánimo e impulsos».
Harris comentó que «cualquier observador imparcial del comportamiento de Elon en Twitter/X puede ver que hay algo muy mal en su brújula moral, o incluso en su percepción de la realidad. Sencillamente no hay excusa para que una persona con sus talentos, recursos y oportunidades genere tanto ruido inútil. La insensibilidad y el narcisismo que transmiten sus payasadas deberían ser imposibles de ignorar para sus verdaderos amigos, pero parecen guardar silencio, tal vez por miedo a perder el acceso a su órbita de influencia».
Así que será interesante apreciar que sucede con Elon Musk y si alcanza a tener el poder que algunos especulan o si todo se reduce a una influencia en su propio beneficio.
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