Llevamos tres informes de gobierno y la realidad es que cada día el país está en una situación más compleja. Todos los días despertamos con un señalamiento presidencial nuevo, con un intento por destruir una institución, con un pleito, con un berrinche, con un nuevo ataque.
Han pasado tres informes y no hay logros que se puedan presumir. Aunque sin duda, hay cosas que sí tenemos gracias a este gobierno y son altos índices de inseguridad, desabasto de medicamentos, pobreza e impunidad.
Hay 4 millones más de personas en pobreza. Hay más de 100 mil personas asesinadas. Más de 20 mil personas desaparecidas en esta administración. Cerca de 36 millones de mexicanos no tienen acceso a servicios de salud. Los precios de la luz, el gas, la gasolina y hasta las tortillas van en incremento.
Para los mexicanos, este gobierno ha sido una prueba de resistencia. Resistir aunque todo suba de precio. Aunque más de 2 millones se hayan quedado sin empleo. Aunque sólo se pueda comprar medio kilo de tortillas con lo que hace tres años alcanzaba para un kilo completo. Resistir porque no hay medicamentos para las personas con enfermedades graves. Resistir para no morir en esta pandemia por las pésimas decisiones de las autoridades y la falta de vacunas.
Es claro que López Obrador ha ido en contra de todas sus promesas. Prometió paz y nos dio guerra; prometió riqueza y nos dio más pobreza que nunca; prometió honestidad y ha tolerado la corrupción en su gobierno. Prometió ciencia y cultura y hoy persigue a los científicos por hacer su trabajo y levantar la voz frente a la arbitrariedad.
Este gobierno le ha cerrado las puertas al diálogo, al debate de ideas, se ha vuelto intolerante con sus opositores y sumamente autoritario. No debe ser fácil ser parte del gobierno o de las bancadas oficialistas y aplaudir los errores de esta administración.
Tampoco es fácil mantener el ánimo de resistir a pesar de la aplanadora de este gobierno, pero cada quien escoge para quién trabaja. Para quienes hemos decidido trabajar por México y por el pueblo, no es fácil, pero nuestra tarea es clara: resistir, levantar la voz y señalar. No sucumbir ante el ánimo de la desesperanza que quieren imponernos a diario.
Millones de mexicanos se sienten decepcionados por este gobierno. Hay más violencia que nunca, más activistas muertos, más periodistas asesinados. Las mujeres son vulneradas en sus casas, sus trabajos e invisibilizadas por el propio gobierno. Eso es el México de López Obrador.
Pero ante estos números desalentadores, siempre hay otro rostro. El rostro de los mexicanos que se despiertan todos los días para trabajar y construir un mejor país. Y es a ese México de lucha y de esfuerzo a quien hoy me dirijo para decirles: resistan, porque si el gobierno no cambia su estrategia, se irá.
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