Primero fue la aceptación de que había desabasto de medicinas y el compromiso para resolver el problema en los dos primeros meses del año, para luego retomar el modelo de compras consolidades para la adquisición de medicamentos para el sector salud, algo que había sido elminado el sexenio anterior y que fue causa del citado desabato.
Previamente, también en la mañanera, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció el regreso del programa de estancias infantiles que también habían sido eliminadas durante el gobierno de López Obrador.
Y lo mismo se puede decir de la reactivación de las zonas económicas especiales, también eliminadas el sexenio anterior más por consideraciones ideológicas que por razones válidas.
En el caso del regreso de las compras consolidadas, de acuerdo al portal Animal Político, «el gobierno de Claudia Sheinbaum organizó nuevamente una licitación de compra consolidada para los siguientes dos años y, en la que advierten, significará un ahorro de 30 mil millones de pesos».
Si bien dicho procedimiento podía tener algún defecto o incluso alguna práctica de corrupción, el ahorro lo convertía en algo preferible respecto a otro tipo de procesos para la compra de medicinas para todo el sector salud, pero para López Obrador –que se movía más por su odio al neoliberalismo que por la razón– eso era neoliberal y prefirió provocar un desabasto de medicinas afectando a los más pobres, incluso provocando muertes, pero el seguía en su necedad de que no tenía ciencia gobernar.
Al menos, Sheinbaum empieza a corregir los errorres de su antecesor y ojalá corrija más, en especial en áreas como seguridad y diálogo con la oposición, incluso en lugar de anunciar una nueva ampliación del Aeropuerto de la CDMX reflexione acerca de la necesidad de construir uno nuevo y revise las acusaciones de corrupción que nunca llevaron a la cárcel a ninguno de los supuestos participantes y retome un proyecto tirado a la basura por las limitaciones intelectuales de su antecesor.
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